Hablar de nuestra Facultad es muy difícil puesto que aun cuando se describan sucesos, siempre se quedará uno corto e imposible de describir la historia de nuestra querida Facultad.
En esta ocasión nos remontaremos a la época de la Colonia, en donde Hidalgos españoles llegaban a la Nueva España a llenarse de riquezas, en el Valle del Tollocan existió Don Domingo Serrano y su esposa Bruna Díaz Muñoz, quienes en 1736 les donaron a las Carmelitas descalzas una vieja casona que estaba muy alejada del centro de la población, en donde se establecería un Beaterio para niñas educandas, hijas de españoles y una que otra hija de indígenas. Esta casona tenía las siguientes colindancias: al oriente con los terrenos de la Sra. Manuela de la Villaseca y Don Miguel de Bedolla, al poniente un camino real que conducía hasta la población de Calimaya, al norte terreno baldío de Don Antonio Frías en donde muchos años más tarde se construyó la terminal de autobuses, al sur un callejón oscuro y estrecho que llevaba al lejano Metepec (fig. 1).
Figura 1. Antiguo Beaterio.
Después de la Independencia el Estado de México era enorme con una extensión de 115,000 Km2 que abarcaba parte del Estado de Guerrero, Morelos, Tlaxcala y el Distrito Federal. La capital del naciente Estado se estableció en diferentes lugares, el más conocido fue en San Agustín de las Cuevas, hoy Tlalpan, en donde se estableció por primera vez el Instituto Literario en una vieja casona de Don Vicente José Villada y por ser dirigido por religiosos, inicialmente se llamó Colegio Seminario cuyo primer director fue el Presbítero José de Jesús Padierna, muy poco tiempo duró este Instituto puesto que la población en la región del Tollocan estaba aumentando, siendo ya cerca de 5,000, el 95% indígenas y el 5% de Hidalgos españoles (figs. 1-3).
Figura 2. San Agustín de las Cuevas.
Figura 3. Colegio seminario.
En 1830 nace Toluca de San José, su Gobernador que venía de San Agustín de las Cuevas, Don Lorenzo de Zavala médico de profesión y muy liberal, con los conceptos muy claros que surgieron en la voz de Don José María Luis Mora, expropió el antiguo Beaterio y se instaló en el Instituto Literario. En la figura 4 se presenta esta entidad a partir de 1833.
Figura 4. Toluca de San José 1830.
Es necesario mencionar que aunque corta la estancia del Instituto Literario en el foro de la Capital, tuvo alumnos sobresalientes como el poeta Cubano José María Heredia, quien posteriormente fue uno de los brillantes directores de dicho Instituto; Don Miguel Blanco, quien llegó a ser Ministro de Guerra de Don Benito Juárez; y Don Plutarco González, prócer de la reforma; luchando activamente con Don Benito Juárez fue Leonardo Francisco Antonio Guzmán Montes de Oca, originario de Tenango del Valle, quien posteriormente adoptó el nombre de León Guzmán.
Un hombre muy importante de la época, sin conocimientos de la ingeniería pero excelente constructor, que estaba encargado de la construcción de los Portales de la ciudad, fue invitado a remozar el viejo Beaterio y actual Instituto Literario, hablamos de Don José María González Arratia, quien también fue director del mismo (figs. 5 y 6).
Figura 5. José Ma. González Arratia.
Figura 6. Portales de Toluca.
Como se verá son muchos los datos que se pueden describir, queriendo decir que son los más importantes, pero sería un gran error si así lo aceptara ya que hay muchos que se escaparían. Por los cercanos 1860 hubo un Gobernador, Don Francisco Modesto de Olaguibel que se asesoró por un brillante hombre, Ignacio ramírez "El Nigromante", estando como director del Instituto Literario Don Felipe Sánchez Solís, dándole una enorme brillantez a nuestro Instituto se creó el decreto de que de cada Municipio podía becar a un alumno que vendría a estudiar al Instituto Literario. De Tixca, Estado de México, hoy Guerrero, ganó la beca el niño Ignacio Manuel Omobomo Serapio, llegando a los 14 años y mostrando un enorme deseo de aprender, tanto que se ganaba la vida dando clases de francés, su padre, trabajador de la familia de españoles con el apellido Altamirano, creyó necesario el cambio del apellido y ahí surgió el de Ignacio Manuel Altamirano que fue poeta, escritor, orador, licenciado, Embajador y tantos y tantos títulos que tuvo este gran hombre (fig. 7).
Figura 7. Ignacio Manuel Altamirano.
Nuestro Instituto Literario ha tenido como alumnos hombres brillantes, sólo mencionaré algunos, pidiendo disculpas a los que no son nombrados: Gumersindo Mendoza, estudiante de Farmacia y Botánica, oriundo de Acambay, cuando al morir el Dr. río de la Loza fue sustituido por él en todos sus cargos; el joven Nicolás San Juan que al terminar su bachillerato en el Instituto emigró a la Ciudad de México, estudiando medicina, siendo un excelente Gineco-obstreta y cirujano; Don Maximiliano ruíz Castañeda, investigador, científico que participó en el descubrimiento de la vacuna del tifo, también oriundo de Acambay; Fernando Ocaranza; Horacio Zúñiga, entre otros.
En 1886 se llamó Instituto Científico y Literario, en 1926 llegó el jovencito Adolfo López Mateos y estudiando su bachillerato le tuvo tanto amor a su Instituto que una vez caminando por los pasillos, la nombró la "Casa de los 100 arcos", fue tan brillante la carrera de este hombre que ha sido uno de los mejores Presidentes que ha tenido el País. Otro alumno excelente, Don Gustavo Baz Prada que no alcanzaría espacio para hablar de este hombre brillante como médico y como Gobernador (figs. 8-12).
Figura 8. Lic. Adolfo López Mateos.
Figura 9. "Casa de los Arcos".
Figura 10. "Casa de los Arcos".
Figura 11. "Casa de los Arcos".
Figura 12. Dr. Gustavo Baz Prada.
Por los años 50's empezó la inquietud de aumentar otra carrera al Instituto puesto que eran muy escasas, se pensó en la Escuela de Medicina, inquietud que clarificaron el último director del Instituto, Don Juan Josafat Pichardo, el Gobernador en turno, Salvador Sánchez Colín y el ya futuro Presidente Don Adolfo López Mateos; ellos invitaron a un grupo de jóvenes médicos inquietos y entusiastas que serían los primeros maestros y fueron: Dr. Mario C. Olivera, quien fue el primer Director, el Dr. Jorge Hernández García, el Dr. Enrique Castro, el Dr. Samuel Pérez, el Dr. Guillermo Ortíz Garduño, el Dr. Eduardo Hernández y el Dr. Gustavo Estrada Ocampo, todos ellos fundaron la Escuela de Medicina del Instituto Científico, Literario y Autónomo el 3 de marzo de 1955, es importante mencionar que al año siguiente el antiguo ICLA pasó a ser la Universidad Autónoma del Estado de México (figs. 13 y 14).
Figura 13. ICLA 1955.
Figura 14. Maestros Fundadores.
Como en ese tiempo los estudiantes que querían ser médicos tenían que emigrar a la Ciudad de México para llevar a cabo sus estudios. Como era una escuela naciente no todos le tuvieron confianza pero si ingresaron arriba de 20 y sólo se titularon 8, destacándose los nombres de José Antonio Hernández Galván, que fue el primer estudiante que presentó su examen recepcional, Pediatra que aún sigue laborando; Dr. José León Victoria Moreno, Cardiólogo de profesión y la Dra. Esthela Ortíz romo, que aún sigue laborando como maestra de la Facultad, los otros 5 seguramente hicieron todo lo indispensable para darle brillantez a su carrera y poner en alto a nuestra querida Facultad (fig. 15).
Figura 15. Primera generación de alumnos.
De tal importancia es mencionar a los médicos que han ocupado la Dirección durante estos 57 años de la vida de nuestra Facultad y han puesto todo el empeño en su desarrollo, crecimiento y brillantez vigilando siempre que los alumnos egresados pongan en práctica sus conocimientos para beneficio de todos y cada uno de nuestros enfermos; el primer director, Dr. Mario C. Olivera Gómez-Tagle Fundador; el Dr. Jorge Hernández García y el Dr. Guillermo Ortíz Garduño que posteriormente fueron 2°, 3° y 4° Rector de la Universidad; el 4° director que amó tanto a su Facultad y murió siendo maestro de la misma fue el Dr. ramón Arrizabalaga Amarelo, a partir de entonces los directores han sido ex-alumnos de la misma Facultad; siendo el 5° director, el Dr. Alberto Hardy Pérez, seguido por el Dr. Miguel Barrera García, siendo el 7° el Dr. Wilfrido Lara Garduño, seguido del Dr. Javier Sánchez Guerrero, Dra. Esthela Ortíz romo, Dr. Ezequiel Jaimes Figueroa, Dr. José Ma. Pérez Avilés, Dr. Gerardo Huitrón Bravo, Dr. Amado López Arriaga, Dr. roberto Camacho Beiza y nuestro actual director el Dr. Luis Guillermo de Hoyos Martínez (figs. 16-19).
Figura 16. Ex-directores.
Figura 17. Dr. Jerónimo Amado López Arriaga.
Figura 18. Dr. Isidro roberto Camacho Beiza.
Figura 19. M. en C.S. Luis Guillermo de Hoyos Martínez.
Vaya un recuerdo afectuoso y solemne para aquellos que ya no se encuentran entre nosotros como son: Mario C. Olivera Gómez-Tagle, ramón Arrizabalaga Amarelo, Wilfrido Lara Garduño y José Ma. Pérez Avilés, tantos y tantos maestros y ex-alumnos que los han seguido (fig. 20).
Figura 20. Cruz in Memoriam.
Nuestra querida Facultad de Medicina fundada en el Instituto Científico y Literario que pasó al actual hermoso edificio que hoy conocemos, en cuyos jardines han caminado más de 50 generaciones de médicos (figs. 21-23).
Figura 21. Nueva Facultad.
Figura 22. Alumnos en el jardín.
Figura 23. Alumnos en el jardín
Venimos de una gran Universidad con una historia admirable desde que fue Colegio Seminario, Instituto Literario, Instituto Científico y Literario, y en 1943 Instituto Científico Literario y Autónomo que en 1956 pasó a ser la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) que ha dado grandes hombres en todas sus carreras, en todos los tiempos. Ex-alumnos llenémonos de orgullo (fig. 24).
Figura 24. Universidad Autónoma del Estado de México.
* Autor para correspondencia:
fmejiagarduno@yahoo.com.mx. (J. Mejía-Ortega).