Se reportan nuevos avistamientos de águila real durante 3 años consecutivos (2007-2010) en 2 localidades de la sierra El Mechudo (El Saucito y las Tarabillas), Baja California Sur. Los avistamientos, se realizaron con cámarastrampa y por observación directa. En BCS, los registros más recientes son de la sierra de la Laguna en el 2000. Se han detectado al menos 4 individuos diferentes, entre juveniles y adultos. La importancia de estos nuevos avistamientos reside en que por primera vez se registra la presencia del águila real en cuerpos de agua dulce.
We report new sightings of Golden Eagle for 3 consecutive years (2007-2010) at 2 localities of the Sierra El Mechudo (El Saucito and Tarabillas), Baja California Sur. These sightings were recorded with camera traps and by direct observation. Most recent records from BCS are for the Sierra de la Laguna in 2000. At least 4 different individuals, both juveniles and adults, have been recorded. The importance of these new sightings is that for the first time we registered Golden Eagles infresh water wetlands.
El Águila Real (Aquila chrysaetos) es una de las aves rapaces de mayor tamaño que existen en el mundo y se distribuye a lo largo de las regiones paleártica, neártica y marginalmente en las regiones indomalaya y africana (Bent, 1961; Del Hoyo- Elliot y Sargatal, 1994; Ferguson- Lees y Christie, 2001). De acuerdo con la literatura, se han descrito 7 subespecies en el mundo, incluida la de Norteamérica, considerada como la más grande y oscura (Bent, 1961; Del Hoyo-Elliot y Sargatal, 1994).Para esta última, la distribución es desde Alaska, norte de Canadá y Estados Unidos de América hasta la altiplanicie meridional de México (Del Hoyo-Elliot y Sargatal, 1994; A.O.U., 2000; Wheeler, 2003; SEMARNAT, 2008). Por otro lado, Ceballos y Márquez (2000) refieren que sólo Aquila chrysaetos canadensis se encuentra distribuida dentro de la República Mexicana.
Las características morfológicas más sobresalientes del águila real son su coloración café oscuro con plumas de color dorado en la región del manto y coronilla. Las águilas adultas presentan la parte ventral uniformemente café obscura y un poco clara en la base de la cola con color gris oscuro. Los individuos inmaduros o juveniles son de color café con parches blancos en la base de las plumas de vuelo. La cola presenta una banda terminal oscura y una banda ancha subterminal blanca. Durante las mudas posteriores, los subadultos van perdiendo la coloración blanca de las alas y la cola hasta alcanzar el plumaje adulto (Bent, 1961; Sibley, 2000; Wheeler, 2003; Liguori, 2004; Rodríguez-Estrella y Rivera-Rodríguez, 2005).
El águila real es una de las aves más estudiadas a nivel mundial; sin embargo, en México la información generada sobre su historia de vida es limitada. Los reportes conocidos muestran que sus poblaciones han disminuido de manera importante debido, principalmente, a que su hábitat está siendo fuertemente afectado, primordialmente por las actividades humanas (Rodríguez- Estrella y Rivera-Rodríguez, 2005; SEMARNAT, 2008; Nocedal,2010). Se estima que sus poblaciones, de cubrir un 50% del territorio nacional, actualmente se encuentran restringidas a pequeñas áreas aisladas en los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas (Rodríguez-Estrella et al., 1991; Nocedal, 1993, 2010; Rodríguez-Estrella, 2002; SEMARNAT, 2008). Debido a ésto, el águila real se halla catalogada como una especie amenazada, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010) e internacionalmente, se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) considerada como de preocupación menor (least concern- LC) y en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), como especie en peligro de extinción (CITES, 2008; IUCN, 2008; SEMARNAT, 2010). Debido a lo anterior, actualmente se están realizado diversas acciones para su conservación, entre las que se encuentra la puesta en marcha del Programa de Acción para la Conservación de la Especie (PACE) por parte de organizaciones gubernamentales e instituciones de investigación científica (SEMARNAT, 2008).
Howell y Webb (1995) consideran que las águilas reales son reproductoras residentes en los estados de Baja California, la parte noreste de Sonora, Chihuahua, Coahuila, suroeste de Nuevo León, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, norte de Jalisco, Aguascalientes y norte de Guanajuato e invernante en Baja California Sur y noroeste de Sonora. Sin embargo, se han identificado parejas reproductoras y anidaciones en algunas sierras (Santa Martha, Santa Clara y San Francisco) dentro del desierto de Vizcaíno, en la parte norte de Baja California Sur, así como ciertas áreas de las islas Espíritu Santo y La Rivera, y la sierra de la Laguna, en la parte central y sur de este estado, puesto que hay registros de adultos e inmaduros en los meses en que ocurre la reproducción (Rodríguez- Estrella, 2002;Rodríguez-Estrella y Rivera-Rodríguez, 2005). Asimismo, Rodríguez-Estrella (2002) menciona que para esta parte de la península, existen 2 poblaciones de águila real, donde una de ellas podría ser migratoria y la otra residente en continua reproducción; no obstante, en la actualidad no hay publicaciones que aporten mayor información al respecto. Por su parte, Wilbur (1987) y la A.O.U. (2000) señalan que en la parte norte de la península de Baja California los individuos adultos son considerados como residentes, mientras que los juveniles son lo que migran y se dispersan a diferentes sitios; entretanto, para el estado de Baja California Sur, sólo se han confirmado registros invernales.
Los primeros avistamientos históricos del águila real en Baja California Sur pertenecen a Hill y Wiggins (1948) en el cañón de La Purísima y a Banks (1963), en la isla Cerralvo. Posteriormente, entre 1984 y 1990 se reportaron 32 individuos en 15 avistamientos en distintas zonas. Carmona et al. (2002) y Rodríguez-Estrella (2002) mencionaron avistamientos en 1995 y 1998 de 3 individuos, de los cuales 2 son juveniles avistados en la isla de Espíritu Santo y 1 adulto en la sierra de Santa Clara. Rodríguez-Estrella (2002) menciona el avistamiento de 1 individuo subadulto de águila real en la parte alta de la sierra de la Laguna, siendo éste el último reporte para Baja California Sur.
Los avistamientos se registraron en 2 localidades diferentes de la sierra El Mechudo, en el extremo sur de sierra La Giganta: El Saucito (24°20.04’ N, 110°42.40’ O) y Las Tarabillas (24°26.92’ N, 110°47.80’ O) (Fig. 1). Ambas zonas constituyen arroyos dentro de cañones con paredes escarpadas que presentan características similares en cuanto a topoformas y vegetación de tipo xerófilo (Mesa-Zavala, 2008).
Los registros se obtuvieron mediante el uso de cámaras-trampa digitales marcas Moultrie modelo MFHDGS-100v de 2.1 megapixeles y Bushnell Trophy Cam modelo 119405 de 5.0 mega pixeles, activadas por sensor infrarrojo con sensibilidad de 10 m de longitud y 6.7m de ancho, con un flash que ilumina a una distancia de 1.5 a 9m y ubicadas a la orilla de diversos cuerpos de agua superficial, en periodos de 7 días por mes.
La identificación de las águilas se fundamentó principalmente en las características de coloración del plumaje, distinguiendo entre juveniles y adultos (Sibley, 2000; Wheeler, 2003; Liguori, 2004). Los registros de octubre de 2007, abril de 2009 y noviembre de 2010, fueron realizados por medio de cámaras-trampa (Figs. 2, 4, 5) y el registro de enero de 2008 fue una observación directa y fotografiada con cámara digital Canon EOS T2I modelo 4462B001AA (Fig. 3). El avistamiento de 2007 constó de una serie de 12 fotografías continuas en un periodo de 10min, en los que se observa al águila dentro de una de las pozas de agua. Por lo que respecta a la zona de avistamientos, no se tiene conocimiento de observaciones de águilas reales en ninguna otra fecha.
El individuo registrado en abril de 2009 se consideró como adulto, debido a la coloración café obscura en la mayor parte del cuerpo y plumas color dorado en la parte dorsal y la cabeza (Bent, 1961; Sibley, 2000; Wheeler, 2003; Liguori, 2004), mientras que los individuos registrados en octubre de 2007, enero de 2008 y noviembre de 2010, se identificaron como juveniles, ya que se observan perfectamente los parches blancos en las plumas de vuelo, además de las bandas blancas en la cola, características típicas de juveniles o subadultos (Bent, 1961; Sibley, 2000; Wheeler, 2003; Liguori, 2004; Rodríguez-Estrella y Rivera Rodríguez, 2005).
Consideramos la posibilidad de que la presencia de individuos de águila real en estas localidades se deba principalmente a la disponibilidad de agua y de presas potenciales, ya que en estos lugares también se ha registrado la presencia de crías de borrego cimarrón (Ovis canadensis), venado bura (Odocoileus hemionus), además de otros pequeños mamíferos (roedores, liebres y conejos) y vertebrados que constituyen la dieta del águila (Monson y Sumner, 1980; Eakle y Grubb, 1986; Tavizón y Díaz, 1995; Sánchez-Zapata et al., 2010).
Agradecemos al CIBNOR por el apoyo otorgado a través de proyectos institucionales y a la Conabio por el financiamiento del proyecto GN024. A los técnicos Franco Cota y Abelino Cota por su ayuda en el campo, al Dr. Gustavo Arnaud Franco, M. en C. Edgar Amador, del Programa de Planeación Ambiental y Conservación del CIBNOR, por sus valiosos comentarios al manuscrito, así como al Ing. Joaquín Rivera por la elaboración del mapa. Además, agradecemos de manera muy particular a los revisores anónimos por sus valiosos comentarios que ayudaron a enriquecer este trabajo.