El pasado martes 17 de diciembre, 2013 en la Ciudad de México, D. F., falleció el Dr. Marcos Rafael Lamothe y Argumedo, Curador de la Colección Nacional de Helmintos, Investigador del Instituto de Biología, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y profesor de innumerables generaciones de biólogos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Originario del Distrito Federal, nació el 25 de abril de 1932, hijo del Dr. Rafael Lamothe Vergara, médico militar y la Sra. Hermelinda Argumedo. Realizó su educación primaria, media y profesional en la ciudad de México. Ingresó a la Escuela Nacional de Medicina; sin embargo, posteriormente se matriculó en la carrera de Biología, en la Facultad de Ciencias, UNAM, titulándose como biólogo en 1963, como Maestro en Ciencias (Biología) en 1974 y como Doctor en Ciencias Biológicas en 1990. Su acercamiento a la investigación en la taxonomía de monogéneos para su tesis de licenciatura lo llevó a toda una vida dedicada a la parasitología de animales silvestres.
En 1960, el Maestro Lamothe fue invitado por la Maestra Leonila Vázquez al Instituto de Biología, UNAM y posteriormente fue adscrito al laboratorio de Helmintología del Departamento de Zoología, bajo la dirección del Dr. Eduardo Caballero y Caballero, colaborando directamente con la M. en C. Margarita Bravo Hollis, su mentora académica. Desde entonces, el Dr. Lamothe y Argumedo se desarrolló en el Laboratorio de Helmintología del Instituto de Biología, primero como Auxiliar de Investigador (1960 - 1961), luego como Ayudante de Investigador (1961 - 1962), posteriormente como Investigador Asociado (1962 - 1967), alcanzando la máxima categoría académica en la UNAM, Investigador Titular “C” desde 1990. Nombrado Curador de la Colección Nacional de Helmintos desde 1979, cuando la Maestra Bravo Hollis se retiró de la labor académica dejando vacante este puesto. En el año 2009 recibió de manos del Rector de la UNAM la medalla al Mérito Universitario, por sus 50 años de labor docente.
Publicó más de 130 trabajos de investigación (además de 26 capítulos de libros y 4 libros), primordialmente sobre taxonomía de varios grupos de helmintos. Comenzó a publicar desde 1961, dando a conocer una gran cantidad de taxa nuevos para la ciencia (en total describió 41 especies, 17 géneros y 2 subfamilias de helmintos), contribuyendo así a generar una base sólida de conocimiento científico, principalmente sobre los monogéneos y tremátodos parásitos de peces marinos y anfibios; también abordó otros grupos biológicos como los turbeláridos y los temnocéfalos. Fue pionero en la investigación de la fauna helmintológica que afecta a los peces dulceacuícolas de México. Si bien su actividad científica se abocó decididamente a la taxonomía, se interesó también en las zoonosis, dedicando un considerable impulso a la investigación, primero de la paragonimiasis (1976) y más tarde (1988) de la gnathostomiasis humana y sus relaciones con los animales silvestres en México. Durante el 2013, preparó su última obra sobre las zoonosis parasitarias en el mundo.
El Dr. Rafael Lamothe y Argumedo detectó con mucha anticipación a la época actual la importancia y la necesidad de la taxonomía biológica como actividad científica de primera magnitud y así lo apuntó en sendas publicaciones (1982, 1989). Puntualizó la necesidad de la labor taxonómica, trazando con claridad y energía los ejes principales para lograr el desarrollo necesario en esta disciplina en nuestro país, en particular, sin soslayar la amplitud mundial de esta meta.
Sus publicaciones han sido bien recibidas por la comunidad científica del mundo, sus ideas y propuestas fueron ampliamente discutidas; la gran mayoría de sus denominaciones, descripciones, claves de identificación y clasificaciones han sido ampliamente aceptadas por la comunidad científica. Los productos de su labor académica han alcanzado ya un lugar permanente en la estructura científica al ser analizados y recogidos en los principales libros que compendian el estado actual de la taxonomía de helmintos. Su tarea académica fue reconocida ampliamente mediante múltiples homenajes nacionales ya desde la década de los 90 del siglo pasado (Homenaje, XII Congreso Nacional de Zoología, Monterrey, Nuevo León, diciembre 1993) y con multitud de especies (principalmente de helmintos) denominadas en su honor (39 taxa le fueron dedicados). Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1984 y la comunidad científica nacional reconoció el gran valor de su labor y su productividad científica otorgándole el reconocimiento Investigador Nacional Nivel III, desde el año 2010 hasta su deceso.
Parte central de su labor académica fue su entrega al establecimiento, enriquecimiento y manejo de la Colección Nacional de Helmintos (CNHE). Desde temprana época en su desarrollo como investigador, participó al lado de su mentora, la Maestra Bravo Hollis en las labores de curación y manejo de la CNHE. Su interés por impulsar el buen desarrollo de esta Colección Nacional, por su cuidado y difusión, por propiciar su aprovechamiento científico y buen uso, fue incansable. Trabajó por el enriquecimiento de la CNHE mediante sus propias recolectas, procesamiento, tinciones, estudio y determinaciones taxonómicas; atrajo buena cantidad de recursos económicos externos (le fueron aprobados 17 proyectos con recursos extraordinarios) para equipar y propiciar el buen desarrollo de la CNHE. Junto con la Maestra Bravo Hollis y el Biól. Jorge Caballero Deloya, sistematizaron el acervo de la CNHE, generando los primeros catálogos (1985), décadas antes de que se hiciera evidente la necesidad de contar con estas herramientas esenciales para el desarrollo científico. Bajo la guía del Maestro Lamothe, se conformó una biblioteca especializada como parte de la CNHE; para él fue natural, nació, creció y vivió entre libros. La valoración y apreciación de la palabra escrita, del libro, del sobretiro, siempre fue un distintivo de su actitud. Contar con esta orientación antes de la era de “internet” constituyó un apoyo invaluable, posibilitó la actualización y mantuvo a su laboratorio, el laboratorio de Helmintología, siempre en la primera línea de generación de conocimiento científico. Dedicó incontables horas de su labor a la formación de recursos humanos. Formó grupos de investigación y sus alumnos activos actualmente desarrollan diversos proyectos en el Colegio de Posgraduados de Chapingo y diversas universidades del país como Baja California Sur, Colima, Chiapas, Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Tabasco y Yucatán.
Siempre trabajó con gran dedicación en pro de su Alma Mater, la Universidad Nacional Autónoma de México: como preparador de laboratorios y como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria Núm. 2 (1958 - 1961), como Jefe de Laboratorios en la Facultad de Ciencias (1969 - 1973), como miembro de muchas comisiones académicas. Desarrolló diversas actividades editoriales en el Instituto de Biología desde 1969. Se abocó con gran entusiasmo a impulsar la publicación de los Anales del Instituto de Biología, de la cual fue editor entre 1970 y 1974. Su labor editorial se caracterizó por la generosidad de su entrega, a través de ella compartió su experiencia en la publicación de conocimientos científicos, no sólo con científicos de la UNAM y de México, sino más ampliamente incidiendo en el desarrollo científico de Iberoamérica primordialmente. La revisión por pares académicos se tornó un proceso habitual en los Anales y la revisión cuidadosa, desinteresada y generosa del Dr. Lamothe, pasó a contarse como una de las ventajas de someter un manuscrito a esta revista.
El Maestro Lamothe fue ante todo, maestro, mentor, guía, formador de innumerables generaciones, encausó vocaciones, guió vidas y abrió caminos con su generosa y desinteresada entrega. Impartió cátedra desde nivel medio, en el bachillerato (1960 - 1966), en la licenciatura (impartió cátedra en la Facultad de Ciencias, UNAM desde 1964) y el posgrado. Trasmitió su curiosidad personal, su interés y amplio conocimiento sobre la biota, su estructura y función, más allá de la helmintología que fue el campo de su especialidad. En el bachillerato de la Escuela Nacional Preparatoria impartió clases de Botánica, Zoología, Biología General y Básica, y de Antropología. Sus clases de invertebrados en la licenciatura (Zoología II, Biología de Animales 1) fueron soberbias, apasionantes, siempre renovadas, siempre llenas de vivencias. Incansable en el campo, en los ríos, en el mar, bajo cada roca, siempre encontraba una enseñanza para trasmitir. La Parasitología y la Helmintología fueron su especialidad, la claridad con que trasmitió sus conocimientos sólo alcanza parangón con su propia pasión por trasmitirlos. Contagió su amor por los libros, por la generación de conocimiento, por la investigación. Abogó siempre por la necesidad de publicar, por la palabra escrita, por trascender a la simple generación de datos. Impartió clases en numerosas universidades del interior de la República (sería más corto numerar las universidades mexicanas en las que no dictó cátedra). Continuó impartiendo verdaderas clases frente a grupos, hasta cuando su salud se lo permitió y continuó trasmitiendo su saber generosamente, a quién se lo solicitase, hasta el último de sus días. Aún reconociendo su título académico, Doctor en Ciencias, siempre se reconocerá primero su calidad humana llamándolo Maestro.
La helmintología de animales silvestres de México lleva ya 85 años, de los cuales, los últimos 55, tienen la marca imperecedera de la presencia académica del Maestro Lamothe, de su rectitud, afabilidad, bonhomía, de su intensa entrega a la vida y a la Universidad Nacional Autónoma de México.