En este trabajo se presenta evidencia del tapir centroamericano (Tapirus bairdii) obtenida en la sierra Norte de Oaxaca por medio de cámaras-trampa durante marzo y abril de 2012, confirmando su presencia en esta región.
This paper presents evidence of the Baird's tapir (Tapirus bairdii) obtained in the Sierra Norte de Oaxaca by camera traps in March and April 2012, confirming its presence in this region.
El tapir centroamericano (Tapirus bairdii) es el mamífero terrestre nativo más grande del neotrópico (Hall, 1981; Brooks et al., 1997). Puede habitar desde el nivel del mar hasta los 3 600m snm, en pantanos, manglares, bosque tropical perennifolio, vegetación acuática y subacuática, bosque tropical subcaducifolio y en bosque mesófilo de montaña (Matola et al., 1997; Castellanos et al., 2008). Su distribución histórica abarcaba desde el centro-sur de México, a lo largo de Centroamérica hasta el noroeste de Colombia en Sudamérica. Actualmente su distribución está fragmentada y persiste en áreas conservadas, poco accesibles y conbaja presencia humana (Matola et al., 1997; Tobler, 2002). Se considera que existe hábitat adecuado en el sureste de México, Guatemala, norte de Costa Rica, noreste de Honduras, vertiente del Caribe de Panamá y el Darién-Choco, entre Panamá y Colombia (Matola et al., 1997; Flesher, 1999; March y Naranjo, 2005; Chassot et al., 2006; Lira et al., 2006; Castellanos et al., 2008; García et al., 2011). En México el tapir centroamericano está catalogado como una especie en peligro de extinción (Semarnat, 2010) y globalmente se le considera en peligro (IUCN, 2012), debido a que su área de distribución se ha reducido por la cacería, la pérdida y fragmentación del hábitat y por la susceptibilidad de extinción por su baja tasa reproductiva (Matola et al., 1997).
En México se encontraba desde el centro de Guerrero, en la planicie costera del Pacífico y el centro de Veracruz, por la planicie costera del golfo de México, convergiendo en el istmo de Tehuantepec, Chiapas y en la península de Yucatán (Lira et al., 2005; March y Naranjo, 2005; Nolasco et al., 2007). Su distribución se ha reducido y en la actualidad quedan algunas poblaciones en Chiapas (Naranjo y Cruz, 1998), Oaxaca (Lira et al., 2006), Campeche, Quintana Roo y Yucatán, en el noroeste y sureste de la península de Yucatán (March y Naranjo, 2005).
En el estado de Oaxaca, la presencia histórica del tapir centroamericano se basa en esqueletos albergados en colecciones científicas, recolectados en las subprovincias fisiográficas (Ortiz-Pérez et al., 2004): planicie costera del istmo de Tehuantepec (AMNH: 206834 y 208259; Goodwin, 1969) y sierra Madre de Oaxaca y Chiapas (región de los Chimalapas; CAS: 14934). Existe la fotografía de un ejemplar cazado en la depresión del istmo de Tehuantepec y registros obtenidos por entrevistas aplicadas en la planicie costera del Pacífico y planicie costera del istmo de Tehuantepec (Lira et al., 2006).
Se han documentado registros recientes por medio de huellas, restos óseos y observación directa de individuos en las subprovincias: planicie costera del golfo de México, sierra Madre de Oaxaca, sierra Madre del Sur de Oaxaca y Chiapas, y planicie costera del Pacífico (Lira et al., 2006); en la planicie costera del istmo de Tehuantepec, por un animal cazado por habitantes locales (Delfín-Alonso et al., 2008) y en el cerro de Las Flores, sureste de la sierra Madre de Oaxaca, mediante el hallazgo de los restos óseos de un animal muerto en un incendio y por huellas (Peña, 2010). Con el empleo de cámaras-trampa, Lira y Briones-Salas (2011) registraron al tapir centroamericano en la selva Zoque, en la subprovincia sierra Madre del Sur de Oaxaca y Chiapas, y encontraron que es uno de los mamíferos grandes con mayor abundancia relativa de la zona, debido probablemente, por la baja densidad humana en la región.
La sierra de Villa Alta se localiza entre las coordenadas geográficas 17°20’ y 17°40’ N, −96°05’ y −96°20’ O, en la sierra Norte, subprovincia Sierra Madre de Oaxaca (Fig. 1). Presenta un gradiente altitudinal norte-sur, de 200 a 2 400m snm. Los principales tipos de clima son cálido húmedo A(f), con una precipitación pluvial de 4003.2mm anual y una temperatura media anual entre 22 a 24° C y semicálido húmedo (A)C(fm), con una precipitación pluvial de 3 800mm anual y una temperatura media anual de 18 a 22° C (Trejo, 2004). El bosque mesófilo de montaña y el bosque tropical perennifolio cubren 88% de la superficie de esta sierra (Inegi-IGUNAM-Ine, 2000).
Localización de registros de tapir centroamericano (Tapirus bairdii) en la sierra Norte, sierra Madre de Oaxaca, México. Círculos blancos, registros indirectos (Lira et al., 2006); círculos negros, registros con cámaras-trampa.
Como parte de un estudio de mamíferos de la sierra de Villa Alta, a partir de marzo de 2012 se establecieron 21 estaciones equipadas con una cámara-trampa en cada una (16 Cuddeback expert 3.1 Mpx® y 5 Cuddeback capture 3.1 3.1 Mpx®). Las estaciones estuvieron espaciadas entre 1 y 2.5km, dentro de bosque mesófilo de montaña y bosque tropical perennifolio. Con un esfuerzo de muestreo de 764 días-cámara se obtuvieron 4 fotografías de tapir centroamericano, en 2 estaciones. Las fotografías correspondieron a 2 eventos independientes (Monroy-Vilchis et al., 2011). El primer evento ocurrió el 27 de marzo a las 21:14h (Fig. 2a; 17°30'15.2” N, −96°14'07.5” O, 1 612m snm) y el segundo el 13 de abril a las 02:16h (Fig. 2b; 17°31'01.0” N,−96°12'0.2” O, 1 650m snm); ambos registros se presentaron en el bosque mesófilo de montaña. Las marcas en el pelaje indican que podría tratase del mismo individuo. Las evidencias fotográficas sucedieron en estaciones separadas por 4km y colocadas a 3.2 y 4.7km de distancia de la población humana, y a 3.8 y 2.3 del borde de terreno empleado para la agricultura más cercanos, respectivamente. Por otro lado, estos registros se encuentran a 12 y 15km de los indicios más cercanos (Lira et al., 2006; Fig. 1). La presencia hipotética del tapir centroamericano en la sierra de Villa Alta es reportada por Lavariega et al. (2012) a través de entrevistas realizadas a habitantes locales de las comunidades Santiago Camotlán y San Miguel Reagui. Por tanto, estas fotografías confirman la presencia de tapir centroamericano en esta zona.
Fotografías de tapir centroamericano (Tapirus bairdii) con cámaras-trampa en la sierra Norte, sierra Madre de Oaxaca, México. Montado de ficha de acuerdo con Botello et al. (2007).
Los bosques y selvas de la sierra Madre de Oaxaca conforman un macizo de vegetación casi continuo, interrumpido en partes por los cañones de ríos y caminos que comunican a los poblados; sólo la carretera interestatal Oaxaca-Tuxtepec secciona completamente, con dirección norte a sur, el continuo de vegetación. Por ello, se esperaría la presencia del tapir centroamericano a lo largo de la sierra Madre de Oaxaca; sin embargo, Figel et al. (2009, 2011) evaluaron la presencia del jaguar y la percepción que los habitantes tienen sobre esta especie, utilizando cámarastrampa y entrevistas, respectivamente, en la región de la Chinantla, a 70km al noroeste de la sierra de Villa Alta, reportan como presas potenciales a los ungulados Pecari tajacu, Mazama americana y Odocoileus virginianus, sin encontrar evidencia de la presencia del tapir. Por tanto, es posible que la distribución actual del tapir centroamericano tenga su límite de distribución septentrional en los bosques de Ixtlán, continuando por las sierras de Villa Alta y Mixe, y que la superficie de hábitat propicio para esta especie en la sierra Madre de Oaxaca sea mayor al estimado por Lira et al. (2006).
Finalmente, cabe destacar que distintas comunidades rurales de la sierra Madre de Oaxaca se encuentran dentro del programa gubernamental: Pago por servicios ambientales (Psa), en el que las comunidades reciben incentivos económicos por conservar sus bosques. Incluso algunas comunidades han designado parte de su territorio como: Áreas voluntarias de conservación, y como parte de sus programas de manejo tienen prohibida la cacería (Ortega et al., 2010), lo que contribuye a la conservación de la especie en esta región. Aunado a ello, una evaluación de la abundancia y densidad de tapir centroamericano y de su hábitat en la sierra Madre de Oaxaca, ayudaría a formular estrategias de manejo encaminadas a la preservación de la especie.
Agradecemos a los habitantes y autoridades de San Francisco Yovego, San Miguel Reagui, Santiago Camotlán y Santa Catarina Yetzelalag, Oaxaca por permitirnos trabajar en sus bosques. A la familia Sarmiento por las facilidades prestadas en el Rancho Yajoni. A G. Monroy-Gamboa, I. Lira, J. Sosa; así como a los 2 revisores anónimos que realizaron las observaciones y comentarios que ayudaron a mejorar el manuscrito. Estos datos se generaron durante la realización del proyecto Representatividad mastofaunística en las aéreas comunales protegidas del estado de Oaxaca (SIP: 20110547); Mario C. Lavariega agradece el apoyo de Conacyt y PIFI-IPN por la beca otorgada para estudios de maestría. Miguel Briones-Salas agradece a EDI y COFAA del IPN y al SNI el apoyo económico y reconocimiento.