La Revista Mexicana de Oftalmología ha sido, y seguirá siendo, la portavoz de esta vasta especialidad médica. Sin embargo, su consolidación está aún lejos de haber alcanzado la mayoría de edad, posición que merece enarbolar en el amplio campo de la excelencia.
Son ya muchos los años que nos hemos acostumbrado a verla como modesta participante en el desarrollo de nuestra profesión, a la sombra de las dos disciplinas espectaculares, de todos conocidas: la clínica y la cirugía. Esta situación le ha permitido sobrevivir muchos años, mas no desarrollarse en forma plena.
A principios del presente año, en su toma de posesión como presidenta de nuestra Sociedad, la doctora Lourdes Arellanes pronunció su resolución de transformar la revista, tanto en calidad como en difusión, buscando establecer las bases para su indexación al más alto nivel. Con base en este propósito, se han instrumentado diversas acciones, entre las que destacan tres que proporcionan una sólida base para iniciarnos en esta aventura: la administración electrónica de todo el proceso editorial, la creación de una plantilla de asesores editoriales para todas las subespecialidades así como la orientación y apoyo proporcionado por Elsevier, empresa editorial con amplio conocimiento en lo que requiere una revista para obtener una indexación de primer orden.
Estos cambios, sin embargo, no son responsabilidad exclusiva de los arriba mencionados; es mucho más importante la participación activa de los colegas que, como autores, deben actuar con la misma entrega con la que estudian un caso clínico, proporcionan un tratamiento farmacológico o una intervención quirúrgica.
Obtener la indexación del más alto nivel no es cosa de juego, todos los actores involucrados debemos sentirnos obligados para sus respectivas tareas.
Por todo lo anterior, convocamos a todos ustedes a darle un renovado impulso a nuestra revista para verla, pronto, en manos de todos nuestros colegas, nacionales e internacionales.
