Describir los resultados quirúrgicos de la técnica de facochop en pacientes diabéticos operados de catarata en el centro de microcirugía ocular del Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer.
MétodoSe realizó un estudio retrospectivo descriptivo durante el período de un año.
ResultadosEl sexo femenino fue el más representado, con mayor incidencia en pacientes de 70 y más años, las cataratas corticales y subcapsulares posteriores fueron más frecuentes, la agudeza visual mejor corregida (AVMC) que predominó durante el preoperatorio fue de 0.4 a 0.6, y en el postoperatorio fue de 0.7 a 1, la rotura de cápsula posterior fue la complicación más frecuente en el transoperatorio y la endotelitis en el postoperatorio; como promedio la pérdida celular fue poca.
ConclusionesLa técnica quirúrgica de facochop muestra resultados beneficiosos, con mejoría visual evidente, mínima incidencia de complicaciones y de pérdida celular endotelial.
Describe the results of the facochop cataract surgery in diabetic patient in ocular microsurgery center of the Cuban Institute of Opthalmology Ramón Pando Ferrer.
MethodA retrospective descriptive of transversal study during a period of one year.
ResultsFemale were the most represented, with the highest incidence in patient aged 70 years and over, cortical and posterior subcapsular were the types of cataract most frequent, the best correction visual acuity in the preoperative moment predominated was of 0.4 to 0.6 and in the postoperative moment predominated was the 0.7 to 1.0. Respect to complications the posterior capsule rupture was the most frecuent complication in the preoperative and endothelitis in the postoperative period. The average of cell loosed was few.
ConclusionsThe facochop surgical technique shows beneficial results, with obvious visual improvement, low incidence of complications and few endothelial cell losses.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, si consideramos las causas de ceguera a nivel mundial, la catarata ocupa el primer lugar con un 47.9% de los casos1, en rangos de un 5% en Europa y Norteamérica a más de un 50% en países con altos niveles de pobreza.
La ceguera por catarata es un problema de salud pública de gran proporción a nivel mundial, con 15 millones de casos a fines de la década pasada y se espera que alcance los 40 millones para el año 20252, sobre todo en regiones en vías del desarrollo. En Latinoamérica el 60% de la ceguera corresponde a la catarata3,4.
La facoemulsificación es en la actualidad la técnica de elección para la extracción del cristalino, ya sea cataratoso o con finalidad refractiva. El 85% de todas las cirugías de catarata en EE. UU. se realiza con dicho procedimiento, y aproximadamente el 90% de los pacientes logran una agudeza visual de 20/40 o mejor5. La cirugía de la catarata es el método quirúrgico más común realizado alrededor del mundo. Entre sus técnicas quirúrgicas, la facoemulsificación es considerada una de las más difíciles de dominar6.
Es un proceder mecanizado de extracción extracapsular del cristalino encaminado a desintegrar el tejido lenticular utilizando vibraciones ultrasónicas de alta frecuencia para poderlo fragmentar y aspirar posteriormente a través de una pequeña incisión corneal autosellante7.
Se fue perfeccionando con la introducción de incisiones autosellantes (tunelizadas o valvuladas), de materiales viscoelásticos que protegen los tejidos intraoculares y facilitan realizar maniobras más seguras; la aparición de la capsulorrexis circular continua y las lentes plegables que se pueden implantar por incisiones cada vez más pequeñas, así como las modificaciones en los sistemas de automatización de las máquinas para un empleo más eficiente de la energía ultrasónica han permitido tiempos operatorios más cortos, procedimientos menos traumáticos, postoperatorios más breves, mejor tolerados, y resultados cada vez más satisfactorios y predecibles logrando una rehabilitación visual óptima. Todas estas innovaciones han convertido esta técnica en la forma de extracción del cristalino preferida por la mayoría de los oftalmólogos que cuenten con los medios para realizarla8.
Existen múltiples técnicas para realizar la emulsificación del cristalino y pueden dividirse para su mejor comprensión en supracapsulares (técnica del carrusel), endocapsulares (Chip and Flip, Divide and Conquer, Crack and Flip, Prechop, Stop and Chop, Facochop, Karate-chop) y mixtas (Tilt and Tumble)9. Actualmente las técnicas endocapsulares son las más difundidas y practicadas por los cirujanos en el mundo, debido al menor riesgo de lesión endotelial que podría llevar al fracaso la cirugía9.
En 1992 Nagahara presenta la técnica de facochop, utilizando un segundo instrumento cortante llamado chopper para dividir el núcleo en varios pedazos10, basado en el principio de sustituir la energía ultrasónica anteriormente empleada de forma exclusiva para dividir y emulsificar el cristalino por energía mecánica mediante estos instrumentos de corte11.
Desde finales de la década de los 90 del siglo xx se introdujeron por primera vez en Cuba las modernas técnicas de facoemulsificación del cristalino cataratoso en el Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer. En el 2000 esta institución promovió la realización de la facoemulsificación coaxial y paralelamente se realizaron múltiples investigaciones con grupos de estudios, implementando varias de las técnicas de facoemulsificación descritas hasta la fecha12. La más desarrollada en los servicios de oftalmología en Cuba es el facochop13.
La diabetes mellitus en nuestro país tiene una prevalencia de un 9.5% en la población general, siendo en menores de 50 años de un 6% y en mayores de 50 años de un 10-15%. De estos, el 50% de los pacientes necesitan una cirugía de catarata14.
La disminución de la visión es la principal indicación de la cirugía de la catarata, aunque los requisitos varían de una persona a otra. La cirugía está indicada cuando la disminución de la visión producida por la catarata causa dificultades para la realización de las actividades de la vida diaria15.
Las incisiones en córnea clara son las preferidas por muchos cirujanos para la extracción de catarata con facoemulsificación. Es bien conocido que la incisión temporal de 2.75mm cambia muy poco la arquitectura corneal, el túnel corneal es corto en este sector y la presión ejercida por los párpados favorece la impermeabilidad de la incisión. Las incisiones pequeñas tienen muchas ventajas: reducción del tiempo de recuperación anatómica, menor astigmatismo, menor aplanamiento de la cámara anterior en el postoperatorio, reducción de las complicaciones hemorrágicas, mayor preservación de la forma corneal y rápida recuperación visual16.
Las incisiones de 3-3.2mm realizadas por delante de la arcada vascular en córnea clara por vía temporal son capaces de inducir un cambio mínimo del cilindro de 0.25-0.50D, para algunos autores consideradas anastigmáticas17.
La localización temporal de la incisión resulta menos astigmatogénica, por la mayor distancia entre el limbo temporal y el centro de la córnea, el paralelismo entre la posición de la incisión y la acción del párpado superior y la ausencia de fuerza en el músculo recto superior18.
Como toda técnica tiene desventajas; el uso de energía ultrasónica debe ser controlado por el cirujano, ya que su uso indiscriminadamente produce daños al endotelio y pueden producirse quemaduras corneales, sobre todo en el lugar de la incisión19.
El edema corneal persistente es una de las complicaciones más frecuentes en el postoperatorio. Su magnitud depende del trauma quirúrgico y del estado endotelial del paciente, el cual necesitará un trasplante corneal, para mejorar la visión. La primera causa de trasplante de córnea en EE. UU. se debe a queratopatía bullosa seudofáquica13.
Estas y otras complicaciones han llevado al cirujano a la optimización de la energía ultrasónica utilizada, tanto en tiempo como en poder de energía utilizado durante la cirugía. La disminución del tiempo operatorio resulta en la disminución del trauma sobre las estructuras intraoculares, especialmente el endotelio corneal, y reducción de la incidencia de endoftalmitis posquirúrgica20–22.
MétodoSe realizó un estudio descriptivo retrospectivo de corte transversal, de los resultados obtenidos después de la cirugía de catarata en pacientes diabéticos mediante facoemulsificación por facochop, en el centro de microcirugía ocular del Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer de enero del 2013 a enero del 2014.
La muestra estuvo constituida por todos los pacientes diabéticos (53 ojos) intervenidos por catarata en el período, a los que se le realizó dicha técnica quirúrgica por un mismo cirujano.
Criterios de inclusión- •
Pacientes diabéticos tipo 2, mayores de 18 años con catarata, sin lesiones en el fondo de ojo diagnosticadas antes de la cirugía.
- •
Con indicaciones de facoemulsificación.
- •
Consentimiento informado del paciente para realizar la cirugía y participar en el estudio.
- •
Cirugía realizada por un mismo cirujano.
- •
Hemoglobina glucosilada realizada hace menos de 3meses con valores por debajo de 6.5%23.
- •
Glucemia en ayunas el día de la cirugía con valores por debajo de 180mg/dl o 10mmol/L23.
- •
Decisión del paciente de retirarse del estudio.
- •
Imposibilidad para realizar el seguimiento establecido después de operado.
- •
Lesiones en el fondo de ojo diagnosticadas en el período posquirúrgico.
Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, complicaciones, agudeza visual sin corrección (AVSC), agudeza visual mejor corregida (AVMC) y conteo celular endotelial.
En el examen preoperatorio se realizó a todos los pacientes:
- •
Examen oftalmológico completo.
- •
Tensión ocular mediante tonómetro de aire.
- •
AVSC y AVMC, tomada según la cartilla de Snellen.
- •
Conteo endotelial mediante microscopio endotelial de no contacto SP 3000.
- •
Interferometría óptica coherente: determinación de queratometría, longitud axial, profundidad de la cámara anterior y cálculo del LIO.
- •
Exámenes complementarios: hemograma, electrocardiograma, glucemia en ayunas, hemoglobina glucosilada, colesterol, triglicéridos y estudio de la función renal.
El seguimiento se realizó al día siguiente de la cirugía, a los 7días, 15días y al mes de la intervención; realizamos examen oftalmológico completo que incluye anexos, segmento anterior, medios, fondo de ojo, reflejos pupilares y tensión ocular. Al mes de la intervención realizamos agudeza visual sin corrección y con corrección. Los datos de la microscopia endotelial fueron tomados 30días después de la cirugía para todos los pacientes.
Todas las cirugías fueron realizadas con equipo Nidek CV 7000.
Se realizaron en todos los pacientes las 2 incisiones principales en 2 planos, vertical y diagonal, de 2.75mm en el meridiano más curvo con queratomo trapezoidal de diamante y paracentesis secundaria de 1mm con queratomo de diamante a 90¿ una de otra, por córnea clara.
Para la fijación del núcleo ultrasonido de los fragmentos se utiliza el poder de ultrasonido en 40% lineal, modo burst continuo; para la emulsificación de pequeños fragmentos se pasa a modo de ultrasonido pulsado a 12 pulsos por segundo y vacío de 300mmHg.
Para la aspiración del epinúcleo, asistida o no con ultrasonido, se utiliza el modo pulsado a 7 pulsos por segundo, poder de ultrasonido al 10%, vacío en 300mmHg.
La aspiración de restos corticales se realiza con un vacío de 350mmHg.
La media de los parámetros facodinámicos empleados fueron: la potencia de ultrasonido utilizada en todo el estudio fue de 22%±6.14desviaciones estándar (DE), el tiempo de ultrasonido consumido fue de de 55.27seg±19.17DE, el tiempo de facoemulsificación efectivo utilizado fue de 30.65seg±10.54DE.
En todos los casos se implantó el lente intraocular plegable Ocuflex RYCF.
Se confeccionó una base de datos en MS Excel y se empleó el sistema SPSS versión 20 para el procesamiento y presentación de los resultados. Para resumir los datos se usó el número y el porcentaje.
Para la clasificación de la opacidad del cristalino según el sistema de LOCS III24, se le aplicó una gota de tropicamida con fenilefrina y a los 15min una segunda dosis del medicamento, para obtener una midriasis farmacológica mayor de 5mm. Se procedió a exploración biomicroscópica con lámpara de hendidura con una angulación del haz de luz a 45¿ con respecto al ojo y enfocando el sistema óptico a nivel del núcleo para de esta forma poder graduar el color del núcleo y la opalescencia del núcleo. Se utilizó la técnica de retroiluminación para establecer el grado de las corticales y subcapsulares posteriores24.
Para comparar el resultado de la agudeza visual en el pre- y postoperatorio se hizo a través de 2 técnicas no paramétricas, la prueba de los rangos con signo de Wilcoxon y la prueba de los signos para muestras pareadas.
Para identificar las complicaciones más frecuentes se llevó a cabo la distribución de frecuencia de dicha variable siendo esta una técnica de la estadística descriptiva.
Para determinar la pérdida celular endotelial, se realizó microscopia endotelial (conteo celular) antes y después de la intervención; a los 30 días después de la cirugía, se realizó el cálculo en ambos momentos y se determinó la diferencia.
Esta investigación se ajusta a los principios éticos establecidos en la declaración de Helsinki.
Se le informa al paciente de los objetivos del estudio así como de sus posibles riesgos. Se confeccionó un documento donde se plasma por medio de su firma la voluntariedad del paciente para participar en el estudio, la cual constituye el acta de consentimiento informado.
ResultadosAl analizar la distribución de pacientes según edad y sexo, observamos que el sexo femenino fue el más representado con el 56.6% por el 43.39% del masculino, con predominio del grupo de edad de 70 años y más con el 56.6% (tabla 1).
Distribución de los pacientes según edad y sexo
Edad | FemeninoN.o | % | MasculinoN.o | % | Total | % |
---|---|---|---|---|---|---|
<50 años | 2 | 3.77 | 2 | 3.77 | 4 | 7.54 |
50–59 años | 4 | −7.54 | 2 | −3.77 | 6 | 12.24 |
60-69 años | 7 | 13.2 | 6 | 11.32 | 13 | 24.52 |
70 años y más | 17 | 32.07 | 13 | 24.52 | 30 | 56.60 |
Total | 30 | 56.60 | 23 | 43.39 | 53 | 100 |
Fuente: Base de datos del centro de microcirugía ocular.
Predominaron las cataratas corticales y subcapsulares posteriores, y de ellas el grado 3 respectivamente. No se incluyeron en la tabla los grados 5 para los 3 tipos de opacidad, ni el grado 6 para las nucleares por ser 0 para estas categorías (tabla 2).
Grados de dureza de la catarata según sistema de clasificación de LOCS III
Grados | Nuclear | Cortical | Subcapsular posterior | Total |
---|---|---|---|---|
Grado 1 | ||||
N.o | 0 | 3 | 0 | 3 |
% | 0 | 5.66 | 0 | 5.66 |
Grado 2 | ||||
N.o | 4 | 8 | 11 | 23 |
% | 7.54 | 15.09 | 20.75 | 43.39 |
Grado 3 | ||||
N.o | 3 | 12 | 10 | 25 |
% | 5.66 | 22.64 | 18.86 | 47.16 |
Grado 4 | ||||
N.o | 0 | 2 | 0 | 2 |
% | 0 | 3.77 | 0 | 3.77 |
Total | ||||
N.o | 7 | 25 | 21 | 53 |
% | 13.2 | 47.16 | 39.62 | 100 |
Fuente: Base de datos del centro de microcirugía ocular.
La AVSC que predominó en el preoperatorio fue de 0.1-0.3, con el 50.94%, seguida de las menores de 0.1, mientras que la AVMC más frecuente fue de 0.4-0.6 seguida por 0.1-0.3.
La AVSC postoperatoria predominante fue de 0.7-1 con el 67.92%, seguida del grupo de 0.4-0.6 con el 26.41%, mientras que la AVMC estuvo representada por el grupo de 0.7-1, en el 96.22% de los ojos, solo un ojo con agudeza visual menor de 0.1 no evidenció mejoría. Existieron diferencias significativas entre los resultados del pre- y postoperatorio al obtener valores de p<0.05 (tabla 3).
AVSC y AVMC antes y después de la cirugía
Agudeza visual | Preoperatorio | Postoperatorio | Preoperatorio | Postoperatorio | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
AVSCN.o | % | AVSCN.o | % | p | AVMCN.o | % | AVMCN.o | % | p | |
<0.1 | 17 | 32.0 | 1 | 1.88 | 0.000 | 7 | 13.2 | 1 | 1.88 | 0.000 |
0.1–0.3 | 27 | 50.9 | 2 | 3.77 | 0.000 | 18 | 33.9 | 0 | – | 0.000 |
0.4–0.6 | 9 | 16.9 | 14 | 26.4 | 0.000 | 25 | 47.1 | 1 | 1.88 | 0.000 |
0.7–1.0 | – | – | 36 | 67.9 | 0.000 | 3 | 5.66 | 51 | 96.2 | 0.000 |
Totales. | 53 | 100 | 53 | 100 | 53 | 100 | 53 | 100 |
p=0.000.
Fuente: Base de datos del centro de microcirugía ocular.
La incidencia de complicaciones durante el transoperatorio fue de un 5.7%. La rotura de cápsula posterior (RCP) se presentó en un 3.77% y la desinserción zonular en un 1.9%. El 94.3% de los ojos no presentó complicaciones (tabla 4).
En cuanto a las complicaciones durante el postoperatorio, la más frecuente fue la endotelitis en un 13.20%, seguida del edema corneal en un 9.43% de los pacientes, experimentando además un 1.9% HTO transitoria y uveítis posquirúrgica. En el 86.80% de los ojos no se presentaron complicaciones (tabla 5).
Durante el preoperatorio el 62.28% de los ojos presentó un conteo celular en el rango de 2,500-3,000cél/mm2, seguido del 32.07% en 2,000-2,499cél/mm2, para un promedio celular de 2,539cél/mm2 en este momento. Luego de la cirugía, el 56.62% de los ojos presentó un conteo celular de 2,000-2,499cél/mm2, con un promedio de pérdida celular general de 254cél/mm2, que representa el 11.11% de las pérdidas celulares (tabla 6).
Conteo celular endotelial en el preoperatorio y postoperatorio
Conteo celular endotelial | PreoperatorioN.o | % | PostoperatorioN.o | % |
---|---|---|---|---|
<2,000cél/mm2 | 1 | 1.90 | 6 | 11.30 |
2,000-2,499 cél/mm2 | 17 | 32.07 | 30 | 56.62 |
2,500-3,000 cél/mm2 | 33 | 62.28 | 16 | 30.18 |
>3,000 cél/mm2 | 2 | 3.75 | 1 | 1.90 |
Total | 53 | 100 | 53 | 100 |
Promedio celular | 2539 | – | 2285 | – |
Pérdida celular promedio | – | – | 254cél | 11.11 |
Fuente: Base de datos del centro de microcirugía ocular.
Casi un 20% de los pacientes diabéticos mayores de 50 años están afectados además por cataratas, especialmente las mujeres; el paciente diabético tiene más riesgos de sufrir de catarata y más precozmente que un no diabético25.
Más del 82% de las personas con ceguera tienen 50 años de edad o más. Es probable que la contribución de las cataratas a la ceguera aumente debido al envejecimiento de la población y los intentos insatisfactorios para controlar esta enfermedad en los países de bajos y medios ingresos26; no existe otra forma de removerla, a no ser con tratamiento quirúrgico. La facoemulsificación es la técnica más avanzada para la cirugía de cataratas que existe hoy en día en el mundo, que permite una rápida recuperación visual del paciente27.
Este estudio mostró una relación directa entre la edad y la frecuencia de la catarata, que incrementa su porcentaje en pacientes seniles. Los resultados están en correspondencia con los del estudio de Hernández Silva et al.28, donde el 70.36% de los casos operados resultaron ser mayores de 51 años. Asimismo, otros estudios29 señalan que el grupo que predomina es el de mayores de 60 años. Estos resultados reafirman que la catarata es una afección del adulto mayor, ya que el cristalino, como consecuencia del envejecimiento, va aumentando en diámetro y grosor, comprometiendo su transparencia30.
En relación con el sexo, estadísticamente las mujeres tienen mayor esperanza de vida y predominan en la tercera edad con respecto a los hombres en casi todos los países, por lo que pueden presentar la catarata con mayor frecuencia. En el presente trabajo el comportamiento fue similar y las féminas constituyeron mayoría aunque con pequeña diferencia. Esto coincide con Hernández Silva et al.28 y Cárdenas Díaz et al.31, quienes reportan un predominio del sexo femenino en sus estudios en nuestro país.
Estudios como el Beaver Dam Eye Study32, el Blue Mountains Eye Study33 y el Barbados Eye Study34 son estudios que relacionan la catarata y la diabetes, y en ellos los tipos de cataratas más frecuentes halladas en diabéticos son las corticales y subcapsulares posteriores, coincidiendo con los resultados de nuestro estudio.
Las ventajas de la facoemulsificación, como técnica quirúrgica de elección en la cirugía del cristalino, son indiscutibles y hoy se utiliza en más del 90% de los pacientes operados en el mundo. También se reporta por encima de 97% en países como EE. UU.28,35.
Entre los inconvenientes para el desarrollo de esta técnica todavía se plantean la tecnología, por el alto costo del equipo y los accesorios e instrumental, así como la duración de la curva de aprendizaje. Además existen criterios diversos para su uso en cataratas duras, subluxadas, en la seudoexfoliación y en otros casos29.
La mayoría de los pacientes antes de la cirugía de catarata tienen una AVSC≤0.3 dioptrías (84%), y con corrección el 53% alcanza una visión≥0.4; sin embargo, al comparar los resultados una vez operados los pacientes el 94% logra una AVSC≥0.4, y en el 67.92% es>0.7, siendo este el resultado ideal para cualquier técnica quirúrgica. La AVMC≥0.7 se alcanza en más del 96% de todos los pacientes operados por esta técnica.
Investigaciones realizadas36 mostraron que pacientes que presentaban una AVMC preoperatoria de 0.4 alcanzaban un resultado posquirúrgico de 0.8. Hernández Silva et al.37 en sus observaciones hallaron en el preoperatorio que la AVMC promedio fue de 0.29 (IC 0.24-0.34) y en el postoperatorio mejoró de 0.58 a 0.70 con un promedio de 0.64.
Resultados similares publican Martin et al.38 y Lucca39, planteando que la AVMC a los 3meses es de 0.8. La mayoría de los estudios guardan relación con el nuestro al mostrar una mejoría visual evidente.
Las complicaciones transoperatorias más frecuentes fueron la RCP, en uno se produjo pérdida vítrea, además una desinserción zonular con pérdida vítrea, en 2 de ellos fue necesario el implante del LIO en posición no planificada. Cirujanos experimentados reportan una complicación por cada 100-200 casos operados27. Otros autores29 reportan un 21% de complicaciones, y de ellas el 19.2% fueron rotura de la cápsula posterior en relación con la desinserción zonular que por definición se produce en la periferia. Esta se ve favorecida por la fragilidad zonular que puede ser constitucional, causada por las maniobras de rotación del núcleo o durante el chopping del núcleo. También ocurre por tracción exagerada de la cápsula con la cánula de irrigación-aspiración; esto es reportado por el diseñador de la técnica como una de las principales complicaciones sobre todo en el inicio de la curva de aprendizaje40–42.
En su estudio Tsuneoka et al. reportaron un 0.1% de rotura de cápsula posterior sin salida de vítreo, un 0.5% de rotura de cápsula posterior con salida de vítreo y un 1.7% tuvieron lesión en iris43.
Las complicaciones postoperatorias que se encontraron fueron similares a las presentadas en otros estudios44; en ellos al igual que en nuestro estudio no se reporta endoftalmitis y la complicación más frecuentemente reportada fue el edema corneal. El edema corneal fue tratado en el postoperatorio inmediato, y la mayoría de los pacientes mejoró en la primera semana.
La elevación temprana postoperatoria de la presión intraocular puede verse en un 7-48% de los ojos45. Agarwal presentó una serie donde un 5.9% con edema corneal se resolvió espontáneamente46.
El análisis de las células endoteliales proporciona una importante información clínica sobre la función y la viabilidad corneal. En los últimos años, la microscopia especular ha venido a revolucionar el estudio del endotelio corneal, dadas las limitaciones que se tenían con la biomicroscopia con lámpara de hendidura que dificultaba la evaluación de la morfología y función endotelial para determinar el estado y el pronóstico de dicho endotelio47.
El conteo celular del endotelio corneal antes y después de la intervención y la pérdida promedio de células debido a la misma fue de un 11.11%; aun cuando este resultado está en el rango de otros estudios, consideramos que el mismo guarda relación con el momento en que se realiza el estudio, entrando en un proceder novedoso que requiere una curva de aprendizaje para lograr resultados óptimos.
Boyd plantea que el porcentaje de pérdida celular luego de la cirugía de catarata varía ampliamente del 4 al 17% dependiendo de la experiencia del cirujano y la técnica empleada48; otros con sus estudios plantean que la pérdida celular promedio no debe superar el 10%49.
Alió et al.50 informan una pérdida celular endotelial de hasta un 6% que aumenta en córnea central entre 5-12%. En opinión de expertos, la pérdida celular endotelial varía entre 10 y 20% en corneas normales; Crema et al.51 publican un estudio con una pérdida de células endoteliales corneales en el postoperatorio al año del 8.8% en la técnica de MICS.
Kosrirukvongs et al. encontraron una dependencia entre la pérdida celular y la técnica de facoemulsificación: 9.9% con Divide and Conquer y un 23.2% con la técnica de Chip and Flip52.
ConclusionesLa AVMC después de la cirugía de catarata en diabéticos mejoró notablemente luego de facoemulsificación por facochop. Las complicaciones presentadas en el transoperatorio y postoperatorios fueron pocas. La pérdida celular endotelial ocurrida está dentro de los rangos aceptables que se describen para esta técnica quirúrgica. La incorporación de la técnica de facochop durante la facoemulsificación logra resultados visuales superiores a técnicas precedentes.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia
FinanciamientoLos autores no recibieron patrocinio para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.