Una de las pasiones que tengo en mi vida es la ortodoncia, desde mi entrenamiento he intentado imprimir a mi desempeño académico y profesional esta pasión personal, con la intención de crear una fuerza inspiradora capaz de influir en primera instancia en mis alumnos y después en mi cuerpo docente.
Esta fuerza inspiradora personal ha encontrado en la Revista Mexicana de Ortodoncia, un foro científico de una exquisitez muy relevante para quienes nos dedicamos a la enseñanza de la ortodoncia. La importancia de este medio es universal, porque es el espejo en donde podemos ver reflejado nuestro trabajo, académico, clínico y de investigación, que nos permita ir tamizando, conociendo y comparando el trabajo de las más importantes instituciones a nivel nacional, y seguramente más allá de nuestras fronteras.
Es necesario, como instructores, tener estrictas formas de trabajo en las clínicas de nuestras instituciones en la consulta de nuestros pacientes, desde el control de infección hasta la toma de registros fotográficos, así como de todo lo que vamos desarrollando en el tratamiento de los diferentes casos, guardando celosamente esos registros como un valioso activo fijo que nos podrá permitir evolucionar como institución, así como cuando compartimos de manera gremial.
Todo el proceso de investigación bibliográfica, clínica y experimental de nuestras instituciones debe ser también meticulosamente supervisado, generando líneas de investigación emparentadas seriamente al desempeño ortodóncico diario, de tal manera que se vuelva una herramienta muy útil para la instrucción de nuestros alumnos y el desempeño profesional.
Leía en uno de los números pasados un magnífico editorial acerca de lo que tenemos que ser los docentes, conceptos llenos de razón; creo también que además de eso, el docente debe enseñar con pasión, desapego y abandono. Esta será la única forma en la que pueda llegar a casi tocar el alma de sus alumnos para poder tener una de las mejores experiencias que es el privilegio de poder participar en la formación de los estudiantes. Esto le permitirá al docente poder entregar toda su sabiduría, experiencia y esencia, formando así mejores recursos humanos que tengan la capacidad de generar conocimiento en la cima del proceso enseñanza-aprendizaje, en el área de la ortodoncia.
Es necesario retomar nuestro lugar nacional e internacional como una comunidad ortodóncica seria y científica, que le devuelva a México su papel protagónico en la orquesta internacional; esto se puede lograr mediante esfuerzo y trabajo incansables, partiendo de una educación con valores, honorable, humilde, contagiando así a los líderes académicos y gremiales, para que la distancia entre las decisiones que deben tomarse y las que se toman sea muy corta.
Creo sinceramente que en la medida que podamos generar dinámicas en nuestro diario quehacer profesional que garanticen el compromiso con la calidad, podremos imprimir ese sello a nuestra labor académica y clínica; es por eso que la Revista Mexicana de Ortodoncia tiene esa importancia; debemos buscar todos darle el lugar que se merece y agradecer la enorme oportunidad de poder participar en ella, con nuestro pequeño grano de arena.
Este artículo puede ser consultado en versión completa en http://www.medigraphic.com/ortodoncia