PROFESOR DR. CARLOS GARCÍA IRIGOYEN
Carlos nació en Zahuayo, Michoacán, en la víspera de la Navidad del año del Señor de 1932. Precisamente en las primeras horas del 23 de diciembre, le recibieron sus felices padres, don Ciro García Estrada, quien era constructor de caminos, y su señora madre, doña Ernestina Irigoyen, los que junto con la partera escucharon por vez primera su potente llanto, que fue una especie de heraldo que hacía saber del sano arribo a este mundo de quien más tarde se convertiría en uno de los iconos de la urología nacional.
Fueron cinco los hijos de la familia García Irigoyen, en la que nuestro biografiado vino a ocupar el segundo sitio. Está casado con la distinguida señora Clara Luz Blanco Arteaga con quien tiene seis hijos, cinco mujeres y un varón, quienes les han dado nueve nietos.
Su educación primaria la cursó en diferentes sitios en virtud del trabajo de su padre. Terminó esa etapa en Aguascalientes y para la secundaria se mudó a la ciudad de México, y el bachillerato lo hizo en la entonces Escuela Nacional Preparatoria de San Idelfonso, convertida ahora en museo. De entre sus condiscípulos de esos ayeres recuerda a Enrique Ibarra, quien a la sazón se haría médico con especialidad en Neurología, a Alberto Jarbiski Barman, quien también fue médico y ahora es comerciante, y de entre sus maestros destaca el Dr. Arturo Beltrán, catedrático de Historia de México, su profesor en 1950.
Ingresa a la Escuela Médico Militar al año siguiente, en donde se gradúa el 26 de diciembre del año 1956 como Mayor Médico Militar del Ejercito Mexicano. Fueron sus amigos y compañeros de entonces y para siempre Leobardo Ruiz Pérez, quien después sería fisiatra, Roberto Candine Cerna, ahora endocrinólogo, y Da- niel Rolón Arias, pediatra en la actualidad. Marcaron profunda huella en él sus profesores don Jesús Kumate Rodríguez, quien impartía las materias de infectología e investigación, don Héctor Romo Bolan, profesor de ginecología y obstetricia, el Dr. Alger de León, cirujano general y gastroenterólogo, el Dr. Miguel Cervantes Olvera, quien le iniciaría en la urología, así como el Dr. Jesús Lozoya Díaz, cirujano pediatra, y don Carlos Guzmán, profesor de cardiología.
Durante su 6º año de la licenciatura fue capitán primero pasante de medicina, su tesis se llamó "Sustitución de uréter por segmento de tubo de dacrón e injerto de vena", la que fue premiada con el 2o lugar en la correspondiente Asamblea Nacional de Cirujanos del Hospital Juárez.
Profesor Dr. Carlos García Irigoyen
Inmediatamente después de concluir la carrera de Medicina, ingresó a la especialidad, también en el Hospital Central Militar de la ciudad de México, en donde hizo cirugía general durante tres años, hasta 1960.
Su deseo era trasladarse al extranjero a cursar urología, pero diferentes circunstancias se lo impidieron, por lo que optó por acceder mediante una beca al Servicio de Urología del Hospital General de la Secretaria de Salubridad y Asistencia en la ciudad de México. Terminó la residencia el 31 de diciembre del año 1961. Fueron sus preceptores el jefe del servicio, Dr. don Aquilino Villanueva Arreola, el Dr. Jaime Woolrich Domínguez, el Dr. J. Jesús Álvarez Ierena, y sus condiscípulos el Dr. Mario Sopeña Aranda, Federico Ortiz Quezada y Rafael Sandoval Parra.
En la fotografía precedente, que corresponde a los integrantes de la generación 1961 de egresados de urología del Hospital General de México, SSA, aparecen de izquierda a derecha el Dr. Rafael Sandoval Parra, el mismo Dr. Carlos García Irigoyen, el Maestro Don Aquilino Villanueva, el Dr. Federico Ortiz Quezada, el Dr. Mario Sopeña Aranda y el Maestro Guevara Rojas.
Nos comenta Carlos que además de los cursos formales de especialidad, en el pabellón 5 se realizaban cursos anuales de actualización en urología, los que duraban un mes e iban dirigidos a médicos que en la propia ciudad de México o en provincia se dedicaban a la atención de pacientes con patología urogenital sin haber cursado una especialidad o residencia; después de tres años se les expedía un diploma que acreditaba su adiestramiento. Además de los médicos adscritos al servicio, los residentes fungían como profesores.
Integrantes de la generación 1961 de egresados de urología del Hospital General de México, SSA. De izquierda a derecha el Dr. Rafael Sandoval Parra, Dr. Carlos García Irigoyen, Maestro Don Aquilino Villanueva, Dr. Federico Ortiz Quezada, Dr. Mario Sopeña Aranda y Maestro Guevara Rojas.
Durante sus años de estudio, continúo atendiendo sus obligaciones como militar en la Sección Sanitaria de Transmisiones. Se reintegró al Hospital Militar en 1963, cuando el jefe del servicio era el Dr. Gilberto Lozano. Más adelante recorrería el escalafón completo en el Hospital General de México, en el que se inició como adscrito, para luego pasar ser adjunto, jefe de unidad y jefe de servicio, cargo que desempeñó durante alrededor de diez años, lo que le permitió, junto con su equipo, graduar a alrededor de un centenar de urólogos mexicanos y extranjeros, a muchos de los cuales les facilitó estadías o fellows en diferentes partes del mundo.
En 1965, cuando el médico pediatra don Alberto Amor Villalpando era el jefe de los Servicios Médicos del D. F., fue nombrado Director del Hospital Infantil Moctezuma, época en la que se construyó un hospital infantil en cada una de las delegaciones, a las que se les asignaron algunas especialidades, entre ellas urología. Establecida como especialidad en el mencionado hospital desde ese entonces, contribuyó a convertirlo en el sitio de referencia de la urología pediátrica de la capital de la república. Allí se desempeño también su inolvidable amigo y compañero el Dr. José Sandoval Neyra (†), quien era egresado del Servicio de Urología del Hospital Colonias de los Ferrocarriles Nacionales de México. Eran también adscritos los médicos Humberto García Grajeda y Jesús Aranalde Blanno. Ingresó a la Sociedad Mexicana de Urología en 1964 y su trabajo de ingreso se llamó "Pielonefritis en el lactante", que fue comentado por el Dr. J. Jesús Castañeda Villa, cuando el presidente de la asociación era el Dr. Miguel Cervantes.
Durante muchos años, esto es a partir de 1968, ha sido profesor de pregrado de Urología de la UNAM, cuyas clases impartió en las instalaciones del Hospital General. A partir de 1960 ha asistido a numerosos cursos, entre ellos el Curso para Graduados en Urología del H.G. de la SSA; Urología neurológica; Didáctica; Radio-isótopos, presente y futuro de la medicina; Seminario de posgrado de la División de Urología de la Universidad de Texas, en Dallas; Endourología SMU; Uso del intestino en urología; Infertilidad masculina en el H.C. Militar; Conmemoración del 50º aniversario de la SMU; Teórico-práctico de informática médica del H.G. de México; Primero y Segundo módulos básicos de Administración, H. G. de México, y Taller de prótesis para incontinencia urinaria e impotencia en el varón.
Siempre ha disfrutado de la grata convivencia con sus "muchachos", algunos de los que aparecen en la siguiente fotografía:
Ha sido tutor en 18 trabajos de tesis, como autor o coautor tiene 135 trabajos de investigación sobre diferentes tópicos de la urología y de diferentes aspectos históricos y culturales, los que han sido publicados en diversas revistas médicas. Entre ellos, 87 se pueden consultar en los archivos de la Revista Mexicana de Urología, órgano oficial de la sociedad mexicana respectiva. El resto ha sido publicado en diferentes revistas, como la del Hospital General de México, la de Sanidad Militar de México, y en el Anuario de la Unidad de Urología y Nefrología del Hospital General de México, de la ex S.S.A. También participó en el libro de Urgencias Médico Quirúrgicas de la Dirección General de los Servicios Médicos del D.D.F., en el Boletín del Hospital Infantil de México, en la Revista Mexicana de Pediatría, en la revista Cirugía y cirujanos, en las Memorias del XLII Congreso Nacional de Urología, y publicó artículos originales en revistas internacionales como el American Journal of Clinical Oncology, la Revista de Investigación Médica y el Jornal Brasileiro de Urologia, entre otros.
Dres. Mario Almanza, Rubén González Ramírez, Martín Luis Méndez, Jorge Flores Sierra, Carlos García Irigoyen, Lenin Moreno, Miguel A Reyes, Hugo Iraeta Marti y Francisco Virgen
Como autor o coautor ha participado en los siguientes libros: capítulo de Urgencias Urológicas, publicado en el libro de Urgencias Médico Quirúrgicas; Conceptos actuales sobre las infecciones genitourinarias en Infecciones urinarias inespecíficas; Traumatismo del aparato genitourinario; Lesiones genitourinarias; capítulo de Urología en Medicina general, Tomo IV; Cáncer de próstata en Oncología quirúrgica,Volumen IV; capítulo de Cistostomía en Principios básicos de cirugía; Mis imágenes, 100 años; Cirugía menor de urgencia, e Historia viva de la urología de México. A propósito de literatura médica, en el mes de febrero de 2010 seguramente ya estará publicado su libro "Hospital General de México, historia de su sociedad", y están muy avanzados "El dulce artesanal de México" y "El café".
Ha sido profesor de diferentes cursos o congresos tanto en México como en el extranjero y ha ostentado numerosos cargos dentro de la UNAM, los que van desde profesor titular del Curso de Posgrado en Urología, miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Medicina, coordinador del programa radiofónico Voces de la salud, y coordinador del Comité Académico de Estudios Superiores.
En la siguiente fotografía aparece con tres ex residentes de Urología del Hospital General de la S.S. en la ciudad de México el hijo del también urólogo Dr. Alfonso de Silva Nava, de Villa Hermosa, Tabasco, y quien fue presidente de la SMU, el ahora vicepresidente de la SMU, Alfonso de Silva Gutiérrez, con el Dr. Francisco Barrios, hijo de nuestro amigo el urólogo Dr. Francisco Barrios, y aparece junto a ellos el Dr. Miguel Maldonado.
Dres. Alfondo de Silva Gutiérrez, Miguel Maldonado Ávila, Carlos García Irigoyen, José Francisco Barrios Rodríguez
El Dr. García Irigoyen está certificado y recertificado por el Consejo Nacional Mexicano de Urología desde 1968; se ha desempeñado como vocal en dicho consejo así como miembro del jurado examinador; fue también su vicepresidente y presidente. Pertenece a la Sociedad Médica del Hospital General, de la también fue su vicepresidente y presidente, en la Sociedad Mexicana de Urología fue vocal, vicepresidente y presidente; pertenece a la Asociación Mexicana de Profesores de Pediatría, Asociación Panamericana de Cirugía Pediátrica, Asociación Médica de los Hospitales Infantiles del D. F. en la ciudad de México, a la Sociedad Peruana de Urología y a la Sociedad Peruana de Urología Pediátrica, así como a la Sociedad Mexicana de Pediatría, a la Societé Internationale D'Urologie, a la Sociedad Mexicana de Cirugía Pediátrica, de la que fue vocal; asociado honorario de la Sociedad Venezolana de Urología; desde 1973 ocupa el sitial urológico en la Academia Mexicana de Pediatria; es miembro de la Society for Pediatric Urology de Estados Unidos; es titular de la Academia Nacional de Cirugía desde 1994 y su vicepresidente; en la Confederación Americana de Urología fue secretario, vicepresidente y presidente, en la Sociedad Latinoamericana de Urología Infantil fue tesorero, es miembro honorario de la Sociedad Ecuatoriana de Urología, pertenece a la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos, es miembro de la South Central Section y de la American Urological Asociation, miembro de la Endourological Society, Latin American Advisory Board, y es secretario del Cuerpo Colegiado de Consultores del Hospital General de México.
Ha recibido las siguientes distinciones: Condecoración al Mérito Docente por 30 y 40 años de antigüedad, Facultad de Medicina de la UNAM, y la Condecoración al "Mérito Docente" con grado de Comendador, conce-dido por Venezuela en el año 1990.
Le gusta tocar el piano y dice: "No toco el violín porque nunca he tenido alguno". Con el impresionante currículo que tiene don Carlos, se pudiera creer que sería difícil acercarse a él, pero es todo lo contrario. Independientemente de su reconocida mente brillante, sabe ser humilde, tiene carácter afable, la sonrisa a flor de labios, el chascarrillo en el momento oportuno y además el don de gente; por ello goza de alta estima y admiración de parte de sus profesores, condiscípulos, consocios, amigos y alumnos. Quienes hemos disfrutado de su compañía y amistad en diferentes circunstancias científicas o sociales, nos sentimos halagados con su charla, trato y deferencias.
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