Lo consignado en los renglones siguientes, viene a ser algo un tanto distinto a la tradicional biografía. Iniciamos con una charla informal y despreocupada con una figura señera de la urología mexicana, quien gracias al destino y al tiempo ha sido en su momento un magnifico maestro y jefe del servicio, con el que nos formamos como especialistas numerosos colegas ahora radicados en todos los confines de la geografía nacional.
Establecimos una charla telefónica, para concertar una cita en su casa específicamente en su despacho, rodeado de libros y fotografías familiares, en donde casi diariamente después de la cena, por unas dos horas se pasaba estudiando la literatura urológica mundial, revisando sus casos que así lo ameritaban o escribiendo, disciplinas que entre otras cosas lo llevo al éxito profesional. Nos comentó que desde 1948 quiso ser urólogo; ya siendo residente de cirugía general en el Hospital Militar en 1952, había oído hablar mucho de don Aquilino Villanueva, de tal manera que comenzó a asistir los sábados al Hospital General, en donde en el pabellón 5, pasaban visita todos los médicos del servicio y después siempre había una plática, o una conferencia a la que se quedaba. Desde ese entonces le intereso más la urología, incluso a veces iba como invitado a la casa del Doctor Villanueva quien era excelente anfitrión, poseedor de una gran biblioteca y muy buen conversador.
Al terminar la especialidad en Cirugía General, el Dr. Gómez Reguera decidió ir a estudiar urología al extranjero.
Dr. Leopoldo Gómez Reguera
¿ ¿A QUÉ LUGAR DEL EXTRANJERO SE ENCAMINÓ?
Investigué y me dijeron que el hospital John Hopkins en Baltimore, Maryland en los Estados Unidos, era el mejor servicio de urología, y hacia allá dirigí mis pasos. Quiero comentarle algo relacionado con dicho Centro Médico, mire el primer servicio de urología en Estados Unidos lo fundó el Dr. John D. John y después, quien le siguió fue el Dr. William Wallace Scott, así es que cuando yo llegué a entrenarme al hospital, éste era el médico que acababa de tomar la dirección del hospital, había estado en Chicago con otro urólogo muy importante y a él, cómo al citado urólogo de Chicago los invitaron a que se fueran a Baltimore, pero no quiso dejar Chicago y por eso envío al Dr. Wallace; fue cuando yo llegué a realizar mi residencia; era un hombre muy estricto, muy estricto, quizá no tan hábil en la cirugía, pero estudiosísimo.
¿ ¿DE AHÍ LE APRENDIÓ MUCHO EN LO ESTRICTO?
Sí, le aprendí mucho. Le comento también que el primer director de la revista Journal of Urology fue el Dr. Hugh Hampton Young de 1917 a l945, después el Dr. J. A. Campbell Colston de1946 a 1965, éste estaba trabajando en John Hopkins. El tercer director fue el Dr. Hugh J Jewett de1966 a 1977; fue quien hizo la clasificación de los estadios del cáncer de vejiga en 1946; yo trabajé cuando estaba de interno con el Dr. Jewett y recuerdo una vez que nos estábamos lavando para entrar a cirugía, me decía "¡Oh Leo... los jóvenes se están llevando toda la clientela y a nosotros no nos queda casi nada!"; y eso que aun tenía una clientela tremenda; escribió libros y muchos artículos. El Dr. Campbell Colston era un hombre muy simpático, muy rico, un día me invito a cenar a su casa.
El Dr. John D., era un médico y muy buen cirujano¸ nos hicimos muy buenos amigos, me invitó para irme a trabajar al Baltimore City Hospital; ahí, yo era el jefe de los residentes y él me ayudaba a operar, sobre todo en las intervenciones quirúrgicas difíciles, como las prostatectomías radicales. Estuve muy a gusto con él, iba yo a su casa a veces a comer o a cenar, vino varias veces a México, una vez vino de paseo y se hospedó en mi casa; en otras ocasiones vino a cursos o congresos y nos llevábamos muchísimo hasta que murió, pero yo hasta la actualidad me sigo escribiendo en la época de navidad, cada año, con su esposa que ya tiene 89 años de edad, incluso uno de sus hijos vivió una temporada en mi casa y otra de sus hijas, que ahora tiene una alto grado de escolaridad en la enseñanza, es especialista en botánica.Una vez concluido mi entrenamiento en l953, llegue a México, directamente al Hospital Central Militar. El jefe de servicio en ese entonces fue un gran médico; se llamaba Luis Rivero Borrell, era un Urólogo de mucho abolengo y era médico personal del presidente de la República, Don Manuel Ávila Camacho, un día me presumió que le había regalado un reloj. Algunas veces fui con él a su consultorio. Después, el jefe de servicio fue el General y Dr. Gilberto Francisco Lozano García, padre del Dr. Gilberto Lozano que fue secretario de la Sociedad Mexicana de Urología, cuando yo fui presidente; luego lo fue el Dr. Miguel Cervantes, Don Leopoldo fue urólogo en dicho hospital hasta l964.
En 1961 me invitaron al Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE a dirigir el Servicio de Urología. Cuando ingresé, la Dirección me pidió que trabajaran conmigo los doctores Oscar Chapa y Edmundo Alpuche Morales, nombré a otros médicos; entre ellos a Francisco Gatell, que era un excelente médico y que murió joven, también a Raúl Villalva, Jorge Alegre y a Francisco Romero Rosas que por cierto, cantaba muy bien ópera. Entre los residentes que destacaron, sobre todo dentro de la Sociedad Mexicana de Urología, recuerdo a Víctor Alfonso Francolugo, Jaime Macedo Ramírez, Luis Hurtado Olmedo y a Fernando Ugarte Romano, entre otros muchos más que en este momento escapan a mi memoria, permanecí en la jefatura hasta l979.
El Dr. Gómez reguera es originario de la ciudad de Oaxaca, también conocida como la antigua Antequera. Se recibió como Mayor Médico Militar del Ejército Nacional en 1947, realizando después estudios de posgrado como residente en cirugía general en el Hospital Central Militar de de la ciudad de México, entre 1948-1951; continuó su residencia de de urología en el Hospital John Hopkins y en el Baltimore City Hospital en Maryland E.U.A.; a su regreso a México, en l953, de inmediato causó alta como titular de la Sociedad Mexicana de Urología. El 19 de noviembre de 2003, durante el LlV Congreso Nacional, se le entregó un reconocimiento por sus aportes a la urología nacional durante 50 años de distinguida pertenencia; en 2009 cumplió 56 años de carrera ininterrumpida y decidió dejar la medicina privada, la que ejerció durante 51 años en el Hospital ABC.
En la fotografía observamos al extremo izquierdo al Dr. Gómez, el médico siguiente es el Dr. Villalva, le sigue el Dr. Gatell y en el extremo del lado derecho el residente del servicio de Urología Dr. Artemio Almazán, les acompañan dos enfermeras y una de las asistentes administrativas.
Considera que su larga permanecía en la Sociedad Mexicana de Urología, fue de vital importancia para su desarrollo profesional, en esta asociación fungió como vocal de 1954 a 1956, tesorero del 1965 a 1967, miembro del comité de admisión de socios y miembro del comité científico de 1968 a 1970, vicepresidente de mayo de 1971 a 1973 y Presidente de mayo de 1973 a mayo de 1975. En 1965 ingresó a la Academia Nacional de Medicina.
Durante su larga permanencia en la Sociedad Mexicana de Urología fue merecedor de siete premios. En 1998 el servicio de Urología del Centro Hospitalario 20 de Noviembre del I.S.S.S.T.E., organizo un curso que llevó su nombre, los profesores del mismo fueron todos ex-alumnos del servicio; en el año 2000, el Hospital ABC le otorgó el premio "Excelencia en Medicina".
En la fotografia precedente el Dr. Gòmez con 3 de sus ex-residentes, de izquierda a derecha Fernando Ravelo (Villahermosa), Victor Francolugo (Cuernavaca), Jorge Garay (Puebla).
Pertenece a cinco agrupaciones científicas internacionales: South Central Section of the AUA, CAU, Societe Internacional D 'Urologie, AUA y Endourological Society, y a cuatro nacionales: Sociedad Mexicana de Urología, Sociedad Médica del Centro Hospitalario ABC, Academia Nacional de Medicina y a la Asociación Mexicana de Endourología, Litotripsia y Laparoscopia. Está certificado y re-certificado por el Consejo Nacional Mexicano de Urología desde su fundación, en 1968. Es autor de 46 artículos entre los que destacan algunos que fueron los primeros publicados en México:
1. Enfisema retroperitoneal por vía precoxígea, en 1953
2. Pielografía percutánea traslumbrar, en 19573. Ileocistoplastia, en 1959
4. Aortografía translumbar en urología en, 1960
5. Hipertensión arterial de origen renal, en 1962
6. Aplicación clínica de la Linfangiografía
7. El gamagrama renal en urología, en 1965
8. Reflujo vesicoureteral estado actual, en 1966
9. Cine radiografía; historia principios y detalles técnicos, en 1967
10. Esterilización masculina, en 1972
11. Biopsia transrectal de próstata guiada por Ultrasonido endorrectal, en 1992
La mayoría de sus publicaciones fueron en la Revista Mexicana de Urología.
Ha asistido a 58 congresos nacionales; en muchos de ellos como ponente, a 26 internacionales, a 50 cursos en el extranjero, a 14 seminarios y ha sido profesor en 42 cursos nacionales. Es coautor de dos libros editados por la Academia Nacional de Medicina y ha impartido alrededor de 132 conferencias.
Para concluir nos dice: Afortunadamente mi matrimonio es muy feliz con Arely; nos casamos en 1952, tenemos tres hijos: Arely quien es licenciada en derecho por la Universidad Anáhuac, casada con el Lic. Alfredo Freyssinier Álvarez, tienen dos hijas casadas: Arely y Andrea. Actualmente Arely tiene un puesto de gran responsabilidad como Fiscal especial para la atención delitos electorales. Le siguió Leopoldo quien es Licenciado en derecho y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Georgetown, casado con Ana Carolina Ramírez, tiene cuatro hijos, Leopoldo, Rodrigo, Alejandro y Fernando, mi hijo se desempeña como Vicepresidente de Noticieros Televisa. La más chica es Verónica, Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Anáhuac y maestra en la misma, además de estudiar una maestría, está casada con José Antonio Calvo Larios, tiene una hija Ana Paula.
El Dr. Leopoldo Gómez Reguera se ha distinguido por su amabilidad, cortesía, alta calidad humana y científica, es una persona de gran dedicación y entusiasmo. Amigo, excelente medico jefe de familia y compañero invaluable tanto en el ámbito familiar, como en el profesional, a quien solo le deseamos continuar con salud y con las satisfacciones familiares con las que le ha premiado la vida, así como con el éxito que siempre le ha caracterizado. Es particularmente importante para el primer autor de esta semblanza el haber tenido la fortuna de aprender Urología del maestro, pero asimismo el que siempre le haya distinguido con su trato amable y deferencias.
El Dr. Gomez Reguera con su distinguida esposa.
Correspondencia: Dr. Alfredo C. Juárez Albarrán.
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