Es muy grato constatar que la producción de estudios de investigación por los urólogos mexicanos ha seguido una línea ascendente que se refleja en la gran cantidad de trabajos enviados para presentarse en nuestro próximo congreso a realizar en Los Cabos, BCS, donde además tendremos el privilegio de festejar el 75° Aniversario de la Sociedad Mexicana de Urología (SMU).
El incremento de esta producción científica merece un análisis, en el cual cabe resaltar un hecho: éste es el primer congreso en el que, debido a la abundancia de solicitudes y al criterio del comité científico organizador, fue necesario realizar una selección para incluir sólo los mejores, lo que sin lugar a dudas, independientemente de los rechazos, tiene varios aspectos positivos. El primero es que debemos estar orgullosos de que el Congreso de la SMU sigue siendo el de mayor asistencia y el más solicitado como foro para comunicar la experiencia de los urólogos mexicanos; esto, junto con la calidad de los invitados locales e internacionales, lo convierte en el evento de mayor nivel académico en nuestro país.
Otro aspecto digno de reconocer es la sensibilidad mostrada al conceder a los investigadores -la mayoría miembros de la SMU- la posibilidad de que sus estudios sean presentados en horarios estelares durante el congreso. Esto representará una motivación adicional para aumentar la asistencia y condicionar una mayor exigencia para que sus trabajos tengan una mejor calidad, tanto en su contenido como en su exposición.
En relación con la Revista Mexicana de Urología, en este incremento de la cultura científica los beneficios serán evidentes a corto plazo, sobre todo si los trabajos son concluidos, validados y difundidos con su publicación. Lo anterior, en conjunto con la reciente estandarización de la RMU y su próximo ingreso a las bases de datos de mayor relevancia mundial, incrementará su visibilidad y ello acortará el tiempo de evaluación de los analizadores internacionales de citas con la posibilidad de obtener un factor de impacto.
Esta avalancha de investigaciones enviadas y preparadas para cada modalidad y su diversidad de diseños con diferentes niveles de evidencia, merece un reconocimiento para todos los urólogos participantes y centros de enseñanza de posgrado de la especialidad que están concentrados en las grandes ciudades de México, donde además de contribuir con el conocimiento desarrollan y dan el ejemplo a los residentes para crear la habilidad e interés por la investigación.
También es importante señalar que debemos tener cierta cautela para no caer en la falsa creencia de equiparar mayor mérito científico con mayor número de publicaciones, y cometer el error de presuponer que la cantidad está por encima de la calidad; eso implicaría exponerse al riesgo de realizar estudios de dudosa veracidad, poco originales y sin trascendencia; en la pretensión de ampliar la lista de publicaciones no debe subyacer sólo el afán de aumentar el curriculum vitae y el prestigio personal para conseguir una promoción profesional o mantener la rivalidad de grupos de trabajo.
La Revista Mexicana de Urología ha estado y seguirá esperando, como en cada congreso de la SMU, que los trabajos presentados sean enviados para su publicación, previa evaluación.
Dr. Luis R. Beas Sandoval
Editor