Fue hasta la descripción por Clayman et al. en 1991, que la era de la cirugía renal laparoscópica inició, desde entonces se ha buscado demostrar sus ventajas y desventajas contra la cirugía convencional. Recientemente, esta modalidad terapéutica ha aumentado su aceptación a nivel mundial e incluso se ha convertido en una práctica usual, realizándose procedimientos de mayor dificultad técnica cada vez.
Material y métodosSe realizó un análisis retrospectivo, incluyendo las nefrectomías realizadas entre 2009 a 2012 en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) N° 25, en Monterrey, N. L., México.
ResultadosSe incluyeron 549 (n) nefrectomías, de las cuales 130 fueron laparoscópicas y 419 abiertas; de las 130 nefrectomías laparoscópicas, 83 fueron simples (NS), 7 parciales (NP) y 40 radicales (NR); 9 se convirtieron (7 %), con una tasa de complicación del 6.9 %. La única diferencia significativa encontrada fue el tiempo quirúrgico, se encontraron en promedio 232 minutos para los eventos laparoscópicos contra 179 minutos (p<0.001).
DiscusiónAunque en la literatura médica se han reportado ventajas de la cirugía laparoscópica sobre la abierta, en relación a menor sangrado y tiempo de estancia hospitalaria, nuestro estudio demostró una falta de esas ventajas.
ConclusionesEn el presente análisis no se encontró una superioridad significativa entre nefrectomía laparoscópica y nefrectomía abierta tradicional.
The era of laparoscopic renal surgery began with its description by Clayman et al. in 1991. Since then, efforts have been made to demonstrate its advantages and disadvantages in relation to conventional surgery. This therapeutic modality has recently experienced greater acceptance worldwide, becoming a common practice, with more technically challenging procedures increasingly being carried out.
Material and methodsA retrospective analysis was conducted that included nephrectomies performed at the Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 25 in Monterrey, N. L., Mexico, within the time frame of 2009 and 2012.
ResultsA total of 549 (n) nephrectomies were included in the study, 130 of which were laparoscopic and 419 of which were open procedures. Of the 130 laparoscopic nephrectomies, 83 were simple (SN), 7 were partial (PN), and 40 were radical procedures (RN); 9 were converted to open surgery (7 %) and the complication rate was 6.9 %. The only statistically significant difference found was in surgery duration, with a mean 232 minutes for the laparoscopic events vs. 179 minutes for the open procedures (p<0.001).
DiscussionEven though advantages of laparoscopic surgery over open surgery in relation to less blood loss and reduced hospital stay have been reported in the literature, our study did not demonstrate these advantages.
ConclusionsNo significant superiority of laparoscopic nephrectomy over traditional nephrectomy was found in our study.
La técnica laparoscópica fue descrita por primera vez en 1901 por Kelling1, pero no fue hasta la descripción por Clayman et al.2 en 1991, que la era de la cirugía renal laparoscópica inició. Desde esta reciente aparición muchos han buscado demostrar sus ventajas y desventajas contra la cirugía convencional3-8.
Recientemente, gracias a los avances tecnológicos y al mayor conocimiento y entrenamiento en procedimientos mínimamente invasivos, la cirugía renal laparoscópica ha aumentado su aceptación a nivel mundial, e incluso en algunos centros se ha convertido en una práctica usual, realizándose procedimientos con mayor dificultad técnica por esta vía9.
Se sabe de antemano que lleva implícita una mayor curva de aprendizaje y mayores costos10-12, y aunque existe cierta prudencia en establecer las indicaciones para su uso13, poco a poco se van superando limitaciones técnicas, económicas y de aprendizaje, llegándose a considerar hoy en día, como una opción segura inclusive para el donador renal14,15.
Sabiendo que todas las implicaciones recaen sobre los pacientes y buscando ofrecerles la mínima morbilidad posible, consideramos de suma importancia estudiar la situación en la cual se encuentra nuestro Hospital.
El objetivo de este estudio fue comparar los resultados clínicos entre la nefrectomía abierta y la nefrectomía laparoscópica, en un hospital de tercer nivel de atención del noreste de México.
Material y métodosSe realizó un análisis retrospectivo, estudiándose todas las nefrectomías realizadas de 2009 a 2012 en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) N° 25, descartándose todas aquellas nefrectomías en relación con infecciones renales, nefrectomías de donador cadavérico y nefrectomías de injertos renales, ya que se encontraban fuera del objetivo de estudio del presente trabajo. También fueron excluidas todas aquellas nefrectomías de las cuales no se encontraran registros completos, ya sean electrónicos o impresos o con datos de identificación incorrectos.
Se incluyeron en el estudio un total de 549 nefrectomías realizadas en el periodo. Las variables incluidas fueron el tipo de cirugía (simple, parcial o radical), tiempo quirúrgico, sangrado, días de estancia intrahospitalaria postoperatoria, así como las complicaciones. En el análisis de los datos se utilizaron promedios y porcentajes, para comparar grupos se utilizó t de Student. Considerando significancia estadística si p<0.05.
ResultadosSe llevaron a cabo 549 (n) nefrectomías, de las cuales 130 fueron laparoscópicas y 419 fueron abiertas, de las características generales de la muestra se encontró una edad promedio de 43 años, siendo el sexo masculino el más frecuentemente intervenido (51.7 %), con un sangrado promedio de 302cc, una duración del evento quirúrgico de 191 minutos en promedio y 3.27 días de estancia posquirúrgica.
El diagnóstico más común encontrado fue el de donador renal (49.5 %); el riñón más operado fue el izquierdo (55.7 %).
De las 130 nefrectomías laparoscópicas realizadas, 83 fueron nefrectomías simples (NS), 7 parciales (NP) y 40 radicales (NR); 9 fueron convertidas (7 %), siendo la principal causa la dificultad técnica y el sangrado, con una tasa de complicación del 6.15 %. De las 419 nefrectomías abiertas, 314 fueron NS, 7 NP y 138 NR.
Se encontró una p>0.05 en las variables correspondientes a sangrado (p=0.286) y a días de estancia hospitalaria (p=0.553).
La única diferencia estadística significativa encontrada entre las variables estudiadas fue el tiempo quirúrgico, el cual se encontró en promedio de 232 minutos para los eventos laparoscópicos y 179 minutos para los abiertos (p<0.001).
DiscusiónAunque en la literatura médica se han reportado ventajas de la cirugía laparoscópica sobre la abierta, principalmente en cuanto a menor sangrado y tiempo de estancia hospitalaria, en el presente estudio no se pudieron corroborar dichas ventajas.
Las tasas reportadas de conversión en la nefrectomía laparoscópica son entre 3 % a 6.1 %, y las de complicaciones entre 5.6 % y 13.7 %16-18; en este estudio encontramos una tasa de conversión del 7 % y de complicación del 6.15 %, con una defunción.
Es importante resaltar las limitantes que tienen todos los estudios retrospectivos, en principio, porque la selección de una u otra técnica quirúrgica no es controlada ni aleatorizada. También es importante mencionar la situación específica de nuestro entorno (hospital-escuela), ya que la cirugía renal laparoscópica es técnicamente demandante y requiere una larga curva de aprendizaje.
ConclusionesActualmente, los procedimientos urológicos que se pueden realizar de manera laparoscópica son abundantes, reportándose excelentes tasas de éxito.
En nuestro estudio no se encontró una superioridad significativa entre nefrectomía laparoscópica y la nefrectomía abierta tradicional.
La cirugía renal laparoscópica en nuestro medio es segura en el paciente con patología renal, siendo al menos equiparable en cuanto al sangrado y días de estancia hospitalaria, cuenta con una aceptable tasa de conversión y de complicaciones. La cirugía renal laparoscópica es un campo que debemos continuar explorando y explotando. Estudios prospectivos más grandes deben realizarse con el fin de corroborar los resultados obtenidos.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
FinanciamientoNo se recibió patrocinio para llevar a cabo este artículo.