Caso clínico
Mujer de 58 años, ingresada por cuadro de fiebre y poliadenopatías, con diagnóstico de linfoma nohodgkiniano de células T periférico.
En radiografía posteroanterior y lateral de tórax, se detecta un aumento de densidad en la base de hemitórax izquierdo, con situación supradiafragmática del colon en relación con hernia de Bochdalek (fig. 1). En una ecografía abdominal se demostró la localización intratorácica del riñón izquierdo (fig. 2). En la tomografía computarizada realizada para el estudio de extensión de linfoma, se aprecian múltiples adenopatías significativas en distintas localizaciones, importante esplenomegalia y la existencia de un defecto diafragmático posterior izquierdo, con herniación de contenido abdominal. El riñón y el colon izquierdo se localizan en situación intratorácica, debido a una hernia de Bochdalek (figs. 3 y 4).
Figuras 1 Radiografía posteroanterio (A) y lateral de tórax (B), donde se detecta un aumento de densidad en localización basal y posterior izquierda, con contenido aéreo que corresponde a la flexura esplénica del colon debido a una hernia de Bochdalek (flechas).
Figura 2 Ecografía en la que se aprecia el riñón izquierdo (RI) de localización intratorácica, con desplazamiento superior de éste respecto al bazo (B).
Figura 3 Tomografía computarizada con contraste intravenoso. Se aprecia una hernia de Bochdalek con grasa peritoneal, riñón y colon izquierdo en localización supradiafragmática izquierda (flechas).
Figuras 4 Reconstrucciones coronal (A) y sagital (B) de tomografía computarizada, en las que se identifica la solución de continuidad en el hemidiafragma izquierdo (flechas) con el paso de vísceras abdominales al tórax.
Comentario
La hernia de Bochdalek se produce a través de un defecto anatómico de la parte posterolateral del diafragma. En las hernias diafragmáticas de diagnóstico en la edad adulta, en la mayoría de los casos se produce el paso de las vísceras hacia la cavidad torácica con escasa manifestación sintomática. Los factores predisponentes para la aparición de estas hernias son los que originan un aumento de la presión abdominal1-3.
Desde el punto de vista radiológico, la radiografía de tórax presenta una sensibilidad alta, aunque su especificidad es baja. Se describe una opacidad con borde superior bien definido en la base pulmonar, que se localiza en la zona posterior en la proyección lateral4, a veces con contenido aéreo en su interior, que corresponde al colon.
La ecografía puede demostrar la rotura diafragmática, con desplazamiento superior del riñón izquierdo respecto al bazo, como se apreciaba en nuestro caso3.
La tomografía computarizada y la resonancia magnética presentan un valor alto de sensibilidad y especificidad diagnósticas. Suelen mostrar grasa peritoneal de localización supradiafragmática, así como la presencia intratorácica de otras estructuras abdominales, por lo que las reconstrucciones coronales y sagitales resultan de gran interés para apreciar con más detalle el defecto diafragmático y el paso de las vísceras1,3,4.
*Autor para correspondencia.
Correo electrónico:mary_agf@hotmail.com (M. Aragonés García).
Recibido el 21 de enero de 2011;
aceptado el 30 de mayo de 2011