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Vol. 9. Núm. 2.
Páginas 97-110 (abril - junio 2016)
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Vol. 9. Núm. 2.
Páginas 97-110 (abril - junio 2016)
ORIGINAL
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Directrices prácticas para programas de apoyo entre personas con enfermedad mental
Practical guidelines for peer support programmes for mental health problems
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7032
Filipa Camposa,b,c,
Autor para correspondencia
flc@estsp.ipp.pt

Autor para correspondencia.
, Ana Sousab,c, Vânia Rodriguesa, António Marquesa,b,c, Cristina Queirósb,c, Artemisa Doresa
a Escuela de Ciencias Asociadas de la Salud, Instituto Politécnico de Porto, Porto, Portugal
b Facultad de Psicología y Ciencias de la Educacion, Universidad de Porto, Porto, Portugal
c Laboratorio de Rehabilitacion Psicosocial, ESTPIPP-FPCEUP, Porto, Portugal
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Tabla 1. Características de la muestra
Tabla 2. Resultados de la revisión de la literatura
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Resumen
Introducción

Este estudio tiene como objetivo determinar los principios orientadores para la implementación de programas de apoyo entre personas con problemas de salud mental en Portugal.

Material y métodos

Este estudio ha sido dividido en 2 fases. En la primera se realizó una revisión sistemática de 112 artículos indexados en las bases de datos de ISI y EBSCO (2001-2012). En la segunda fase se llevó a cabo un panel con metodología Delphi y 2 rondas formado por profesionales, investigadores y personas con problemas de salud mental. El objetivo era analizar los enunciados generados a partir de la revisión sistemática previa. Los datos fueron analizados con NVivo 9 y SPSS 19.

Resultados

Durante la ronda Delphi participaron inicialmente 72 expertos, de los cuales 44 participaron en la segunda ronda. Se alcanzó un consenso del 84% sobre las principales afirmaciones. A partir de estos resultados, se destacan 8 ámbitos principales que cubren las siguientes áreas: objetivos de apoyo de los iguales, selección de los proveedores de apoyo, capacitación y acreditación, papel de los profesionales de salud mental, papel de los proveedores de apoyo, acceso a los proveedores de apoyo, cuidado de los proveedores de apoyo, y programa de evaluación.

Conclusiones

El apoyo de iguales aplicado a la enfermedad mental está todavía poco explorado y rodeado de cierta controversia y ambigüedad. Sin embargo, si cuenta con una buena organización y supervisión parece mejorar la calidad de vida y la inclusión social de las personas con enfermedad mental. Este hecho demuestra la importancia de realizar estudios que incrementen nuestro conocimiento acerca de dichos programas y se elaboren directrices para su aplicación. Este consenso nacional se puede utilizar como punto de partida para el diseño e implementación de programas de apoyo de iguales en las organizaciones de salud mental.

Palabras clave:
Apoyo social
Autoayuda
Trastornos mentales
Empoderamiento
Directrices prácticas
Abstract
Introduction

This study aims to determine the guiding principles for the implementation of peer support programmes in Portugal.

Material and methods

The study was divided in 2 phases. In the first phase a systematic review of 112 papers indexed in ISI and EBSCO databases (2001 to 2012) was conducted. In the second phase clinicians, researchers, and people with psychiatric disabilities were invited to take part in a two-round online survey based on the Delphi process to rate the importance of statements generated from the systematic review. Data were analysed with NVivo 9 and SPSS 19.

Results

During the Delphi round 72 experts were contacted, 44 participated in the second round. A consensus was achieved on major statements, with 84% of the sentences obtaining a consensus and 8 key recommendations covering goals of peer support, selection of peer supporters, training and accreditation, role of mental health professionals, role of peer supporters, access to peer supporters, looking after peer supporters, and programme evaluation were based on these statements.

Conclusions

Use of peer support for mental health problems is still underexplored and surrounded by some controversy and ambiguity. However, its organization and proper monitoring appears to enhance the quality of life and social inclusion of people with mental illness. This highlights the importance of conducting studies that increase our knowledge of these programmes and determining guidelines for their implementation. This national consensus may be used as a starting point for the design and implementation of peer support programmes in mental health organizations.

Keywords:
Social support
Self-help
Mental disorders
Empowerment
Practice guidelines
Texto completo
Introducción

A mediados de los años setenta, personas con problemas de salud mental iniciaron un movimiento para cambiar el modelo del sistema sanitario de salud mental, conocido con el nombre de desinstitucionalización1,2. Dicho movimiento dio lugar a la aparición de un nuevo paradigma de intervención que se centró principalmente en lograr el funcionamiento y la integración social de las personas que sufren trastornos mentales. Otro de sus objetivos fue desmitificar este tipo de trastornos, los mitos generalizados sobre este tipo de enfermos y mejorar la comprensión acerca de la naturaleza de los problemas crónicos en salud mental1,2.

Países como EE.UU., Australia, Canadá y algunos países europeos han desarrollado nuevos enfoques de intervención y emplean a personas que también sufren trastornos mentales como soporte en los procesos de apoyo a iguales en diferentes contextos de la salud mental3–5. Portugal y España van a la zaga en términos de dicha práctica, pero el tema empieza a debatirse. En Portugal, un documento elaborado por la Comissão Consultiva para a Participação de Utentes e Cuidadores (CCPUC; Comisión asesora para la participación de usuarios y cuidadores) destacó el valor de los grupos de apoyo de iguales en función de los beneficios que estos tienen para las personas en fase de recuperación de un problema mental, y ello incluye a los proveedores de apoyo, así como para los profesionales sanitarios y el propio sistema asistencial6. En España ya está reconocida la necesidad de integrar a las personas con problemas de salud mental en la sociedad y responder de manera adecuada y eficaz a sus necesidades. Una de las medidas propuestas para apoyar la integración es el desarrollo de programas de ayuda mutua y los grupos de autoayuda7. Los Planes Nacionales de Salud Mental de Portugal y España también destacaron la necesidad de integrar a las personas que sufren problemas mentales mediante programas de apoyo para la provisión de empleo, educación, vivienda, participación social, etc. Los Planes Nacionales recomiendan que dichos programas se centren en los usuarios, y en reducir el estigma social asociado con los trastornos mentales. También se ha puesto de relieve la importancia de desarrollar e implementar prácticas basadas en la evidencia que contribuyan a fomentar la salud mental y prevenir los trastornos. Dichos planes concluyen que este tipo de medidas podrían reducir el estigma asociado a los problemas mentales y la discriminación que sufren los usuarios de los servicios de salud mental. Una de las medidas recomendadas más importantes es el fomento de grupos de autoayuda, apoyo social y las redes comunitarias8,9. Creamer et al. (2012)10 investigaron las directrices desarrolladas para el apoyo de iguales en organizaciones de alto riesgo en Australia. Repper5 revisó las publicaciones relacionadas con el apoyo de iguales y analizó los conceptos básicos que subyacen en esta práctica. La International Association of Peer Supporters (iNAPS, Asociación Internacional de proveedores de apoyo de iguales) elaboró guías nacionales para la implementación de apoyo de iguales en los EE. UU.11. Campos et al.12 realizaron el primer estudio sobre directrices en esta práctica en el contexto portugués. Hasta la fecha, no existe investigación alguna publicada sobre las directrices para el apoyo entre y a iguales en los problemas de salud mental en una población española.

El aumento de los estudios sobre el apoyo de iguales condujo a la opinión de que las personas con problemas de salud mental pueden desempeñar un papel importante en la sociedad. Se considera que, debido a sus experiencias personales, los usuarios de los servicios de salud mental podrán empatizar mejor con las personas que sufren problemas similares y serán capaz de ayudarles a entender estos trastornos y desarrollar nuevas formas de gestionarlos2,13. Los proveedores de apoyo a iguales o «compañeros especializados» (peer supporters) poseen un entendimiento empático de la situación y pueden utilizar esa experiencia compartida a la hora de trabajar con sus iguales14. En 1990, la Organización Mundial de la Salud hizo hincapié en la importancia de involucrar activamente a los usuarios de los servicios de salud mental en su propia atención15.

Con los años, el apoyo de iguales se ha convertido en un componente importante de los servicios de salud mental16. Gartner y Riessman17 definen el apoyo de/a iguales como el apoyo social y emocional que se ofrecen entre sí las propias personas con problemas mentales o aquel organizado por personas con problemas de salud mental que lo ofrecen a otras personas con problemas similares a fin de lograr el cambio personal y social deseados. Mead et al.18 consideran que el apoyo de iguales es «un sistema de dar y recibir ayuda basado en los principios fundamentales del respeto, la responsabilidad compartida, y el acuerdo mutuo de lo que es útil» (p. 135). El apoyo de iguales refuerza la cultura de la salud, la capacidad, la funcionalidad y los aspectos positivos de la persona, en lugar de la enfermedad, los síntomas y los problemas18,19. El apoyo de iguales puede ser parte de un modelo terapéutico de la salud mental que fomente el bienestar y la recuperación19–21 y puede desempeñar un papel decisivo en la recuperación de los individuos, ya que el apoyo prestado se basa en la experiencia personal, en lugar de en el conocimiento profesional19. El concepto de recuperación se ha definido de varias maneras en los últimos 15 años, y los elementos básicos son: recuperar la esperanza y el sentido; superar el estigma asociado con los problemas mentales; y recuperar el control sobre la propia vida22. En la última década, varios estudios epidemiológicos mostraron que la mejoría de los síntomas y del comportamiento social es posible en una proporción importante de personas con problemas mentales23.

Los datos disponibles sugieren que los servicios asistenciales deben organizarse en torno al concepto de la recuperación; los servicios, incluidos los de apoyo de iguales, deben reflejar los 4 valores fundamentales de la recuperación. Estos valores fundamentales incluyen la orientación hacia la persona, la participación de la persona, la autodeterminación y el potencial para crecer22.

Una revisión de la literatura sugiere que existen 3 grandes categorías de intervención dentro del contexto del apoyo de iguales: el apoyo mutuo que surge de forma natural, la participación en programas gestionados por iguales y el uso de usuarios de los servicios de salud mental como proveedores del servicio y de apoyo1,16,19,24.

El apoyo mutuo que surge de forma natural es la forma más básica de apoyo de iguales. Se trata de un proceso de apoyo voluntario que tiene como objetivo resolver problemas comunes o inquietudes compartidas. En los programas organizados por iguales, los usuarios del servicio gestionan la organización y deciden la forma de brindar apoyo. Los programas de apoyo organizados por iguales se crearon con el objetivo de convertirse en una alternativa al sistema de salud mental oficial y ofrecer actividades complementarias a las obtenidas en el apoyo de iguales1,2,19.

En aquellos programas en los que los usuarios son también los proveedores de apoyo, los centros de servicios asistenciales tradicionales forman y contratan a los proveedores de apoyo. En esta tercera modalidad, la relación es más asimétrica, e implica al menos a un proveedor de apoyo y a un usuario que recibe el apoyo. El hecho de que los «compañeros» proveedores sean contratados por los servicios de salud mental y se encuentren en una etapa más avanzada de recuperación puede afectar la reciprocidad de las interacciones, lo que realza el carácter asimétrico y desigual de este tipo de apoyo de iguales1,2,19.

Generalmente, las intervenciones en personas que sufren problemas de salud mental se centran en mejorar la calidad de vida y el bienestar, fomentar la participación social y ayudar al individuo a recuperar la autonomía25. Estudios recientes realizados en varios países observaron que el apoyo de iguales constituye una intervención eficaz26 que promueve el empoderamiento y mejora la calidad de vida y la participación social de los usuarios y proveedores16. Varios estudios en Canadá, Escocia y Australia han publicado resultados positivos, entre los que cabe destacar la disminución de ingresos y reingresos hospitalarios, un menor uso de los servicios de urgencia, reducción de costes y niveles más elevados de satisfacción4. En un sentido más amplio, los datos publicados muestran que el apoyo de iguales tiene grandes beneficios para los proveedores de apoyo a iguales, para los usuarios del mismo y para las organizaciones en las que trabajan dichos proveedores de apoyo (compañeros especializados)5,21,27,28.

En los últimos años se ha producido una evolución y propagación de los servicios de apoyo a iguales que se centran en la recuperación de las personas con problemas de salud mental29,30. Esto refleja el reconocimiento de que la experiencia de recuperación de personas en condiciones similares puede constituir una importante fuente de apoyo y de información para otras que se enfrenten a problemas de índole similar23.

A pesar de estos prometedores resultados, la práctica del apoyo a iguales es poco común en la salud mental, y existe cierta ambigüedad y heterogeneidad en los modelos de organización e implementación. Los datos disponibles sugieren que estos programas de apoyo deben tener: un papel definido para los proveedores de apoyo a iguales; acceso a formación, apoyo y supervisión adecuados para dichos proveedores; y capacitación y apoyo del personal para asegurar que los proveedores de apoyo se integran plenamente en el equipo sanitario y pueden funcionar de forma eficaz21. En Portugal y en algunos otros países de Europa del sur, el apoyo de iguales es un enfoque prácticamente inexistente, pero se está empezando a implementar. En los diferentes ámbitos de la salud31 se hace hincapié en la necesidad de elaborar directrices de buenas prácticas, y esto debe aplicarse también a los programas de apoyo de iguales. El objetivo de este estudio fue elaborar un conjunto de directrices que se puedan aplicar a los programas de apoyo de iguales en el sistema de salud mental y de psiquiatría en Portugal.

Material y métodosRevisión de literatura

Se realizaron búsquedas en las bases de datos ISI (Web of Science) y EBSCO (Psychology and Behavioural Sciences Collection; Medline) con las siguientes frases exactas en inglés: «mental illness» (enfermedad mental) o «mental health» (salud mental) o «psychiatric disability» (incapacidad psiquiátrica) y «peer support» (apoyo de/a iguales) o «mutual support» (apoyo mutuo) o «self-help groups» (grupos de autoayuda) o «consumer as providers» (consumidor como proveedor) o «peer-run services» (servicios gestionados por iguales) o «peer-run programmes» (programas gestionados por iguales). En Medline se utilizaron los siguientes títulos dentro de los temas médicos (MeSH, Medical Subject Headings): «mental disorders» (trastornos mentales) o «mental health» (salud mental) o «mental health services» (servicios de salud mental) y «self-help groups» (grupos de autoayuda) o «social support» (apoyo social) o «peer support» (apoyo de iguales). Los términos se buscaron como «topics» (temas) en la ISI, y en «all the fields» (todos los campos) en la EBSCO. Las búsquedas se iniciaron en mayo de 2012 y se actualizaron regularmente hasta enero de 2014.

La búsqueda en las bases de datos arrojó 1.189 artículos. Los criterios de inclusión de los estudios fueron: artículos de investigación en inglés publicados entre 2001 y diciembre de 2013; artículos con texto completo; estudios en poblaciones de adultos con trastornos psiquiátricos. Se excluyeron los estudios de apoyo de iguales relacionados con abuso de drogas, apoyo en enfermedad física o para la familia o los cuidadores, y los artículos repetidos.

Dos de los autores se encargaron de revisar todos los títulos y resúmenes para excluir aquellos documentos que no fuesen relevantes o elegibles. Con la muestra final, cada revisor analizó el texto completo de los artículos restantes para decidir su elegibilidad. Un tercer revisor resolvió las discrepancias durante el debate de consenso. Se obtuvo un conjunto final de 112 documentos que se analizaron mediante la aplicación de software NVivo 9.

Proceso de consenso de expertos mediante metodología Delphi

Además de la revisión sistemática, se realizó una encuesta en línea de 2 rondas utilizando la metodología Delphi y el cuestionario de un estudio realizado por el Centro australiano de salud mental tras trauma (ACPMH)32. Las preguntas se clasificaron en 4 categorías principales: a) los objetivos, la definición y los principios del apoyo de iguales; b) la formación y la supervisión de los proveedores del servicio; c) los modelos y servicios suministrados, y d) la evaluación y eficacia del apoyo de iguales. El panel fue reclutado por la CCPUC del Programa nacional de salud mental portugués.

Se envió un correo electrónico a 20 organizaciones portuguesas de rehabilitación psicosocial que constituían una muestra representativa de las organizaciones que trabajan en este país. Se solicitó a cada organización que invitase a un mínimo de 2 empleados (profesionales de la salud mental, investigadores y otros) y a 2 personas con problemas de salud mental a responder al cuestionario. Se estableció contacto por correo electrónico con 96 personas y se les invitó a mediante la cumplimentación de un cuestionario en línea. Dicho cuestionario solicitaba a los participantes valorar su grado de acuerdo con diversos enunciados mediante una escala de Likert de 9 puntos (1=Completamente en desacuerdo; 5=Neutral; 9=Completamente de acuerdo). Los participantes también tenían la oportunidad de formular observaciones acerca de cada enunciado. Una puntuación inferior a 3 se consideró un desacuerdo con el enunciado pertinente; entre 4 y 6 puntos, inclusive, se consideró una postura neutral y una puntuación superior a los 6 puntos un acuerdo. Se estableció que existía consenso entre los expertos respecto a un enunciado concreto cuando la frecuencia de acuerdos o desacuerdos superaba el 70%32,33.

En la primera ronda participaron 72 personas y en la segunda 44 (profesionales sanitarios, investigadores y personas con enfermedades psiquiátricas). Los detalles de la muestra se presentan en la tabla 1.

Tabla 1.

Características de la muestra

Características  Ronda 1Ronda 2
 
Tipo de participante
Profesionales clínicos o de salud mental  34  47,2  26  59,1 
Personas con enfermedad mental  25  34,7  10  22,7 
Académicos e investigadores  8,3  9,1 
Administradores y directores de los servicios de salud mental  9,7  9,1 
Género
Varón  24  33,3  13  29,5 
Mujer  48  66,7  31  70,5 
Región de trabajo (Portugal)
Norte  32  44,4  22  50 
Centro  34  47,3  18  40,9 
Sur  8,3  9,1 
Estudios
Preescolar  2,3 
Estudios primarios  9,7  4,5 
Estudios secundarios  10  13,9  9,1 
Diplomatura  30  41,7  21  47,8 
Grado de máster  13  18,1  11  25 
Doctorado  9,7  1,4 
Años involucrados en el tema de la enfermedad mental
<5años  18  25  12  27,3 
6-10años  10  13,9  20,5 
11-15años  20  27,8  14  31,8 
16-25años  16  22,2  11,4 
>26años  11,1  9,1 
Edad en años
Media (desviación estándar)  40 (10,002)36 (7,441)
ResultadosRevisión sistemática

Las categorías básicas de primer y segundo orden relativas al apoyo de iguales fueron: Caracterización (definición, tipos, objetivos y población objetivo); Proveedor de apoyo (características, proceso de selección, capacitación y supervisión); Práctica (modelos, local, fases de contacto y programas); y Eficacia (estudios empíricos y teóricos). Estas dimensiones surgieron de la literatura analizada. Las categorías que figuran en la tabla 2 se desarrollaron a partir de los principales temas destacados en el cuestionario. Observamos que el número de publicaciones sobre este tema ha aumentado en los últimos 10 años (fig. 1). Los principales resultados de la revisión de la literatura con referencia a estas categorías se destacan en la tabla 2.

Tabla 2.

Resultados de la revisión de la literatura

Categorías  Resultados  Autores 
Definiciones, objetivos y principios de apoyo de iguales  El marco teórico en el que se basa el apoyo de iguales es el tema explorado con mayor frecuencia en la literatura. Existe un consenso sobre la definición y los tipos, pero no las metas. Llegamos a la conclusión de que el apoyo de iguales:
- Mejora el funcionamiento social, la autoestima, la autoeficacia y el funcionamiento en las actividades de la vida diaria;
- Lo utilizan personas con enfermedad mental grave, un primer episodio de psicosis, crisis agudas y psicosis crónica y persistente 
1,2,16,19,34–42,61–85 
Formación, personal y supervisión en apoyo de iguales  A pesar de la falta de información y la ambigüedad de rol del proveedor de apoyo y de los procedimientos que subyacen a su integración dentro de las organizaciones (selección, formación y supervisión) existe consenso en la literatura sobre sus características. Un proveedor de apoyo a iguales debe:
- Presentar la misma patología que la población objetivo, pero estar más avanzado en la recuperación;
- Pasar por un proceso de selección;
- Recibir formación eficaz;
- Recibir supervisión de forma regular;
- Someterse a la selección, capacitación y supervisión de compañeros o profesionales de la salud mental 
1,2,13,15,18,26,36,43–52,61–64,71-73,75,76,86,87 
Modelos de apoyo de iguales y prestación de apoyo de iguales  Solo se mencionan el modelo de proveedor de apoyo a iguales en unos pocos estudios. En la mayoría de los programas su función no está bien definida y varía según la institución. Hemos llegado a la conclusión de que los programas de apoyo basados en un proveedor de apoyo pueden:
- Implementarse en diversos ámbitos;
- Ser de duración variable
La mayoría de los estudios sugieren que la provisión de apoyo a iguales debería adoptar una forma laboral a tiempo parcial y por turnos 
15,37,39,41–44,47–49,51,53–59,61,62,64–68,75,76,78,83,86,88 
Evaluación y eficacia del apoyo de iguales  Los procedimientos de evaluación de los programas con proveedores de apoyo a iguales presentan una falta de información. Podemos concluir solamente que deben incluir:
- Métodos específicos;
- Feedback de evaluadores internos y externos
Varios autores sugieren que, a pesar de la falta de pruebas sobre la eficacia, el apoyo de iguales tiene beneficios:
- Reduce los costes de los servicios de salud mental
- Mejora la eficacia de los servicios de salud mental
- Aumenta la satisfacción del usuario con los servicios de salud mental 
1,2,15,16,19,37,43,44,49,53,58,59–63,65,69,70,76,80–84,86,87,89 
Figura 1.

Número de publicaciones sobre apoyo de iguales en los 12 años previos.

(0.13MB).
Delphi

La encuesta incluyó 77 enunciados basados en una revisión sistemática y en una encuesta procedente de un estudio australiano10,32. En 52 de ellos (67,5%) se obtuvo consenso en la ronda 1. En la ronda 2, se solicitó a los participantes que evaluaran los 25 enunciados remanentes y de estos, se alcanzó el consenso en 13 (52%). En total, se alcanzó consenso en 65 de los 77 enunciados (84,4%). En el anexo 1 se resumen y enumeran las áreas en las que se obtuvo consenso.

Con base en estos resultados, se elaboraron recomendaciones clave en las siguientes 8 áreas: a) Objetivos y principios del apoyo de iguales; b) Selección de los proveedores de apoyo de apoyo; c) Formación y acreditación de los proveedores de apoyo de iguales; d) Papel de los profesionales de la salud mental; e) papel de los proveedores de apoyo de iguales; f) Accesibilidad a los proveedores de apoyo de apoyo; g) Cuidado de los proveedores de apoyo de apoyo; h) Evaluación del programa. Estas recomendaciones deben aplicarse de acuerdo con el contexto específico del programa.

Sobre la base de los resultados, se proponen 8 principios rectores en la creación de los servicios en el apoyo de iguales en salud mental. Según el grupo de expertos, los objetivos del apoyo a iguales (a) son: escuchar de forma empática; proporcionar intervención psicológica de bajo nivel; abogar por sus compañeros en las disputas con la administración y con otros usuarios; identificar a los usuarios que puedan suponer un riesgo para sí mismos o para los demás; facilitar el acceso a la ayuda profesional; fomentar el cumplimiento terapéutico; mejorar el funcionamiento de los individuos en los contextos en los que viven, aprenden, trabajan y socializan; reducir las posibilidades de recaída y hospitalización, promover la salud física, mental y el bienestar en su sentido más amplio. El apoyo de iguales no pretende ser un tratamiento para los trastornos psiquiátricos. Además de estos objetivos, se admite la importancia del apoyo de iguales de forma espontánea o informal, durante la jornada laboral y la disponibilidad de programas de apoyo de iguales para personas con un largo historial de problemas de salud mental.

Con respecto a la selección de los proveedores de apoyo a iguales (b), se recomendó por unanimidad que los proveedores de apoyo presenten una solicitud al puesto y sean sometidos a un proceso de selección. Los expertos recomendaron que el proceso de selección debe incluir la aceptación del posible proveedor por parte de los usuarios y de un panel de expertos, que debería estar formado por profesionales y usuarios de los servicios de salud mental. Hubo consenso en que el proveedor fuese miembro de la población diana, alguien con considerable experiencia en problemas de salud mental pero respetado por sus iguales.

El panel coincidió en la necesidad de proporcionar al proveedor del servicios de apoyo a iguales (c) formación en sencillas técnicas psicológicas e información sobre otros servicios de apoyo y tratamiento psicológico. Esto es coherente con el consenso alcanzado respecto al desacuerdo referente al enunciado de que los proveedores de apoyo de iguales no requieran capacitación para cumplir su cometido. También hubo acuerdo en que los proveedores de apoyo de iguales deban cumplir unos requisitos específicos antes de desempeñar el papel y que se valore su actuación mediante juegos de rol, entrevistas o pruebas escritas. Se recomendó la participación de los proveedores en supervisiones regulares, la actualización de su formación y el mantenimiento de la acreditación. En concreto, se recomendó que los proveedores de apoyo a iguales fuesen sometidos a una evaluación periódica, ya sea con un proveedor más veterano o con un profesional de la salud mental.

En cuanto al papel de los profesionales de salud mental (d), el panel era de la opinión de que deben participar en la formación y supervisión de los proveedores de apoyo de iguales y que un profesional de la salud mental debidamente cualificado debe ser responsable de todos los programas de apoyo con proveedores de apoyo entre iguales.

Hubo acuerdo en que el papel de los proveedores de apoyo de iguales (e) es proporcionar apoyo continuo a los usuarios durante el tiempo que sea beneficioso. Cada caso debe ser examinado con un profesional de la salud mental y se debe mantener la confidencialidad durante todo el proceso de apoyo, salvo durante la supervisión clínica dentro del programa o si el usuario representa un riesgo para sí mismo o para los demás.

En términos del acceso a los proveedores de apoyo de iguales (f), el consenso fue que los proveedores de apoyo a iguales deben actuar como el primer punto de contacto con el usuario del servicio de salud mental. También se obtuvo consenso sobre la conveniencia de que los usuarios puedan seleccionar al proveedor de entre una lista. Asimismo, se consideró que la disponibilidad de los proveedores de apoyo debe establecerse dentro de un horario definido, es decir que exista un sistema de rotación para que los proveedores no estén de guardia todo el tiempo y exista cierta flexibilidad a la hora de hacer frente a situaciones y urgencias específicas.

En vista de los requisitos y las responsabilidades asociadas con el papel de proveedor de apoyo a iguales, los participantes en este estudio sugirieron que dichos proveedores deben tener fácil acceso a la orientación y al asesoramiento por parte de un profesional de la salud mental entrenado adecuadamente siempre que sea necesario (g); esto podría implementarse mediante supervisiones regulares entre los proveedores y de estos con compañeros que tengan más experiencia o con un profesional de la salud mental. También se recomendó que los proveedores de apoyo a iguales tuviesen ellos mismos acceso a apoyo.

El panel estuvo de acuerdo en que los programas de apoyo de iguales deben integrarse con otros programas de rehabilitación y han de: permitir la posibilidad de una derivación directa a un profesional de la salud mental; adaptarse a las necesidades del grupo objetivo; contar con el apoyo total y la aceptación de la organización; establecer la duración y la frecuencia del programa antes de su implementación; establecer metas claras vinculadas con resultados específicos antes de su implementación; (h) ser evaluado por un evaluador externo independiente que consulte al equipo de proveedores de apoyo. Los participantes también estuvieron de acuerdo en que la evaluación debe incluir información cualitativa y cuantitativa sobre los usuarios y determinados indicadores objetivos (absentismo, baja por enfermedad, rotación de personal, etc.). Se recomendó la supervisión del progreso mediante la cumplimentación regular de sencillas listas de verificación. Algunos indicadores que midan el éxito del programa de apoyo de iguales pueden ser: aumento en el número de derivaciones a la asistencia profesional apropiadas; aumento del rendimiento laboral; una mejora general en la satisfacción del personal del centro; una reducción del estigma asociado con los problemas de salud mental; menos bajas por enfermedad y rotación de personal (véase el anexo 1).

Discusión

A pesar del creciente número de publicaciones sobre el tema (fig. 1), la información sobre el uso del apoyo de iguales en los problemas de salud mental es bastante escasa, en particular en términos de evaluación y eficacia de los programas de apoyo, y el papel de los proveedores de apoyo a iguales en los servicios de salud mental. Dicha falta de información y de pruebas conduce a un grado de controversia y ambigüedad a la hora de elaborar directrices para su práctica e implantación, lo que repercute de forma negativa en la implementación de servicios de apoyo de iguales dentro de los servicios de salud mental.

Este es el primer estudio realizado en Portugal que intenta generar un consenso entre los usuarios de los servicios de salud mental y los profesionales, con el fin de elaborar directrices que ayuden a los proveedores de los servicios de salud mental a implementar el apoyo de iguales. Puesto que hasta la fecha no ha existido consenso sobre las mejores prácticas, este tipo de modelos de apoyo varía ampliamente entre las distintas organizaciones10.

El método Delphi es un enfoque valioso para obtener consenso10 si aún no existe un órgano de investigación riguroso sobre el que fundamentar las directrices. Para mejorar la aceptación del consenso por parte de una comunidad más amplia, se utilizó un grupo heterogéneo de individuos en términos de género, edad, conexión con los servicios de salud mental (profesionales sanitarios clínicos y de salud mental, personas con problemas de salud mental, académicos e investigadores así como gestores y directores de los servicios sanitarios) y el tiempo que llevaban involucrados en este tipo de servicios. El hecho de que no se obtuviese consenso en 12 enunciados indica que el panel no se limitó a manifestar su acuerdo con las ideas expuestas. La elevada permanencia de los participantes a lo largo de las 2 rondas fue una característica positiva e importante de este estudio.

Este estudio presenta ciertas limitaciones. En primer lugar, la información acerca de programas de apoyo de iguales dirigidos a la rehabilitación en problemas de salud mental es muy limitada en Portugal. Además, aunque en muchos enunciados se logró un consenso superior al 90%, en otros el porcentaje fue solo ligeramente superior al 70% necesario, lo que sugiere discrepancias importantes de opinión. El análisis más detallado de los enunciados con y sin consenso refleja que las diferencias se refieren a temas relacionados con los servicios de salud mental: diferencias de opinión entre los usuarios y los profesionales. Por tanto, es importante considerar estas recomendaciones como directrices en lugar de normas rígidas; los programas deben estar abiertos a excepciones, siempre que exista un enfoque alternativo capaz de satisfacer mejor las necesidades de la población diana15. A pesar de estas limitaciones, este estudio tiene la ventaja de utilizar un método fácilmente reproducible, y contribuye al creciente número de estudios sobre apoyo de iguales en Portugal y otros países.

Las directrices que se presentan en este estudio son el resultado de una revisión de la literatura y de una encuesta realizada entre profesionales de salud mental y usuarios del servicio. Es preciso continuar investigando la función del apoyo de iguales en el tratamiento de los problemas de salud mental a fin de demostrar su eficacia y ofrecer datos adicionales sobre los que basar la elaboración de directrices. Este consenso nacional se puede utilizar como punto de partida para el diseño e implementación de programas de apoyo de iguales en los centros de salud mental, así como en investigaciones futuras. Sin embargo, es importante que la investigación en este campo se centre en el establecimiento de pruebas sólidas en cuanto a la eficacia del apoyo en los servicios de salud mental, mediante la creación de estudios controlados y con distribución aleatoria. El apoyo de iguales está ganando fuerza en el campo de la rehabilitación psicosocial de personas con problemas de salud mental, y este estudio proporciona datos valiosos sobre los que fundamentar la difusión de esta intervención en las instituciones de salud mental portuguesas. Este estudio también refleja el limitado desarrollo del apoyo de iguales en Portugal; según las bases de datos científicas, la investigación en apoyo de iguales en Portugal es casi inexistente, lo que indica que se necesitan más estudios.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

El Panel Delphi que consta de diferentes entidades de rehabilitación psicosocial fue contactado por una entidad externa al estudio, CCPUC del Programa nacional de salud mental; Ninguno de los autores deste estudio es parte de la CCPUC.

Ninguno de los autores ha sido parte del panel de expertos.

El cuestionario no identificó a los participantes. Durante todo el processo fue mantenida la confidencialidad y el anonimato de los participantes.

Anexo

Enunciado  Ronda  %
Acuerdo 
%
Neutral 
%
Desacuerdo 
1. Un objetivo principal en el apoyo de iguales es escuchar al otro con empatía  80,6  15,2  4,2 
2. Un objetivo principal en el apoyo de iguales es proporcionar una intervención psicológica de bajo nivel (p. ej., consejos sobre autocuidado, dónde conseguir ayuda, etc.).  72,2  11,1  16,7 
3. La provisión de apoyo de iguales no pretende ofrecer intervenciones continuas ni formales (p.ej., terapia cognitivo conductual, farmacoterapia, etc.)  –  No se obtuvo consenso
4. Uno de los objetivos del apoyo de iguales es abogar por los compañeros en las disputas con la administración/colegas  86,4  9,1  4,5 
5. Uno de los objetivos del apoyo de iguales es la identificación de compañeros que representen un riesgo para sí mismos o para otros  72,7  11,4  15,9 
6. Un objetivo principal del apoyo de iguales es facilitar el acceso a la ayuda profesional  77,8  5,6  16,6 
7. Un objetivo secundario del apoyo de iguales es fomentar el cumplimiento del tratamiento (es decir, continuar con el tratamiento de salud mental y tomar los medicamentos recetados)  84,7  2,8  12,5 
8. El apoyo de iguales tiene como objetivo mejorar el funcionamiento de las personas en los contextos en los que deciden vivir, aprender, trabajar o socializar  95,8  2,8  1,4 
9. Un objetivo principal del apoyo de iguales es reducir la posibilidad de recaída y hospitalización  87,5  6,9  5,6 
10. Todas las personas con un trastorno mental pueden beneficiarse de los servicios de apoyo de iguales, independientemente de la gravedad de su condición  –  No se obtuvo consenso
11. Las personas con un largo historial de enfermedad mental no se benefician de los programas de apoyo de iguales  15,3  6,9  77,8 
12. El apoyo de iguales no solo busca la recuperación de una enfermedad mental, sino también la promoción de la salud física y mental y el bienestar, en su sentido más amplio  94,4  4,2  1,4 
13. El apoyo de iguales se caracteriza, a diferencia de los grupos de ayuda mutua y autoayuda, por una relación asimétrica entre el prestador y el usuario del servicio  –  No se obtuvo consenso
14. El proveedor de apoyo debe ser un miembro de la población objetivo (p. ej., un paramédico en los programas de apoyo de iguales de paramédicos, un veterano en los programas de apoyo a veteranos)  72,2  15,3  12,5 
15. El proveedor de apoyo debe ser alguien con una experiencia considerable en el campo de trabajo de la población objetivo  91,7  2,7  5,6 
16. El proveedor de apoyo debe ser respetado por sus iguales  100  –  – 
17. El proveedor de apoyo debe someterse a un proceso de solicitud y selección antes de emprender el papel  86,2  6,9  6,9 
18. Cualquier persona en el grupo objetivo puede solicitar ser un prestador de apoyo de iguales, sin importar su etapa de recuperación, siempre y cuando esté clínicamente estable  –  No se obtuvo consenso
19. Siempre que sea posible, el proveedor de apoyo debe ser aprobado por los miembros del grupo objetivo, como parte del proceso de selección  73,6  15,3  11,1 
20. Un panel de expertos que incluya a profesionales de salud mental y a personas con enfermedad mental debe ser responsable del proceso de selección  95,5  4,5  – 
21. Debe existir un proceso de selección del proveedor de apoyo  95,5  2,2  2,3 
22. El proveedor de apoyo no requiere ningún tipo de formación específica para cumplir su papel  9,7  4,2  86,1 
23. El proveedor de apoyo debe estar formado en técnicas simples de psicología, tales como la capacidad de escuchar  88,9  6,9  4,2 
24. El proveedor de apoyo debe estar formado en habilidades más avanzadas, tales como primeros auxilios psicológicos, primeros auxilios de salud mental, intervención en crisis y asesoramiento general  –  No se obtuvo consenso
25. El proveedor de apoyo no debe ser formado en intervenciones de salud mental de alto nivel, tales como terapia cognitiva  –  No se obtuvo consenso
26. La formación del proveedor de apoyo debería incluir información sobre otros servicios de apoyo y tratamiento psicológico para que los proveedores puedan actuar como puente entre el «cliente» y el apoyo profesional  83,4  6,9  9,7 
27. El proveedor de apoyo debe cumplir unos requisitos específicos antes de asumir su función (se puede evaluar a través de juegos de roles, entrevistas, pruebas escritas)  81,9  11,2  6,9 
28. Es de esperar que los proveedores de apoyo acudan a supervisiones regulares y a cursos de actualización  91,6  4,2  4,2 
29. Se recomienda una acreditación renovable o una certificación para los proveedores de apoyo  75  15,3  9,7 
30. Para mantener la acreditación, los proveedores de apoyo de iguales deben ser sometidos a valoración periódica, ya sea con un proveedor de apoyo más veterano o con un profesional de salud mental  75  12,5  12,5 
31. Para mantener la acreditación, los proveedores de apoyo deben demostrar su competencia mediante evaluaciones regulares con juegos de rol, entrevistas o pruebas escritas  70  10,9  19,1 
32. Los proveedores de apoyo deben compartir todos los casos con un profesional de salud mental  72,7  11,4  15,9 
33. Un profesional de la salud mental debidamente cualificado debe ser responsable de todos los programas de apoyo  81,8  11,4  6,8 
34. La formación en habilidades de apoyo debe implicar a profesionales de la salud mental debidamente cualificados  88,9  6,9  4,2 
35. La supervisión para los proveedores de apoyo debe incluir acceso a profesionales de la salud mental debidamente cualificados 
86,2  6,9  6,9 
36. Los proveedores de apoyo deberían proporcionar apoyo continuo a los usuarios del servicio durante todo el tiempo que sea beneficioso  90,9  9,1  – 
37. Los proveedores de apoyo deben consultar a un profesional de salud mental cualificado para recibir apoyo clínico y asesoramiento, cuando sea necesario  88,6  9,1  2,3 
38. Debe existir una vía de derivación en todos los programas de apoyo de iguales para la remisión directa a un profesional de salud mental  86,1  5,6  8,3 
39. Los servicios que ofrecen los programas de salud mental y de rehabilitación deben proporcionar apoyo de iguales continuado a personas que hayan completado el programa y hayan sido dados de alta  –  No se obtuvo consenso
40. Los programas de apoyo de iguales deben integrarse cuidadosamente con otros servicios de apoyo y programas de rehabilitación  93,1  4,2  2,7 
41. Los programas de apoyo de iguales deben adaptarse a las necesidades del grupo objetivo  98,6  1,4  – 
42. La duración y la frecuencia de los programas de apoyo deben definirse desde el principio  72,2  5,6  22,2 
43. El uso de apoyo de iguales de forma espontánea e informal en el curso de un día de trabajo es un aspecto importante de los programas de apoyo de iguales  80,6  11,1  8,3 
44. Debe mantenerse la confidencialidad durante todo el proceso de apoyo, salvo durante la supervisión clínica del programa o cuando un usuario represente una amenaza para él o para los demás  94,4  2,8  2,8 
45. Debería considerarse la posibilidad de cómo puede encajar un sistema de apoyo de iguales con los procesos formales de investigación y revisiones posteriores realizadas por el patrocinador  90,3  6,9  2,8 
46. Los propios proveedores de apoyo de iguales deben contar con apoyo  97,2  1,4  1,4 
47. Los proveedores de apoyo deben tener acceso al asesoramiento de un profesional de salud mental adecuadamente formado de forma rápida siempre que sea necesario  95,8  4,2  – 
48. Los proveedores de apoyo deben participar en la supervisión de iguales de forma regular con sus colegas  94,4  4,2  1,4 
49. Los proveedores de apoyo deben contar con una supervisión regular, ya sea con un proveedor de apoyo más experimentado ya con un profesional de la salud mental  88,9  11,1  – 
50. Los proveedores de apoyo de iguales deben ser remunerados para ser proveedor de apoyo de iguales  –  No se obtuvo consenso
51. Los proveedores de apoyo deben tener acceso a actividades de desarrollo profesional adecuadas y financiadas por el programa  81,9  11,1  6,9 
52. Cada proveedor de apoyo debe tener un horario definido de guardias  86,4  2,3  11,4 
53. Los proveedores de apoyo deben disponer de un sistema de turnos para no estar de servicio en todo momento  81,9  11,2  6,9 
54. Debe existir flexibilidad en el programa de apoyo para responder a las necesidades de los usuarios, en particular, en situaciones de urgencia  79,5  15,9  4,6 
55. Los posibles usuarios interesados en los servicios de apoyo de iguales deben contar con la posibilidad de elegir el proveedor de apoyo de entre varias personas  79,2  16,6  4,2 
56. Los proveedores de apoyo deben recibir remuneración no económica por sus servicios como proveedores de apoyo  –  No se obtuvo consenso
57. Los usuarios del servicio deben tener el número de teléfono móvil personal del proveedor de apoyo para comunicarse con él siempre que lo deseen  –  No se obtuvo consenso
58. La recepción y admisión de un nuevo usuario del servicio deben realizarlas un profesional de la salud mental junto con un proveedor de apoyo  70,5  11,3  18,2 
59. No se requiere evaluación formal para los programas de apoyo de iguales  8,4%  6,9  84,7 
60. Todos los programas de apoyo de iguales deben establecer metas claras y vinculadas a resultados específicos desde el principio, lo que servirá de base de evaluación  90,3  8,3  1,4 
61. Los programas de apoyo de iguales deben ser evaluados por un evaluador externo e independiente, y en consulta con el equipo de apoyo  84,1  9,1  6,8 
62. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir información cualitativa y cuantitativa de los usuarios  95,8  2,8  1,4 
63. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir indicadores objetivos tales como el absentismo, la baja por enfermedad o rotación de personal  84,7  8,4  6,9 
64. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir la opinión de los que utilizan el servicio  95,8  4,2  – 
65. Siempre que sea posible es recomendable utilizar sencillas listas de verificación simples de forma regular para monitorizar el progreso  87,5  12,5  – 
66. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser un aumento de las derivaciones adecuadas hacia los servicios de asistencia profesional  84,7  8,4  6,9 
67. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser un aumento en el rendimiento laboral  83,3  11,1  5,6 
68. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser la mejora en la satisfacción general del personal dentro de la organización  91,7  6,9  1,4 
69. Se puede considerar que un programa de apoyo de iguales funciona si se reduce el estigma asociado a los problemas de salud mental  94,4  2,8  2,8 
70. Existen datos sólidos en investigación de que los programas de apoyo son eficaces  –  No se obtuvo consenso
71. Si tuvieran la oportunidad, la mayoría de las personas con problemas de salud mental podrían usar un programa de apoyo de iguales  75  13,6  11,4 
72. El estigma asociado con las enfermedades mentales puede ser una barrera para la difusión de esta práctica entre las personas con problemas de salud mental  –  No se obtuvo consenso
73. Después de una crisis o de un periodo inestable, un proveedor de apoyo debería contactar con todos los implicados para comprobar que están bien y ofrecerles apoyo  73,6  20,8  5,6 
74. Incluso si solo una minoría de las personas con problemas de salud mental eligen utilizar el programa de apoyo, se trata de una intervención de rehabilitación de utilidad que las instituciones pueden ofrecer  84,7  11,1  4,2 
75. Los programas de apoyo de iguales deben establecer protocolos claros y explícitos respecto a la confidencialidad que se comunicarán al grupo diana  91,7  5,6  2,7 
76. Los programas de apoyo de iguales deben contar con el apoyo y la aceptación institucional absolutos  95,8  2,8  1,4 
77. Uno de los indicadores del éxito de un programa de apoyo de iguales podían ser la reducción de las bajas por enfermedad y del cambio de personal  79,2  15,2  5,6 

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