Quiero que mis últimas palabras de presidente sean de agradecimiento a mi Junta de Gobierno, por su colaboración y confianza demostrada a lo largo de estos dos años, que sacrificando muchas horas libres me han acompañado a lo largo de
toda la geografía andaluza.
Al hacernos cargo de la administración de nuestra querida Sociedad vimos una serie de problemas que hacía muy difícil su supervivencia:
-- La nula implicación hasta la fecha del Vicepresidente Primero y de los Vocales en ningún proyecto del Presidente.
-- Una bajísima tasa de inscripción de nuevos socios frente a un incremento de socios eméritos, muy deseable, pero que suponía un desastre para la tesorería.
-- Una revista que comprometía nuestro futuro como sociedad científica, ya que en su edición se consumían casi todos los haberes, y no ofrecía alicientes entre los jóvenes especialistas, ya que puntuaba la mitad que la Revista de la SECOT.
-- Una secretaría con una infraestructura totalmente obsoleta, que funcionaba de una manera artesanal, incompatible con nuestros tiempos. Desconocíamos la dinámica de las altas, las bajas, etc., todo estaba en las manos de una persona, pero que había sido el alma de nuestra querida Sociedad, y sin su abnegación y entrega, no hubiera sobrevivido.
Una vez segmentado el problema de la supervivencia de nuestra querida Sociedad, hice partícipe al vicepresidente y a los vocales de todos los proyectos, alguno muy complejo, pero si no se solucionaban desapareceríamos como sociedad científica; estos problemas eran la secretaría y la Revista.
Para ello contactamos con una serie de empresas de servicios y, tras una serie de ofertas, nos decidimos por SAYCO que, de acuerdo con los estatutos, nos ofrecía, entre otras cosas, secretaría con un horario amplio, soporte magnético para nuestro archivo, lugar de reunión, asesoría jurídica para hacer efectivos todos los cobros pendientes, organización logística del congreso anual y de los seminarios. Dejando muy claro que la sede oficial de la SATO sigue siendo el Real Colegio de Médicos de Sevilla.
Una vez que contamos con una secretaría eficaz, iniciamos una etapa nueva que nos permite mantener el actual formato de la Revista, dando un aire distinto y nombrando un nuevo equipo de redacción, implicando a nuevas personas, con una gestión distinta, que en lo económico nos permite una cierta autonomía. También se ha creado una pagina Web, que en breve dispondrá entre otros servicios, de un área restringida para socios, foros de debate, información, etc., y que ya en sus primeros pasos se autogestiona.
No quiero dejar pasar esta ocasión para agradecer el esfuerzo y la entrega de tantos años del anterior Redactor Jefe, sin el cual, seguro que la Revista hubiera dejado de existir. A los organizadores de seminarios, que cada vez ponen el listón mas alto en contenido científico y logística, y por la cantidad de inscripciones de nuevos socios que se logran en cada uno de ellos; pero una vez más quiero recordarles que la Sociedad no les exige tanto, que el espíritu fundacional de los seminarios es que cualquiera pueda organizarlos por pequeña que sea su unidad o servicio. Agradezco la sensibilidad del Consejero de Sanidad con nuestra querida Sociedad, al puntuar las publicaciones en nuestra Revista igual que en la nacional.
Por último, felicitar al nuevo Vicepresidente primero; y desearles toda clase de éxitos al nuevo Presidente y a toda su Junta.
NOTA DE LA REDACCION
El doctor D. Gonzalo Vázquez Álvarez de Eulate ha muerto.
A la hora de cerrar el presente número nos sobrecoge la noticia del fallecimiento de Gonzalo Vázquez, expresidente de la SATO, vicepresidente 2.o actual y miembro destacado de todas las actividades de la Sociedad.
Incluso en estas páginas figura un editorial del propio doctor Vázquez que es la despedida de su etapa presidencial, sin saber que ha venido a ser la despedida definitiva. El azar nos ha jugado esta triste pasada. La sorpresa se ha unido al dolor por su pérdida.
El doctor Vázquez Álvarez de Eulate ha ostentado la presidencia de la Sociedad y la dirección de esta Revista durante los años 2001 a 2003 con notable éxito científico, organizativo e incluso económico.
La dirección y redacción de la Revista de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia se une al dolor de su familia y al de la familia traumatológica y ortopédica andaluza.