El advenimiento de los tratamientos biológicos ha supuesto una revolución en el panorama de las enfermedades reumáticas. Los historiadores de la Reumatología postulan 4 hechos que han marcado la evolución de la especia lidad, descubrimientos que han sacudido su histo-ria, verdaderas conmociones. Verbigracia: la síntesis de los glucocorticoides por el equipo de Philip Hench y Howard Kendall (1950, Clínica Mayo, Estados Unidos), la invención de la artroplastia de cadera por Sir John Charnley (1960, Inglaterra), el redescubrimiento del metotrexato por Michael Weinblatt (1989, Estados Unidos) y, por último, el descubrimiento, en 1992, de los fármacos antagonistas del factor de necrosis tumoral alfa por el grupo liderado por Ravinder Maini del Kennedy Institute, de Londres. Estas personas son los miembros del "salón de la fama" (Hall of Fame) de la Reumatología mundial (fig. 1).
Estos tratamientos han supuesto un beneficio enorme a los pacientes con artritis. La eficiencia en el tratamiento es muy grande, y como decía Maxime Dougados, "estos tratamientos han cambiado nuestra sala de espera". Asimismo, debido al coste que suponen hemos pasado a tener un papel importante en los hospitales y en las comisiones de farmacia. La importancia y el valor añadido de los tratamientos biológicos han sido enormes. La especialidad de Reumatología se ha convertido en líder mundial de estos tratamientos.
Las sociedades científicas han respondido a la "llamada de los biológicos". Se han organizado conferencias, consensos y cursos. La Sociedad Española de Reumatología ha estado en la línea de salida. Estas iniciativas se han acompañado de otras acciones de grupos de reumatólogos que de forma individual también organizan sus programas. Todo ello ha redundado en el beneficio de nuestros pacientes.
Es evidente que el carácter, el sello de las sociedades científicas es importante, pero aun lo es más discutir los tratamientos desde abajo.
Un cierto número de hospitales españoles tiene en su programa docente las llamadas sesiones de tratamientos biológicos, o quizás sería mejor denominarlas "escuelas de tratamientos biológicos". En estas sesiones se analizan las prescripciones indicadas por los miembros del equipo y por los residentes. En un ambiente cálido y con café en la mano se discuten de tú a tú las indicaciones. Se analizan los pros y los contras, y se discute su indicación. Es sabido el tamaño de la ventana terapéutica de estos fármacos, y asimismo se conoce que los mecanismos de acción son diferentes. No sólo se analizan las indicaciones, sino que también se presentan los efectos secundarios: leves, moderados y graves. Estas sesiones no dejan de ser "un control de calidad" de las prescripciones. El beneficio para los reumatólogos y pacientes reumáticos es considerable.
Figura 1 Salón de la fama en Reumatología. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Phillip Hench, John Charnley, Michael Weinblatt y Ravinder Maini.