El perfil clínico de los pacientes con tromboembolia pulmonar depende de la gravedad de la obstrucción embólica y la aparición o no de lesión isquémica del parénquima. La separación en los 3 síndromes clásicos tiene todavía interés pronóstico y posiblemente obedece a condicionantes fisiopatológicos, todavía hoy mal entendidos. El síndrome de infarto pulmonar tiene un mejor pronóstico a corto y medio plazo que el síndrome de disnea aislada. No sólo desconocemos las razones por las que la obstrucción de ramas arteriales pulmonares se acompañan en ocasiones de infarto pulmonar, sino que tampoco tenemos una explicación razonable para su diferente incidencia según la edad, o el desencadenante del proceso trombogénico. La circulación bronquial parece tener poca responsabilidad al respecto, y la persistencia de una adecuada perfusión retrógrada podría ser el factor fundamental.
The clinical profile of patients with pulmonary thromboembolism depends on the severity of the embolic obstruction, and the presence or not of ischaemic parenchyma damage. The classification of the three classic syndromes still has prognostic interest, and is possibly due to physiopathologial conditioners which nowadays are still not clearly understood. “Pulmonary infarction síndrome” has a better short and medium term prognosis than the “isolated dyspnea syndrome”. It is not known why the obstruction of pulmonary arteries sometimes accompanies a lung infarct; neither do we have a reasonable explanation for the different incidence according to age, or the case of the thrombogenic process. The bronchial circulation seems to have little responsability in this respect and the main factor may be the persistence of an adequate retrogade perfusion