Thank you goodnight, now it’s time to go home and he makes it fastwith one more thing “We are the sultans of swing.”
Mark Knopfler
Pongamos que hoy hable de la historia. De la historia de la Reumatología en nuestra casa, pero no de las instituciones sino de las personas, personas a las que denomino “gigantes de la reumatología”, término acuñado por Richard Panush y a quien debo la idea de este editorial1.
Nuestra historia es breve: la creación de la SER y de la RevistaEspañola de Reumatología (hoy Reumatología Clínica) es relativamente reciente. La expansión de la Reumatología como especialidad también es reciente. En un sexenio hemos convertido la Reumatología en una activa especialidad que ha llegado a ser la envidia de otras especialidades médicas del Estado y de otras sociedades de Reumatología allende nuestras fronteras.
Los pasos emprendidos por los pioneros —los gigantes de la Reumatología— que crearon y renovaron la Sociedad y las primeras escuelas de Reumatología ya no volverán. Estas personas difundieron su maestría por la geografía del Estado, sembrando un conocimiento que años después florecería. El legado que dejaron es inmenso y debemos preservarlo. Recordarlos en estas páginas es un deber que me había marcado, sobre todo a la sazón del óbito reciente de un grupo de reumatólogos sin los cuales no podría estar escribiendo estas líneas. Es fundamental recordarles y honorarles mediante ponencias y premios que lleven su nombre.
Veamos qué hacen otras sociedades científicas. En el congreso del Colegio Americano de Reumatología se recuerda cada año, mediante un premio, a Klemperer (patólogo que acuñó y definió a las enfermedades del colágeno, epicentro de nuestra especialidad) y a Edmund Dubois (reumatólogo y gran experto en lupus eritematoso sistémico). Los británicos recuerdan anualmente en el congreso de la Sociedad Británica de Reumatología a Willian Heberden con un round especial y con una conferencia magistral (“Heberden oration”: el máximo honor que un reumatólogo en vida puede recibir), y también tienen el premio-beca Michael Mason para intercambios entre Australia y el Reino Unido. Recordarlos y transmitir su legado es importante. En mi modesta opinión creo que deberíamos recordar más a nuestros “gigantes”, a semejanza de otros países del entorno.
Volvamos a los maestros. Las características personales de los “gigantes de la Reumatología” fueron: la pasión por la medicina, la dedicación, la capacidad de servicio, la compasión, la responsabilidad, el trabajo duro, la voluntad de sacrificio, el aprendizaje constante, la enseñanza, el respeto, la mentorizacion, el liderazgo, el optimismo, la perseverancia, la confianza, la resistencia frente la adversidad, entre otras cualidades que quedan en el tintero.
No voy a nombrar a los reumatólogos que merecen este honor, pues todos sabemos quiénes son. Los valores que nos enseñaron pueden y deben perdurar (tabla 1). Transmitir estos valores a los residentes y enseñarles de dónde provienen creo que es de extrema importancia.