El objetivo del presente trabajo fue explorar las relaciones del bienestar subjetivo con resiliencia, autoconcepto y apoyo social, identificando variables predictoras del bienestar subjetivo. Se llevó a cabo un estudio ex post facto retrospectivo de tipo transversal. Se administraron la Escala de satisfacción con la vida (Diener, Emmon, Larsen, & Grifin, 1995), la Escala de balance afectivo (Bradburn, 1969), la Escala de resiliencia de Connor y Davidson (2003), el Cuestionario de autoconcepto multidimensional (Fernández-Zabala et al., 2015) y la Escala de apoyo familiar y de amigos (González & Landero, 2014). La muestra estaba configurada con 1250 adolescentes de 12 a 15años (49% chicos y 51% chicas), seleccionados aleatoriamente. Los resultados confirmaron la existencia de relaciones entre bienestar subjetivo y las variables resiliencia, autoconcepto y apoyo social. Alto nivel de autoconcepto, resiliencia y apoyo familiar fueron predictores de satisfacción con la vida; alto nivel de resiliencia, autoconcepto y apoyo de las amistades, de afecto positivo; y bajo nivel de autoconcepto y apoyo familiar, de afecto negativo.
The purpose of this study was to examine the relationship of subjective well-being with resilience, self-concept and social support, determining variables that predict subjective well-being. The study used an ex post facto, observational and cross-sectional design, using the following scales: Satisfaction with Life (Diener, Emmon, Larsen, & Grifin, 1995), Affect-Balance (Bradburn, 1969), Connor-Davidson Resilience (Connor & Davidson, 2003), Perceived Social Support from Family and Friends Scale (González & Landero, 2014), as well as a Multidimensional Self-Concept Questionnaire (authors). The sample comprised 1250 adolescents aged 12 to 15years old, randomly selected. The results confirmed that there were positive correlations between subjective well-being and resilience, self-concept and social support. A high level of self-concept, resilience and family support were predictors of satisfaction with life, a high level of resilience, self-concept and friends support of positive affect, and negative affect was predicted by low levels of self-concept and family support.
La adolescencia es una etapa evolutiva que se caracteriza por importantes cambios biológicos, psicológicos y sociales que afectan al bienestar subjetivo del adolescente (Eryilmaz, 2012; Fuentes, García, Gracia, & Alarcón, 2015). Hasta ahora, la percepción subjetiva de bienestar durante esta fase de desarrollo ha sido escasamente estudiada en el campo de la psicología (Goldbeck, Schmitz, Besier, Herschbach, & Henrich, 2007), que tradicionalmente ha manifestado más interés por identificar los desajustes que por definir las dimensiones positivas del desarrollo psicosocial adolescente. Sin embargo, en los últimos tiempos, con el surgimiento de la ciencia de la psicología positiva (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000), se ha producido un movimiento desde el enfoque basado en el déficit hasta un nuevo paradigma centrado en el funcionamiento óptimo de los adolescentes (Oliva et al., 2010). Este nuevo modelo de desarrollo positivo adolescente trata de determinar los factores que promueven un desarrollo saludable en el periodo de la adolescencia (Lerner, Phelps, Forman, & Bowers, 2009; Masten, 2014; Moore & Lippman, 2006).
Dentro de este nuevo paradigma, la temática del bienestar viene mereciendo una considerable atención por parte de la psicología, de manera que los estudios centrados en el bienestar subjetivo se interesan por el bienestar hedónico, por la felicidad y/o por la satisfacción con la vida (Rodríguez-Fernández & Goñi, 2011). De acuerdo con Hills y Argyle (2002), la felicidad incluye tres componentes: grado de alegría o afecto positivo; nivel de satisfacción, y ausencia de afecto negativo. En esta misma línea, el bienestar subjetivo es definido como una realidad que incluye aspectos de carácter cognitivo (satisfacción con la vida) y afectivo (respuestas emocionales) (Pavot & Diener, 2013). La satisfacción con la vida se expresa en forma de juicio global que la persona realiza sobre su trayectoria vital (Campbell, Converse, & Rogers, 1976; Diener, 1994), y los afectos positivo y negativo son factores que se experimentan de manera independiente (Bradburn, 1969). Por consiguiente, el constructo de bienestar subjetivo posee una estructura tridimensional (satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo) cuyo planteamiento teórico (Diener, 1984; Diener & Lucas, 2000; Diener, Suh, Lucas, & Smith, 1999) ha sido verificado de forma empírica (Albuquerque, de Lima, Figueiredo, & Matos, 2012; Rodríguez-Fernández & Goñi, 2011).
Ahora bien, mientras que la investigación científica sobre la temática del bienestar subjetivo es extensa en población adulta, ha adquirido un escaso protagonismo en los estudios con adolescentes (Casas, 2011; Tian, Wang, & Huebener, 2015). Así, se sabe que en población adulta el bienestar subjetivo se encuentra relacionado positivamente con el funcionamiento efectivo de la persona en diferentes dominios de la vida (Edmans, 2012) y sus predictores se encuentran vinculados a factores intrapersonales y, aunque en menor medida pero también significativamente, a factores contextuales (Galinha & Pais-Ribeiro, 2012).
Precisamente, entre los factores psicológicos que afectan al bienestar destaca la resiliencia, entendida aquí como un conjunto de cualidades personales positivas que mejoran la adaptación individual ante circunstancias adversas (Connor & Davidson, 2003). Existen trabajos con población no adolescente que demuestran su relación directa con la satisfacción con la vida (Liu, Wang, & Li, 2012; Mak, Ng, & Wong, 2011; Yu & Zhang, 2007). Del mismo modo, está conectada negativamente con las emociones desagradables y positivamente con las emociones agradables (Liu et al., 2012; Smith, Tooley, Christopher, & Kay, 2010; Tugade & Fredrickson, 2004). También se ha corroborado que la resiliencia ejerce un influjo positivo sobre el bienestar subjetivo (Limonero, Tomás-Sábado, Fernández-Castro, Gómez-Romero, & Ardilla-Herrero, 2012). En la etapa de la adolescencia, la resiliencia implica superar los potenciales efectos negativos producidos por la exposición al riesgo mediante estrategias positivas de fortalecimiento y afrontamiento (Fergus & Zimmerman, 2005). Se sabe que los adolescentes resilientes muestran unas características específicas que combinan ciertos aspectos individuales y sociales que les ayudan a superar los riesgos de esta etapa de transición (Wright, Masten, & Narayan, 2013).
Otro factor intrapersonal que influye positivamente en el desarrollo de los adolescentes es el autoconcepto, definido como el conjunto de percepciones que una persona mantiene sobre sí misma a partir de la valoración personal y de la evaluación de los otros significativos (Shavelson, Hubner, & Stanton, 1976). La percepción positiva de uno mismo ha sido considerada como un importante correlato del ajuste psicológico (Mann, Hosman, Schaalma, & de Vries, 2004; Mruk, 2006) o como variable predictora del bienestar subjetivo (Furnham & Cheng, 2000). En el periodo de la adolescencia, se ha encontrado que un buen autoconcepto resulta esencial en el desarrollo mental saludable (Fuentes, Medina, van Barneveld, & Escobar, 2012). También se han confirmado en adolescentes con autoconcepto positivo relaciones inversas con síntomas de desajuste psicológico (Garaigordobil, Pérez, & Mozaz, 2008).
Un factor psicosocial que también está asociado al bienestar en la adolescencia es el apoyo social percibido (Chu, Saucier, & Hafner, 2010), entendido como la percepción subjetiva del adolescente respecto a la adecuación del soporte proporcionado por la red social (familia, amistades y otros individuos del entorno). Se trata de un fenómeno complejo y dinámico que comprende un conjunto de elementos en interacción y que evoluciona en gran medida a lo largo de la adolescencia (Cohen, 2004). Igualmente, fue identificado por Diener (2009) como una importante variable externa que posee la capacidad de mejorar el bienestar subjetivo. En población adolescente se han confirmado asociaciones directas del ajuste psicológico con el apoyo familiar o la parentalidad positiva (Nunes, Bodden, Lemos, Lorence, & Jiménez, 2014; Valois, Zullig, Huebner, & Drane, 2009) y con el apoyo de los iguales (Vitaro, Boivin, & Bukowski, 2009; Wentzel, 2009). Asimismo, recientes investigaciones han identificado el apoyo social como un claro factor de influencia causal en el bienestar subjetivo (Brannan, Biswas-Diener, Mohr, Mortazavi, & Stein, 2013; Oberle, Schonert-Reichl, & Zumbo, 2011; Rodríguez-Fernández, Droguett, & Revuelta, 2012; Rodríguez-Fernández, Ramos-Díaz, Madariaga, Arribillaga, & Galende, 2016; Rodríguez-Fernández et al., en prensa).
Por último, la investigación científica sobre las diferencias según el sexo en el bienestar subjetivo ha sido limitada y ofrece datos contradictorios. Hay investigadores que afirman que son las chicas adolescentes las que reportan mayor bienestar subjetivo en comparación con los chicos adolescentes (Tomyn & Cummins, 2011), pero también se encuentran datos empíricos que verifican lo opuesto (Goldbeck et al., 2007). Por lo tanto, existen razones para prestar atención a las diferencias de sexo en la predicción del bienestar subjetivo y analizar empíricamente la relación existente entre dichas variables.
Dado que la vertiente positiva del desarrollo psicológico ha tenido un escaso protagonismo en los estudios con población adolescente (Casas, 2011), este estudio plantea como objetivo el análisis de la relación que mantienen determinados recursos personales y de carácter psicosocial con el bienestar subjetivo de los adolescentes, diferenciando ambos sexos y entendiendo el bienestar subjetivo como la medida diferenciada de la satisfacción con la vida, el afecto positivo y el afecto negativo. Debido a la imposibilidad de manipular la variable independiente para el estudio aquí presentado, se opta por un diseño correlacional transversal que analice las relaciones entre la variable dependiente (bienestar subjetivo) y las independientes (resiliencia, autoconcepto y apoyo social de la familia y de los amigos), y dentro de los estudios correlacionales se opta por el estudio ex post facto retrospectivo de grupo único. Se proponen dos hipótesis: (a)existen conexiones significativas entre el bienestar subjetivo y la resiliencia, el autoconcepto, el apoyo familiar y el apoyo de las amistades; (b)la resiliencia, el autoconcepto, el apoyo familiar y el apoyo de las amistades predicen el bienestar subjetivo.
MétodoParticipantesLa muestra estaba formada por 1250 adolescentes (49% chicos y 51% chicas) de edades comprendidas entre 12 y 15años (M=13.72, DT=1.09). La chi cuadrado de Pearson indicó que no había diferencias en la segmentación del número de participantes de cada sexo en las diferentes edades (|2=4.66, p>.05); así, resultó una distribución equilibrada (tabla 1).
Distribución de la muestra por sexo y edad
Sexo | Edad | Total | |||
---|---|---|---|---|---|
12 años | 13 años | 14 años | 15 años | ||
Chicos | 114 (9.1%) | 118 (9.4%) | 182 (14.6%) | 198 (15.8%) | 612 (49.0%) |
Chicas | 118 (9.4%) | 154 (12.3%) | 171 (13.7%) | 195 (15.6%) | 638 (51.0%) |
Total | 232 (18.6%) | 272 (21.8%) | 353 (28.2%) | 393 (31.4%) | 1250 (100%) |
Nota: X2=4.66, p > .05.
Para seleccionar la muestra se eligieron nueve centros (cuatro de titularidad concertada y cinco de titularidad pública) aleatoriamente a partir de la lista de centros de educación secundaria de la comunidad autónoma del País Vasco. En cada institución educativa se seleccionaron directamente e intencionadamente los niveles educativos de interés para este estudio.
Se contactó con la dirección de los centros educativos explicando el proyecto de investigación. Dos centros rechazaron su participación, por lo que se procedió a la selección de los nuevos centros con el mismo método. Una vez confirmada su participación, se contactó con las familias a través de una carta informativa con el objetivo de pedir su colaboración, su autorización y garantizar el anonimato de los datos. Posteriormente, dos investigadoras entrenadas en la aplicación de los cuestionarios acudieron a los centros y administraron a los participantes los instrumentos de evaluación de forma grupal y en las propias aulas, siendo el período de respuesta medio de 30min aproximadamente. El idioma de los cuestionarios utilizados para la recogida de datos fue el castellano.
Se siguió el criterio de ciego único y se evitó que los participantes conociesen la finalidad de la investigación con el propósito de evitar respuestas en la dirección de las hipótesis de la investigación. Por otro lado, se respetó el anonimato de las respuestas, tanto para la recogida de datos como en el tratamiento posterior de los mismos. La participación fue totalmente voluntaria para reducir los efectos de la deseabilidad social. No hubo ningún caso de negación a participar en el estudio, por lo que tomaron parte todos los alumnos de cada aula seleccionada.
Este estudio cumplió los valores éticos requeridos en la investigación y la evaluación psicológica, respetando los principios fundamentales incluidos en el código ético de la Asociación Americana de Psicología (APA), y en las normativas vigentes (consentimiento informado y derecho a la información, protección de datos personales y garantías de confidencialidad, no discriminación, gratuidad y posibilidad de abandonar el estudio).
Instrumentos• Escala de satisfacción con la vida (SWLS) de Diener, Emons, Larsen y Griffin (1985) en la versión traducida por Atienza, Pons, Balaguer y García-Merita (2000). Consta de 5 ítems (ejemplos: «Estoy satisfecho/a con mi vida»; «Si volviese a nacer, no cambiaría nada de mi vida») en forma de afirmaciones acerca del juicio global que cada cual hace de su propia vida, con un formato de respuesta tipo Likert de 7 puntos que va de 1=completamente en desacuerdo a 7=completamente de acuerdo. El índice de consistencia interna hallado en la muestra de este trabajo alcanzó un valor alfa de .83.
• Escala de balance afectivo (EBA) de Bradburn (1969) traducida al castellano por Godoy-Izquierdo, Martínez y Godoy (2008). Contiene 18 ítems (ejemplos: «¿Te has sentido realmente alegre?»; «¿Te has sentido infeliz o deprimido/a?»): 9 ítems para evaluar el afecto positivo y otros 9 para el negativo, en los que los participantes deben indicar en una escala tipo Likert con 3 alternativas de respuesta (1=poco o nunca a 3=generalmente) si han experimentado en la última semana los estados que se enumeran. Los coeficientes de fiabilidad alfa de Cronbach obtenidos en este estudio fueron α=80 en afecto negativo y α=78 en afecto positivo.
• Escala de resiliencia Connor-Davidson (CD-RISC), de Connor y Davidson (2003). Es un cuestionario autoaplicado de 25 ítems (ejemplos: «Soy capaz de adaptarme a los cambios»; «Puedo alcanzar mis metas») y se responde en una escala de frecuencia tipo Likert que oscila desde 0=nada de acuerdo a 4=totalmente de acuerdo. El análisis factorial original sugiere una estructura pentadimensional, aunque siguiendo las recomendaciones de otros autores (Campbell-Sills, Cohan, & Stein, 2006) se tomó la puntuación total de los ítems, entendiendo el cuestionario como unidimensional. Ha demostrado tener una adecuada consistencia interna, fiabilidad test-retest, validez convergente y divergente (Connor & Davidson, 2003) y buena validez de constructo en población adolescente (Yu, Lau, Mak, Zhang, & Lui, 2011). Para precisar la versión final de la escala se tuvo en cuenta la versión traducida al castellano proporcionada por los autores originales (Bobes et al., 2001). La consistencia interna alcanzada en este estudio fue elevada (α=.86).
• Cuestionario de autoconcepto multidimensional (AUDIM) de Fernández-Zabala, Goñi, Rodríguez-Fernández, & Goñi (2015) Posee un formato de respuesta en escala Likert de 5 grados que oscila desde 1=falso a 5=verdadero y consta de 33 ítems. Está formado por 11 escalas que evalúan dimensiones del autoconcepto, además de una escala general para la medida del autoconcepto, que se define como la autopercepción global de la persona. En los análisis se utilizó únicamente la dimensión general, compuesta por 5 ítems (ejemplos: «Me siento a disgusto conmigo mismo/a»; «Me siento una persona afortunada»). Respecto a las propiedades psicométricas, la consistencia alfa del cuestionario con la muestra del presente estudio fue α=.82 para el total de los ítems y de α=.66 para la dimensión de autoconcepto general.
• Escala de apoyo social familiar y de amigos (AFA-R) de González y Landero (2014). Compuesta por 14 ítems (ejemplos: «Cuentas con alguien de tu familia que te ayude a resolver algún problema»; «Confías en algún amigo/a para hablar de las cosas que te preocupan») destinados a medir dos dimensiones: el apoyo familiar (7 ítems) y el apoyo de amigos (7 ítems). Además, ofrece también una puntuación global de apoyo social percibido mediante la suma simple de todos los ítems. El formato de respuesta corresponde a una escala tipo Likert de 5 alternativas de respuesta (donde 1=nunca y 5=siempre). El índice de consistencia interna obtenido con la muestra del presente estudio fue α=.84 para la dimensión de apoyo familiar y α=.82 para la dimensión de apoyo de amigos.
Análisis de datosPara el tratamiento de los valores perdidos (2.1%) se extrajo, a partir del algoritmo de maximización de expectativa y de la Cadena Markov Monte Carlo (MCMC), una puntuación aproximada al ítem perdido basada en el patrón de respuestas. Por otro lado, se realizó la eliminación de los valores extremos (1.3%) y el análisis de la normalidad multivariada a través del coeficiente de Mardia, que resultó adecuado (M=37.12<70) de acuerdo con los criterios de Rodríguez y Ruiz (2008). Con la finalidad de analizar las relaciones que existen entre el bienestar subjetivo (satisfacción con la vida afecto positivo y afecto negativo) y la resiliencia, el autoconcepto y el apoyo social percibido, se calcularon los coeficientes de correlación de Pearson con las puntuaciones obtenidas en el SWLS, EBA, CD-RISC y AFA-R. A continuación, con el objetivo de identificar variables predictoras del bienestar subjetivo, se realizó un análisis de regresión lineal múltiple, método de pasos sucesivos, de forma que cuando alguna variable resulta no predictora es sacada e introducidas el resto sucesivamente en el modelo de regresión hasta obtener el mejor ajuste de predicción posible.
ResultadosEstadísticos descriptivos y relaciones del bienestar subjetivo con resiliencia, autoconcepto y apoyo socialCon respecto a las puntuaciones medias y desviaciones estándar de las variables medidas (tabla 2), se pueden observar valores más altos en resiliencia, autoconcepto, apoyo de las amistades, satisfacción con la vida y afecto positivo a favor de los chicos adolescentes. Por otro lado, las chicas presentan puntuaciones más elevadas en las variables apoyo familiar y afecto negativo.
Datos descriptivos de las variables medidas
Variable | Media | Desviación típica | Mínimo | Máximo |
---|---|---|---|---|
Resiliencia | ||||
Muestra total | 74.80 | 9.23 | 37 | 98 |
Chicos | 76.50 | 8.88 | 41 | 98 |
Chicas | 73.17 | 9.27 | 37 | 98 |
Autoconcepto | ||||
Muestra total | 20.25 | 3.37 | 7 | 25 |
Chicos | 20.66 | 3.05 | 11 | 25 |
Chicas | 19.85 | 3.61 | 7 | 25 |
Apoyo familia | ||||
Muestra total | 33.04 | 5.07 | 8 | 40 |
Chicos | 32.85 | 4.91 | 8 | 40 |
Chicas | 33.25 | 5.22 | 9 | 40 |
Apoyo amistades | ||||
Muestra total | 28.32 | 4.47 | 7 | 35 |
Chicos | 27.05 | 4.45 | 7 | 35 |
Chicas | 29.54 | 4.15 | 11 | 35 |
Satisfacción con la vida | ||||
Muestra total | 26.36 | 5.55 | 5 | 35 |
Chicos | 26.97 | 4.98 | 5 | 35 |
Chicas | 25.76 | 6.00 | 5 | 35 |
Afecto positivo | ||||
Muestra total | 26.21 | 4.72 | 9 | 36 |
Chicos | 26.86 | 4.62 | 9 | 36 |
Chicas | 25.58 | 4.72 | 10 | 36 |
Afecto negativo | ||||
Muestra total | 18.68 | 4.70 | 9 | 36 |
Chicos | 18.09 | 4.50 | 9 | 36 |
Chicas | 19.25 | 4.81 | 9 | 36 |
Los coeficientes de correlación de Pearson entre las dimensiones de bienestar subjetivo (satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo) con las variables resiliencia, autoconcepto general y apoyo social que han sido calculados tanto para la muestra total como para ambos sexos de manera diferenciada, así como las correlaciones parciales, se exponen en la tabla 3.
Correlaciones de Pearson entre las dimensiones del bienestar subjetivo, la resiliencia, el autoconcepto y el apoyo social, y correlaciones parciales controlando el efecto del sexo
Muestra total (n=1250) | Muestra total controlando el efecto del sexo (n=1250) | Chicos (n=612) | Chicas (n=638) | |
---|---|---|---|---|
Satisfacción con la vida | ||||
Resiliencia | .502** | .487** | .465** | .517** |
Autoconcepto | .594** | .584** | .489** | .656** |
Apoyo familiar | .369** | .368** | .285** | .446** |
Apoyo amistades | .216** | .264** | .222** | .293** |
Afecto positivo | ||||
Resiliencia | .534** | .515** | .496** | .548** |
Autoconcepto | .431** | .413** | .346** | .484** |
Apoyo familiar | .221** | .215** | .169** | .283** |
Apoyo amistades | .227** | .287** | .259** | .298** |
Afecto negativo | ||||
Resiliencia | −.179** | −.158** | −.080* | −.230** |
Autoconcepto | −.417** | −.407** | −.317** | −.478** |
Apoyo familiar | −.199** | −.204** | −.158** | −.247** |
Apoyo amistades | −.093** | −.135** | −.119** | −.149** |
En primer lugar, los coeficientes de Pearson constatan tanto para la muestra total como las muestras en función del sexo, correlaciones directas entre las variables psicológicas (resiliencia y autoconcepto) y los indicadores positivos de bienestar subjetivo (satisfacción con la vida y afecto positivo), así como correlaciones inversas con afecto negativo. En segundo lugar, los resultados evidencian correlaciones positivas de las variables apoyo familiar y apoyo de las amistades con las dimensiones de satisfacción con la vida y afecto positivo, así como correlaciones inversas con la dimensión de afecto negativo. Por otra parte, las correlaciones parciales controlando el efecto del sexo muestran resultados similares a las correlaciones de orden cero sin control de variables, lo que significa que el sexo no posee un efecto moderador.
Variables predictoras del bienestar subjetivoCon el objetivo de identificar las variables que predicen una alta puntuación en bienestar subjetivo, se realizó un análisis de regresión múltiple, método de pasos sucesivos, cuyos resultados se presentan en la tabla 4. En este análisis se introdujeron como variables dependientes la satisfacción con la vida, el afecto positivo y el afecto negativo, y como variables predictoras la resiliencia, el autoconcepto general, el apoyo familiar y el apoyo de las amistades.
Variables predictoras de satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo
R2acumulado | ⊗R2acumulado | B | Constante | β | t | |
---|---|---|---|---|---|---|
Satisfacción con la vida (F(3, 1250)=324.97*) | ||||||
Muestra total | ||||||
Autoconcepto | .353 | .353 | .691 | 6.54 | .594 | 16.98* |
Resiliencia | .421 | .420 | .164 | −2.21 | .462 | 11.30* |
Apoyo familia | .439 | .438 | .158 | −5.09 | .293 | 6.28* |
Chicos | ||||||
Autoconcepto | .239 | .238 | .541 | 10.51 | .332 | 8.80* |
Resiliencia | .322 | .319 | .169 | 1.37 | .301 | 8.16* |
Apoyo familia | .330 | .326 | .097 | −.325 | .096 | 2.69* |
Chicas | ||||||
Autoconcepto | .431 | .430 | .784 | 4.11 | .472 | 14.47* |
Resiliencia | .488 | .487 | .156 | −4.57 | .240 | 7.60* |
Apoyo familia | .517 | .515 | .214 | −8.30 | .186 | 6.11* |
Afecto positivo (F(3, 1250)=211.76*) | ||||||
Muestra total | ||||||
Resiliencia | .285 | .285 | .212 | 5.78 | .415 | 15.94* |
Autoconcepto | .330 | .329 | .310 | 3.17 | .222 | 8.47* |
Apoyo amistades | .338 | .336 | .094 | 1.39 | .089 | 3.73* |
Chicos | ||||||
Resiliencia | .246 | .244 | .209 | 7.12 | .401 | 10.39* |
Autoconcepto | .269 | .267 | .231 | 4.63 | .153 | 3.99* |
Apoyo amistades | .280 | .277 | .115 | 2.99 | .111 | 3.06* |
Chicas | ||||||
Resiliencia | .300 | .299 | .202 | 5.15 | .396 | 11.07* |
Autoconcepto | .367 | .365 | .347 | 2.62 | .266 | 7.29* |
Apoyo amistades | .377 | .374 | .122 | .313 | .107 | 3.21* |
Afecto negativo (F(2, 1250)=133.80*) | ||||||
Muestra total | ||||||
Autoconcepto | .174 | .173 | −.552 | 30.44 | −.396 | −14.40* |
Apoyo familia | .177 | .175 | −.054 | 31.63 | −.058 | −2.10* |
Chicos | ||||||
Autoconcepto | .100 | .099 | −.467 | 27.74 | −.317 | −8.24* |
Chicas | ||||||
Autoconcepto | .229 | .228 | −.637 | 31.90 | −.478 | −13.73* |
Del total de las variables predictoras de satisfacción con la vida propuestas para la muestra en su conjunto, 3 resultaron significativas: autoconcepto (t=16.98*, p<.05), resiliencia (t=11.30*, p<.05) y apoyo familiar (t=6.28*, p<.05) y llegaron a explicar el 43.8% de la varianza de la satisfacción con la vida. Los coeficientes beta estandarizados indican que el autoconcepto (β=.594) y resiliencia (β=.462) tienen un peso importante sobre la variable criterio. También en función del sexo las mismas 3 variables resultaron significativas para la variable dependiente satisfacción con la vida, explicando el 32.6% de la varianza en el grupo de sexo masculino y el 51.5% en el caso del sexo femenino. Ahora bien, los coeficientes de regresión estandarizados beta señalan que, de las 3, el autoconcepto es la variable con mayor capacidad predictora en el modelo (chicos: β=.332; chicas: β=.472), teniendo más peso en el caso de las chicas.
Por otro lado, del conjunto de las variables predictoras de afecto positivo para la muestra en su conjunto, tres resultaron significativas: resiliencia (t=15.94*, p<.05), autoconcepto (t=8.47*, p<.05) y apoyo de las amistades (t=3.73*, p<.05). Los coeficientes de regresión estandarizados beta indican que la resiliencia (β=.415) es la variable con mayor peso sobre afecto positivo. Los niveles de resiliencia, de autoconcepto y de apoyo de las amistades resultaron predictores de afecto positivo, explicando el 33.6% de la varianza. En ambas muestras en función del sexo, las mismas variables resultaron significativas (resiliencia, autoconcepto y apoyo de las amistades) y señalaron los coeficientes de regresión estandarizados beta a la resiliencia como la variable más importante (chicos: β=.401; chicas: β=.396). Estas tres variables explican el 27.7% de la varianza para los chicos y el 37.4% para las chicas.
Por último, del total de variables predictoras de afecto negativo, solo 2 resultaron significativas para el conjunto de la muestra: autoconcepto (t=−14.40*, p<.05) y apoyo familiar (t=−2.10*, p<.05), con una capacidad explicativa del 17.5% de la varianza, si bien los coeficientes beta revelan que el autoconcepto (β=−.396) es la variable de mayor peso sobre el afecto negativo. Diferenciando por sexos, tanto para la muestra de chicos como para la de chicas, solo el autoconcepto fue significativo en la predicción del afecto negativo (chicos: β=−.317; chicas: β=−.478), explicando el 9.9% de la varianza en chicos y el 22.8% en chicas.
DiscusiónEl enfoque ecológico predominante en la actualidad dirige sus esfuerzos a examinar la naturaleza multicausal de la conducta humana. Así, en los últimos tiempos es constatable que los estudios que tratan de explicar el desarrollo adolescente positivo empiezan a analizar conjuntamente las características intraindividuales y los factores ambientales (Moreno & Vera, 2011; Rodríguez-Fernández et al., 2012).
En la presente investigación se han explorado las relaciones que mantienen determinados recursos psicológicos (resiliencia y autoconcepto) y sociales (apoyo familiar y de los iguales) con los componentes del bienestar subjetivo (satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo). La consideración simultánea de distintos factores se ajusta adecuadamente a las complejas interacciones adolescente-contexto que facilitan la adaptación, y este es el camino por el que se precisa avanzar para obtener una explicación cabal de la conducta adolescente (Casas, 2011).
La conexión entre las características psicológicas y el bienestar subjetivo constituye una cuestión fuera de toda duda. El autoconcepto ha sido identificado como un significativo correlato de la satisfacción con la vida (Joshanloo & Afshari, 2011) y un potente predictor de las emociones positivas (Diener & Lucas, 1999; Schimmack, Diener, & Oishi, 2009). El presente trabajo no solo ratifica el estrecho vínculo entre la autopercepción positiva y las dimensiones positivas de la felicidad (satisfacción con la vida y afecto positivo), sino que además confirma que el autoconcepto de los adolescentes predice de forma negativa los estados emocionales desagradables. Al igual que las personas con un buen autoconcepto, se ha demostrado también que las personas resilientes manifiestan niveles altos de satisfacción con la vida y afecto positivo (Tugade & Fredrickson, 2004). Los resultados de esta investigación corroboran la influencia de la resiliencia en la valoración satisfactoria de la trayectoria vital y en la experimentación de emociones agradables.
La influencia de las relaciones con la familia y las amistades en la adaptación personal de los adolescentes cuenta con una amplia evidencia empírica. Concretamente, la investigación previa subraya el significativo papel de las variables familiares e interpersonales en la protección del bienestar personal durante la adolescencia (Proctor & Linley, 2014; Raboteg-Saric & Sakic, 2014). Ahora bien, no se encuentran muchos estudios que especifiquen el papel que ejercen de manera conjunta el apoyo familiar y el apoyo de los iguales sobre las variables satisfacción con la vida, afecto positivo y afecto negativo. El estudio de Rodríguez-Fernández et al. (2012) encontró que el apoyo de la familia y de los iguales presentan un efecto directo sobre la satisfacción con la vida. En la misma línea, otro estudio transcultural (Brannan et al., 2013) demostró en población occidental que el apoyo familiar predice significativamente cada uno de los aspectos del bienestar subjetivo, mientras que el apoyo de las amistades tan solo predice las emociones positivas. Los resultados del presente estudio vienen a confirmar en parte estos hallazgos, pues corroboran la importancia del apoyo familiar y el apoyo de las amistades sobre la satisfacción con la vida y el afecto positivo, respectivamente. Esta dispar relación que ejercen el contexto familiar y el contexto de las amistades sobre el bienestar subjetivo constata el impacto diferencial de las fuentes de apoyo social sobre las dimensiones del desarrollo positivo (Bokhorst, Sumter, & Westenberg, 2010). Parece que las evaluaciones cognitivas que los adolescentes realizan sobre su vida se corresponden con la familia, mientras que las evaluaciones afectivas lo hacen con el apoyo de los iguales.
En síntesis, el análisis de regresión múltiple sometido a verificación empírica en esta investigación ha permitido constatar el reconocimiento de la resiliencia y el autoconcepto como atributos psicológicos decisivos en la predicción del bienestar subjetivo de los adolescentes de ambos sexos. La relación más destacada es la que mantiene el autoconcepto con todas las dimensiones del bienestar subjetivo, mientras que la influencia de la resiliencia es especialmente relevante respecto a las facetas positivas. Se comprueba también que el apoyo de la familia y del círculo de amistades determina de manera diferenciada cada uno de los componentes del bienestar subjetivo, constituyéndose el apoyo familiar percibido como predictor de la satisfacción con la vida, y el apoyo de los iguales como predictor del afecto positivo. Si se contrasta el peso de la influencia de los factores incluidos en el modelo sobre el ajuste psicológico adolescente, se reafirma el efecto preferente de las características psicológicas frente a los factores contextuales sobre el bienestar subjetivo (Galinha & Pais-Ribeiro, 2012).
Por tanto, si para los escolares adolescentes los componentes más determinantes de la felicidad son la resiliencia y el autoconcepto, los resultados poseen implicaciones educativas que permiten sugerir la importancia de fomentar el desarrollo psicosocial humano en contextos educativos (Madariaga & Goñi, 2009) a través de programas de intervención psicológica que promocionen el afrontamiento positivo de la adversidad y la aceptación de uno mismo. También desde la escuela debe prestarse atención a la mejora de las relaciones sociales (tanto familiares como de amistad) para lograr un buen ajuste personal.
Entre las limitaciones del estudio, cabe destacar que los resultados presentados se refieren a escolares adolescentes de 12 a 15años de edad. En consecuencia, la muestra utilizada en este trabajo limita la generalización de los resultados para poblaciones que se sitúan fuera de este intervalo de edad y nivel educativo. Por otro lado, debido a la naturaleza transversal de la investigación no es posible extraer conclusiones relativas a la relación causal entre las variables estudiadas. Futuras investigaciones podrían profundizar en la realización de un estudio de diseño longitudinal de carácter prospectivo, además del uso de análisis estadísticos como los modelos de ecuaciones estructurales.
Asimismo, sería interesante analizar si el apoyo social tiene un efecto directo o mediador en las relaciones entre los recursos personales y el bienestar subjetivo. Aún más, los resultados obtenidos podrían matizarse incluyendo otros indicadores de adaptación en futuras líneas de investigación, como el ajuste escolar o la implicación escolar, que también han demostrado correspondencia con el desarrollo positivo adolescente. También podrían incluirse variables objetivas de rendimiento académico que, junto con la medida autoinformada del bienestar subjetivo, completen el análisis del ajuste psicosocial adolescente.
FinanciaciónLos autores del presente estudio forman parte del Grupo Consolidado de Investigación IT701-13 del Sistema Universitario Vasco. El estudio se llevó a cabo dentro del proyecto de investigación EHUA 15/15 en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).