Existen muchas formas de transferir o transmitir información a una gran población. Es una de las tareas más nobles de un científico, y esto también es cierto para la ciencia dental. El material escrito revisado por expertos se ha considerado el medio más fiable de información, ya sea científica o clínica, porque sólo entonces se puede juzgar de forma crítica lo realizado, la forma en que se ha realizado, y evaluar su verdadera solidez. Recopilar toda esta información requiere mucho esfuerzo, dedicación e ingenio intelectual. Cuando esta información se ve apoyada además por el método estadístico adecuado, por una metodología fiable, reproducible y válida y, en el caso de los estudios clínicos, por observaciones a largo plazo, la importancia de la información transmitida es aún mayor.
Las generaciones más mayores pasaron más tiempo realizando observaciones clínicas y compartiendo el conocimiento y la experiencia adquiridos en la consulta. Sin embargo, entre la generación más joven existe una tendencia creciente a utilizar medios audiovisuales para transferir este tipo de información, básicamente las presentaciones en PowerPoint. Si puede reunir algunas fotos bonitas en una presentación en PowerPoint, que muestre unas bonitas imágenes de cerámicas o composites, implantes y unos labios pintados fotogénicos, y si además puede dominar el estrado gracias a que expresa muy bien sus ideas, y empieza o acaba su presentación en PowerPoint con alguna melodía famosa, con un paisaje bonito o animaciones, va por el buen camino de lo que habitualmente se considera el éxito. Los cálculos y la suciedad se limpian con Photoshop o con programas similares; fotos inmaculadas se muestran en grandes pantallas, la audiencia aplaude y similares presentaciones en PowerPoint se suceden. Estas presentaciones incluso proporcionan unos ingresos extra a su sueldo, y pronto usted se convierte en una estrella científica. En la mayoría de estas presentaciones en PowerPoint mostradas con orgullo se muestran pocos casos reales, si es que se muestra alguno, con el detalle que merecen.
El conferenciante seguramente está orgulloso de los resultados que ha logrado -¡comparables a los dientes naturales!- pero, ¿qué pasa con la longevidad? ¿Se han hecho análisis de supervivencia? ¿Quién indicó y evaluó estas restauraciones? ¿Cómo se evitó el sesgo? ¿Y qué decir acerca de las condiciones periodontales, o de las complicaciones biológicas o técnicas? Cuando un comercial muestra una presentación en PowerPoint de una empresa dental sin ninguna base científica, ¿dónde está la literatura dental y los resultados de otros muchos estudios? ¿Y la revisión por parte de expertos?
Habiendo asistido a numerosos congresos y habiendo visto miles de labios y dientes blancos similares en presentaciones en PowerPoint, me pregunto cuántas veces más vamos a ver y escuchar la misma historia. ¿Qué es lo que apreciamos realmente viendo estas presentaciones en PowerPoint? ¿Qué hay en realidad de innovador en estas conferencias? ¿No estamos mezclando ciencia con entretenimiento?
Es cierto que una imagen vale más que mil palabras, y los medios audiovisuales penetran más rápidamente que otros. El PowerPoint quizás es una herramienta perfecta para los objetivos didácticos, pero me preocupa que cada vez se dedica menos y menos tiempo a leer información muy valiosa y sólida que a menudo no forma parte de estas presentaciones en PowerPoint. La información basada en fotografías también se muestra, desgraciadamente, en ciertas revistas ilustradas llamadas cprofesionalesb. La Generación PowerPoint también debería acudir a información revisada por expertos evaluando resultados sobre longevidad en lugar de centrarse exclusivamente fotos espectaculares. La ciencia dental es más que eso.
Atentamente,
Prof Dr Med Dent Mutlu Özcan, PhD