Introducción
La realización de estudios sobre los factores de riesgo para el consumo de cocaína en población escolarizada en España es necesaria, pues el European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction ha documentado que en España se ha producido un aumento del consumo reciente de cocaína en jóvenes, al igual que en otros países como Dinamarca, Alemania, los Países Bajos y el Reino Unido 1. Por otra parte, según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2006-2007, la cocaína, después del cannabis, es la droga ilegal más consumida entre los jóvenes escolarizados 2. En la población general, la cocaína es, asimismo, la segunda droga ilegal en cuanto al volumen de problemas que genera, y se ha observado en los últimos años un aumento del consumo y de los problemas asociados en indicadores de tratamiento, urgencias y mortalidad 3.
La evaluación de las creencias que son más comunes en la población escolarizada respecto a la cocaína y su consumo, y cuáles de estas creencias son de potencial riesgo para el consumo o no de esta sustancia, son asuntos de gran importancia a la hora de diseñar los mensajes publicitarios o las charlas preventivas que tengan mayor relevancia para la prevención del consumo de cocaína en la población joven. Los resultados de esta evaluación permiten determinar qué creencias o percepciones sobre la cocaína deben reforzarse o desmitificarse, tanto para disminuir la probabilidad del consumo, como para fortalecer o instaurar actitudes negativas hacia la cocaína y su consumo.
También es necesario intervenir en el área cognitiva sobre las creencias relacionadas con el consumo de sustancias, dado que se ha determinado en estudios previos sobre recuperación natural (recuperación sin tratamiento) en población usuaria de cocaína, que abstenerse de su consumo está frecuentemente relacionado con una evaluación cognitiva de los pros y contras de su uso continuo, más que con determinados sucesos de la vida que activan la renuncia al consumo 4. Un estudio que evaluaba el proceso de abandono espontáneo del consumo de cocaína y otras drogas en poblaciones canadienses y suizas confirmó la influencia del proceso cognitivo, indiferente del ambiente cultural o del tipo de sustancia 5. También las creencias que se tengan sobre la cocaína influyen sobre el tipo de actitud hacia la sustancia y su consumo, dado que la actitud puede entenderse como una tendencia psicológica que se expresa a través de la evaluación favorable o desfavorable de un objeto concreto; es la asignación de aspectos positivos o negativos a ese objeto actitudinal lo que da lugar a las actitudes positivas, negativas y neutras 6,7.
Por otra parte, conocer los principales motivos para el consumo de la cocaína y cuáles se encuentran más relacionados con su consumo esporádico o frecuente en la población escolarizada permite determinar factores subjetivos (necesidades, deseos y creencias) y del entorno que incitan a su consumo en este tipo de población. Por último, conocer los motivos más frecuentemente señalados para no consumir cocaína entre los escolarizados que no han probado la sustancia permite determinar factores subjetivos o del entorno que contrarrestan o aminoran los factores de riesgo para el consumo.
El objetivo de este trabajo es explorar las creencias que se tienen sobre la cocaína y su consumo, conocer los motivos más frecuentes para el consumo y no consumo de cocaína y determinar las creencias y motivos significativamente asociados con su consumo en escolarizados de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Formación Profesional (FP) en la ciudad de Valencia, en España.
Material y métodos
Muestra
La muestra la constituyen 1.324 estudiantes, 48 % (n = 631) de sexo masculino, y 52 % (n = 693) de sexo femenino, de los que el 91 % (n = 1.195) son menores de 18 años (de 12 hasta 17 años). Respecto al curso escolar, 33 % (n = 438) son estudiantes de 2.º de ESO, 36 % (n = 473) de 3.º de ESO, 15 % (n = 201) de 4.º de ESO y 16 % (n = 212) de Formación Profesional (FP).
Instrumento y procedimiento de recolección de datos
Se administró la "Encuesta previa a charlas sobre drogodependencias; curso 2007-2008", elaborada por los profesionales del Plan Municipal de Drogodependencias (PMD) del Ayuntamiento de Valencia. Se trata de un cuestionario de 29 ítems, autoadministrado, que tiene como objetivo medir el riesgo percibido, las creencias, y los motivos para el consumo y no consumo de sustancias legales e ilegales (alcohol, tabaco, cannabis, cocaína y drogas de diseño), además de determinar las percepciones que se tienen sobre la información recibida respecto al consumo de drogas y las vías de información por las que se ha adquirido el conocimiento. En el presente estudio solo se analizan datos respecto a las creencias y motivos para el consumo de cocaína.
El cuestionario fue administrado en 21 centros de educación de la ciudad de Valencia en España, que solicitaron los Programas de Prevención Escolar ofertados por el PMD. Se cumplimentaba el cuestionario de forma previa a la realización de las charlas sobre drogodependencias, con garantía para el encuestado del anonimato y confidencialidad de los datos, y con la autorización de la Dirección de cada centro escolar.
Análisis de los datos
Se realizó un análisis descriptivo para determinar la frecuencia y proporción de las respuestas de cada una de las creencias señaladas sobre la cocaína y su consumo y los motivos para consumir (entre los que la han consumido) y no consumir (entre los que no la han consumido). Se utilizaron pruebas Chi cuadrado para la comparación entre grupos y regresiones logísticas utilizando como covariables la edad, con el fin de determinar la asociación entre cada una de las creencias y motivos para el consumo y no consumo, con cuatro tipo de respuestas relacionadas con el consumo de cocaína: a) solo haberla probado, b) consumo ocasional (por ejemplo, los fines de semana), c) consumo diario, y d) no haber consumido.
Resultados
La mayoría de los encuestados, el 94,2 %, refirió no haber consumido cocaína, un 3,9 % solo la había probado, un 1,4 % la consume de vez en cuando (por ejemplo, los fines de semana), y un 0,4 % la consume diariamente. No se mostraron diferencias significativas por sexo en la proporción de respuestas relacionadas con el consumo; sin embargo, sí que se observaron diferencias significativas según la edad y el curso escolar. Hay una mayor probabilidad de no haber consumido cocaína entre los jóvenes con edad menor a 18 años y entre los jóvenes con nivel de curso escolar menor (2.º, 3.º y 4.º de ESO frente a los de FP) (tabla 1).
Creencias sobre la cocaína y motivos para su consumo
En la tabla 2 se detallan las creencias que se tiene sobre la cocaína y su consumo, y los motivos para consumir cocaína, ordenados de mayor a menor frecuencia según fueron señalados en la muestra total, y por cada grupo según el sexo.
Tanto en los chicos como en las chicas las creencias que se tienen sobre la cocaína y su consumo señaladas con mayor frecuencia son: "tiene efectos negativos para la salud", "está prohibido para menores de edad", "nos lleva a consumir otras drogas", "produce enfermedades mentales", "provoca problemas familiares" y "crea dependencia". Se observa que los chicos, respecto a las chicas, señalan significativamente en menor proporción, "tiene efectos negativos para la salud", y en mayor proporción las creencias "requiere un fuerte gasto económico", "si controlas no pasa nada", y "no crea problemas".
Respecto a los motivos para consumir cocaína, los más frecuentemente señalados entre los chicos son: "para aguantar más" (58,54 %), "para divertirme" (53,7 %), "para experimentar nuevas sensaciones" (46,3 %), "para bailar" (29,3 %) y "para mantener relaciones sexuales" (19,5 %). Y entre las chicas son: "para experimentar nuevas sensaciones" (48,4 %), "para divertirme" (38,7 %), "para aguantar más" (35,5 %), "para olvidarme de mis problemas" (16,1 %) y "para bailar" (12,9 %). Se encontraron diferencias significativas por el sexo en los motivos "para aguantar más" y "para mantener relaciones sexuales": los chicos mostraron significativamente una mayor proporción de respuestas respecto a las chicas.
Creencias significativamente asociadas con el consumo de cocaína
Los encuestados que refieren solo haber probado la cocaína tienen mayor probabilidad de señalar las siguientes afirmaciones: "requiere un fuerte gasto económico" (odds ratio [OR] = 2,35), "si controlas, no pasa nada" (OR = 3,33), "no provoca muchos accidentes" (OR = 2,00) y "no sabes de qué está hecho" (OR = 2,90).
Entre los que refieren consumirla de vez en cuando (por ejemplo, los fines de semana), las creencias más asociadas son: "no nos lleva a consumir otras drogas" (OR = 2,65) y su consumo "es bueno para algo" (OR = 15,68). Entre las respuestas específicas de es bueno para tenemos: "bueno para alguna enfermedad", "bueno para parecer mayor", "bueno para quitar la borrachera", y "bueno para relajarse". Y entre las creencias más significativamente asociadas con consumir cocaína diariamente se encuentran: "no produce efectos negativos para la salud" (OR = 14,08), "no lleva a consumir otras drogas" (OR = 11,49), y "no produce enfermedades mentales" (OR = 9,09).
Finalmente, las creencias más asociadas con no haber consumido la cocaína son: "nos lleva a consumir otras drogas" (OR = 2,08), responder negativamente "si controlas no pasa nada" (OR = 4,08), "provoca muchos accidentes" (OR = 2,34), "perjudica a las personas de alrededor" (OR = 2,45), "induce a cometer delitos" (OR = 1,77), no afirmar que su consumo es bueno para algo (OR = 11,76) y responder negativamente "no sabes de qué está hecho" (OR = 2,07) (tabla 3).
Motivos significativamente asociados con el consumo de cocaína
Respecto a los motivos para consumir cocaína significativamente asociados con el consumo, los que solo han probado la cocaína tienen menor probabilidad de responder que han consumido para aguantar más (OR = 5,10), para mantener relaciones sexuales (OR = 5,08), o para divertirse (OR = 3,24). Y los que refieren que de vez en cuando consumen (por ejemplo, los fines de semana), significativamente tienen mayor probabilidad de aducir los siguientes motivos: "para aguantar más" (OR = 6,50) y "para divertirse" (OR = 4,77). No se encontraron motivos significativamente asociados con el consumo diario de la sustancia (tabla 3).
Los motivos para no consumir señalados con mayor frecuencia entre los que no han consumido cocaína son: no consumir porque perjudica la salud física y mental (73,3 %), por sentirse bien y no hacerle falta consumir (69,6 %), porque se sabe divertir sin consumir drogas (61,1 %), por convicciones personales de tipo moral (34,6 %) y porque el consumo crea problemas personales y familiares, entre otros (32,2 %). Los motivos "por convicciones personales de tipo moral", "porque mis padres no lo aceptarían" y "porque son caras", fueron respondidos significativamente en mayor proporción por los chicos. El motivo "porque sé divertirme sin consumir drogas" fue señalado significativamente en mayor proporción por las chicas (tabla 4).
Discusión
Los resultados presentados en este estudio permiten determinar aquellas creencias y motivos relacionados significativamente con el consumo actual o no consumo de cocaína en población escolarizada de la ciudad de Valencia.
Estas creencias se pueden considerar con un alto potencial protector para evitar el consumo de la cocaína (ya sea inicial, esporádico o diario) y son relevantes para inculcarlas o reforzarlas en charlas informativas o mensajes publicitarios preventivos. Se trata de las relacionadas con a) creer que tras el consumo pueden ocurrir consecuencias adversas, en especial, que el consumo es perjudicial tanto para la salud física y mental del consumidor como para las personas de su entorno; b) que bajo el efecto de la sustancia el consumidor se puede involucrar en accidentes o puede cometer delitos; c) que sí puede haber un efecto adverso aun cuando se perciba que se controla el consumo (no creer "si controlas no pasa nada") y, además, d) que es importante contrarrestar o reestructurar cualquier creencia que indique que es positivo el consumo para lograr un estado u objetivo. Se ha mostrado también que el no saber de qué está hecha la sustancia y que se requiere un fuerte gasto económico para adquirirla son factores protectores para no continuar el consumo de cocaína una vez probada.
Debido a que entre los motivos para consumir cocaína destaca el divertirse y aguantar más (por encontrarse asociados significativamente con el consumo ocasional de cocaína), y dado que entre los motivos más señalados entre los que no han consumido la sustancia para no consumir cocaína se encuentra el "sé divertirme sin consumir drogas" y "me siento bien y no me hace falta", se infiere como estrategia eficaz para prevenir el consumo en la población joven el inculcar y reforzar las creencias de que es posible divertirse sin consumir la sustancia, y de que no es necesario su consumo. Para lograrlo pueden utilizarse como estrategias complementarias el informar e involucrar a los jóvenes en formas alternativas de diversión u ocio no relacionadas con el consumo de sustancias, tales como la práctica de deporte, excursiones y eventos culturales, entre otros. Asimismo, es importante diseñar e implementar talleres o charlas psicoeductativas de habilidades sociales o de afrontamiento afectivo especialmente dirigidos a jóvenes con dificultades de interrelación social o familiar, pues se ha señalado que en la población usuaria de cocaína, aquellos que muestran menores puntuaciones de habilidades de afrontamiento afectivo tienen más probabilidad de mantener el consumo 8.
Respecto a las diferencias de sexo encontradas sobre los motivos para el no consumo de cocaína, nuestros resultados son consistentes con estudios previos que señalan que la desaprobación parental es especialmente protectora para los varones jóvenes 9. En este estudio, la respuesta "porque mis padres no lo aceptarían" fue respondida significativamente en mayor proporción por los chicos.
Parte de los resultados obtenidos en este trabajo son consistentes con el estudio de Brown et al 10 realizado con consumidores de cocaína, que señalan que algunos usuarios percibieron que el inicio del uso de drogas y la continuación de su uso se debía mayoritariamente al deseo de diversión o de "sentirse bien", además de la presión de los pares y la disponibilidad de las drogas. Dado que la influencia de las normas y conductas percibidas de los pares son fuertes predictores del uso de drogas en poblaciones adolescentes y en jóvenes adultos 10-12, es relevante llevar a cabo estrategias de prevención en población joven a nivel colectivo y no individual, que tengan como objeto reforzar las creencias y motivos asociados con la abstinencia o no del consumo de cocaína.
Entre las limitaciones de este estudio debe destacarse que no se ha analizado una muestra representativa de la población de escolarizados de la ciudad de Valencia, y la existencia de un bajo número de consumidores entre los participantes del estudio, lo cual limita las conclusiones sobre las creencias y motivos para el consumo. Por otra parte, dado que se trata de un estudio con diseño transversal y no longitudinal, no podemos afirmar que la naturaleza de la relación entre las diferentes creencias y motivos con las diferentes respuestas sobre el consumo sea causal. Sin embargo, los resultados obtenidos son importantes para la planificación de las actividades de prevención sobre el consumo en jóvenes escolarizados.
Conclusiones
Las creencias con un alto potencial protector para evitar el consumo de cocaína en población escolarizada son las relacionadas con creer que pueden tener consecuencias adversas —tanto para la salud física y mental, como para las personas del entorno social—, aun cuando se perciba que se controla el consumo. Los motivos para divertirse, establecer relaciones sexuales y querer tener un mayor rendimiento o "aguantar más", tienen un gran potencial para el consumo. Consumir para aguantar más y para el mantenimiento de las relaciones sexuales es mayor en el sexo masculino. La desaprobación parental es especialmente protectora para los varones.
Es necesario realizar futuros estudios con metodología cualitativa y cuantitativa con el fin de indagar las circunstancias o eventos asociados con los motivos para el consumo de cocaína en población escolarizada, especialmente las circunstancias o áreas de la vida en las cuales los jóvenes perciben que tienen que "aguantar más" dentro de su entorno social, lo cual predispone el consumo.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existe conflicto de intereses.
Financiación
Este trabajo se ha podido realizar gracias al convenio de colaboración entre el Plan Municipal de Drogodependencias, el Ayuntaniento de Valencia y la Universidad de Valencia.
Agradecimientos
Los autores agradecen su colaboración a los profesionales del Plan Municipal de Drogodependencias (PMD) del Ayuntamiento de Valencia, que participaron en la elaboración y administración del cuestionario en los centros escolares. Asimismo, a los jóvenes encuestados por su valiosa participación en el estudio.
*Autor para correspondencia.
Correo electrónico:rafael.aleixandre@uv.es (R. Aleixandre-Benavent).
Recibido el 9 de febrero de 2010;
aceptado el 30 de marzo de 2010