Las consultas, cada vez más frecuentes, de padres preocupados por el uso que sus hijos desarrollan de las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el juego, ante los profesionales del Programa de Prevención de las Adicciones (PAD), nos indujo a desarrollar un estudio cuali-cuantitativo entre los adolescentes y jóvenes de 12 a 25 años en la ciudad de Madrid, cuyo trabajo de campo se desarrolló a caballo entre 2006 y 2007 y del cual presentamos a continuación algunos de los principales resultados1.
Los objetivos generales del estudio fueron1:
De una manera mas detallada, los objetivos específicos del estudio fueron1:
La figura 1 recoge las fases de que constó el estudio.
Figura 1. Fases del estudio del uso problemático de las tecnologías de la información, la comunicación y el juego entre los adolescentes y jóvenes de la ciudad de Madrid 1.Conclusiones en relación con la documentación existente acerca de la problemática
En relación con el análisis documental, se realizó en primer lugar un análisis de las fuentes documentales existentes para orientar la investigación, cuyas principales conclusiones fueron:
Su capacidad para estudiar el fenómeno con fiabilidad se pone en entredicho porque:
Las cuestiones anteriores conllevan que los porcentajes de uso problemático con las nuevas tecnologías no sean comparables al estudio de Madrid Salud.
Análisis cualitativoSe realizó mediante entrevistas a expertos de diversos campos, dinámicas grupales con adolescentes y jóvenes, padres y profesores; se llegó a las siguientes conclusiones:
Entrevistas con expertosCondiciones para la generación de una adicción:
Las nuevas tecnologías pueden además ser el instrumento de vehiculización de otro tipo de adicciones como la adicción al juego, al sexo, etcétera.
Problema percibido por los grupos de poblaciónSe detecta el problema desde los diferentes grupos: padres, profesores y jóvenes. Sin embargo, no reconocen una adicción, sino que lo ven como un uso normalizado y potenciado desde la sociedad: barrera a la detección y solución.
El empleo de las tecnologías como parte del tiempo de ocio se da en mayor medida entre quienes realizan un uso exce sivo.
Es probable el uso pasajero de ciertas tecnologías, como el juego.
A pesar de que las nuevas tecnologías han pasado a ser una parte importante del ocio de algunos jóvenes, estos desmienten que su tiempo con los amigos haya disminuido. Estos últimos, si bien no hablan de adicción, reconocen cierta dependencia.
En cuanto a los padres, reconocen abiertamente que el problema existe. Tienen, además, la sensación de que esta situación irá a más en el futuro.
Hay diferencias: los padres con hijos menores de edad ejercen mayor control y perciben en mayor medida síntomas como el abandono de actividades tradicionales, aislamiento, deterioro del lenguaje, agresividad al tener que interrumpir la actividad, nerviosismo al utilizar las nuevas tecnologías, disputas con otros miembros de la familia.
Los padres con hijos mayores de edad apelan a la escuela como el principal responsable de la prevención, mientras que aquéllos con hijos menores de edad se autoproclaman como los principales responsables.
Los profesores, por su parte, consideran que la labor debe venir desde el hogar, y ven claro un abuso que genera: aislamiento, abandono de actividades tradicionales, falta de atención y falta de sueño, lo que repercute en el rendimiento escolar, provoca nerviosismo, falta de distinción entre la realidad y la ficción, empobrecimiento de la expresión oral, falta de espíritu crítico y de esfuerzo y problemas físicos como la obesidad, vista cansada, dolores de espalda, etcétera.
Análisis cuantitativoSe realizaron 566 entrevistas estructuradas presenciales a otros tantos adolescentes y jóvenes de la ciudad de Madrid y al menos a uno de sus padres o tutores mediante un muestreo aleatorio simple que garantizara la representatividad de los resultados obtenidos para la población en estudio.
Los cuestionarios empleados, previamente validados, contenían una serie de afirmaciones relacionadas con distintas escalas de detección del problema y permitían una aproximación a la existencia de fenómenos como la ocultación, la sustitución del ocio habitual por las tecnologías o la existencia de síntomas de tolerancia o abstinencia entre otros.
Con todas las preguntas contenidas en los cuestionarios, se realizó un análisis factorial a la búsqueda de aquellas que mejor discriminaban la existencia de un uso inadecuado de estas tecnologías por la población estudiada.
Se obtuvieron así 1.132 cuestionarios válidos de cuyo análisis podemos extraer los siguientes datos:
Tecnologías de la comunicaciónSe observa un elevado uso del móvil (fig. 2), tanto para llamadas como para sms, que ha desbancado al teléfono fijo. El correo electrónico (fig. 2) se utiliza en mayor medida entre los mayores, al igual que el chat, que es utilizado por un tercio de los jóvenes.
Figura 2. Usuarios de las diferentes tecnologías1.
La frecuencia de uso semanal es evidente ante todo en el teléfono móvil, usado casi a diario por los jóvenes (fig. 3).
Figura 3. Durante la última semana, ¿cuántos días has utilizado alguna de las anteriores tecnologías?1.Usos problemáticos del móvil
Tras la realización del análisis factorial, se resume el uso del móvil en tres factores (tabla 1):
Tabla 1. Matriz de componentes rotada (procedimiento Varimax)1
En función de los anteriores factores, encontramos que la “necesidad”, el hecho de que los móviles formen parte de su vida, es el factor que reconoce un mayor porcentaje de jóvenes (8,1 %) (tabla 2).
Tabla 2. Prevalencia de conductas de riesgo en cada una de las dimensiones-factores 1
El uso excesivo, incluso cuando no es necesario, se reconoce entre un 1,3 % de los jóvenes, mientras que la preocupación por estar al día de las novedades que surgen es una característica existente en menos de un 1 % de los jóvenes.
En definitiva, un 8,5 % de los jóvenes de la ciudad de Madrid presenta algún problema en el uso de la telefonía móvil; de ellos, un 0,4 % realiza un uso problemático en los tres facto-res analizados.
Usos problemáticos del chatTras un análisis factorial (tabla 3), el fenómeno se explica teniendo en cuenta cuatro ejes:
Tabla 3. Matriz de componentes rotada (procedimiento Varimax) 1
La problemática de la evasión es la que en mayor porcentaje reconocen los jóvenes en su uso del chat (tabla 4). La pérdida de control y la inquietud es un problema asociado a menos de un 1 % de los jóvenes, así como la búsqueda de otra realidad, si bien se da un alto porcentaje de jóvenes no expuestos a la problemática, debido a que no utilizan el chat.
Tabla 4. Prevalencia de conductas de riesgo en cada una de las dimensiones-factores1
Teniendo en cuenta a aquellos que sí lo utilizan, encontramos que un 9,4 % presenta problemas en torno a la evasión; un 2,1 % indica pérdida de control, un 2,1 % inquietud y un 1,6 % búsqueda de otra realidad.
En definitiva, sobre el total de jóvenes encuestados, un 4,1 % presenta problemas en el uso del chat. De ellos un 1,1 % presenta dos problemáticas.
Tecnologías del juegoLa videoconsola y los juegos de ordenador son las tecnologías más utilizadas, con un uso considerable-mente mayor entre los más jóvenes (fig. 4).
Figura 4. Usuarios de las diferentes tecnologías1
La media de uso de los juegos está en torno a casi tres días a la semana.
Aunque la Game Boy/PSP era utilizada por un porcentaje menor en los jóvenes entre 19 y 25 años, éstos llevan a cabo una utilización más intensa que los encuestados de menor edad (fig. 5).
Figura 5. Durante la última semana, ¿cuántos días has utilizado alguna de las anteriores tecnologías?1.Usos problemáticos de las tecnologías del juego
Tras el análisis factorial (tabla 5), se explica de forma clara el comportamiento de los jóvenes teniendo en cuenta cinco ejes:
Tabla 5. Matriz de componentes rotada (procedimiento Varimax)1
Fundamentalmente, la problemática proviene de la necesidad y de la evasión que procuran los juegos tecnológicos, que se convierten en parte de la vida de los jóvenes. La pérdida de control es, a su vez, reconocida por un 1,6 % de los jóvenes; un menor porcentaje confirma problemas de abstinencia (tabla 6).
Tabla 6. Prevalencia de conductas de riesgo en cada una de las dimensiones-factores1
El abandono de actividades y la ocultación, por el contrario, son problemáticas menos frecuentes entre los jóvenes.
Teniendo en cuenta aquellos que están expuestos al problema, los porcentajes de problemática se elevan: un 3,7 % muestra problemas de necesidad y evasión, un 2,7 % de pérdida de control, un 1,8 % abstinencia y un 0,9 % abandono de actividades y ocultación.
Sobre el total de jóvenes madrileños, un 3,7 % presenta algún problema en el uso de las tecnologías del juego. De ellos, un 1,4 % reconoce dos problemas, mientras que un 0,2 % confirma tres y cuatro problemas asociados al uso.
Usos problemáticos de InternetDe manera general, algo más de un 75 % de los jóvenes entrevistados utiliza Internet (fig. 6).
Figura 6. ¿Utilizas internet?1.
Los jóvenes encuestados navegaron por Internet por motivos diferentes al trabajo o los estudios una media de 2,12 días durante la última semana. No se observan diferencias destacables entre los dos grupos de edades considerados.
Tras la realización del análisis factorial (tabla 7), el uso de Internet se resume en cinco factores:
Tabla 7. Matriz de componentes rotada (procedimiento Varimax)1
La evasión destaca como uno de los indicios que más se repite entre los jóvenes en su navegación por Internet, seguida de la pérdida de control y la preocupación.
Sin embargo, el abandono de actividades y la ocultación no son signos tan evidentes en el uso de esta herramienta.
Excluyendo aquellos que no están expuestos a Internet, se ve cómo los porcentajes llegan a un 4,4 % en el caso de la evasión, a un 2,3 % en pérdida de control, preocupación en el uso reconocido por un 1,5 % y un porcentaje de 0,5 % que reconoce abandono de otras actividades y ocultación del uso.
De la totalidad de jóvenes madrileños, un 4,5 % presenta algún indicio de uso problemático en la navegación por Internet. De ellos, un 1 % reconoce problemas en dos de los cinco factores y un 0,5 %, en tres de los cinco factores que resumen la problemática (tabla 8).
Tabla 8. Prevalencia de conductas de riesgo en cada una de las dimensiones-factores1
Teniendo en cuenta todas las herramientas tecnológicas que se han analizado y contabilizando a aquellos jóvenes que presentan algún problema en su uso, se puede concluir que un 13,5 % de los jóvenes madrileños manifiesta indicios de uso problemático con algunas tecnologías de la comunicación y el juego.
Resumiendo los datos hasta aquí expuestos, la prevalencia medida de uso inadecuado para el conjunto de las tecnologías estudiadas se visualiza en la figura 7.
Figura 7. Prevalencia del uso problemático de las nuevas tecnologías entre los jóvenes madrileños1.Conclusiones
Del análisis cuantitativo a partir de la utilización de análisis factoriales se observan diferencias en los patrones de comportamiento de las diferentes tecnologías, según su uso por parte de los jóvenes madrileños1:
Tras el estudio realizado, se muestra que no existe una alta prevalencia de usos problemáticos entre los jóvenes de la ciudad de Madrid. Sin embargo, la evolución en el futuro es desconocida. La normalización en el uso de las nuevas tecnologías, el desconocimiento sobre el tema y su potencialidad adictiva hace que el problema pueda hacerse más evidente.
Ante esto, las acciones de prevención desde las instituciones deben ser un motor fundamental en la intervención, antes que las acciones paliativas.
Se debe trabajar en la prevención desde edades tempranas, tanto en la familia como en la escuela, pero implicando activamente a los padres y trabajando directamente con los profesores en actividades dirigidas a los más jóvenes.
La formación de los padres debería ser otra de las acciones más importantes, con el fin de que conozcan el fenómeno sin alarmismos y sean capaces de detectar posibles problemas con el objetivo de atajarlos.
Además de esto, debiera darse una mayor notoriedad de las instituciones que trabajan en estos problemas y a las que puede acudirse en caso de percibirlos, ya que el desconocimiento de los lugares adecuados a los que acudir es notable entre los padres.
De cara a la investigación de la adicción a las nuevas tecnologías, sería clave el impulso de la investigación en el ámbito clínico, con el objetivo de sentar una base científica en la medición del fenómeno en la población.
El presente estudio, en el que se han analizado los indicios de un problema emergente en la sociedad, tiene una pretensión sociológica, pero puede ser también el fundamento sobre el que se asiente una investigación clínica basada en los cuestionarios de referencia que se han desarrollado a la vista de los ítems de mayor relevancia para cada tecnología según los resultados del análisis factorial.