Las primeras palabras que quiero manifestar ante este I Congreso Europeo de Trastornos Adictivos son de agradecimiento. Cuando escribo estas líneas, a poco menos de dos meses de las fechas del congreso, hay más de cien ponentes confirmados y nos acercamos a las cien presentaciones de comunicaciones orales o pósters. Es por ello que hay que agradecer a muchas personas su participación.
Sin duda los Trastornos Adictivos son el paradigma del concepto biopsicosocial de la enfermedad, y uno de los problemas importantes de las sociedades modernas. En unos tiempos donde las fronteras caen, la necesidad de establecer un nuevo espacio, también en nuestra área de intervención, era evidente. En esta línea este congreso va a servir para crear un marco que nos permita en el futuro trabajar, tanto a nivel de las ciencias básicas como de la clínica, así como en otras áreas, con una visión europea.
Como presidente de la Sociedad Española de Toxicomanías (SET) me siento representante de un amplio grupo de profesionales que hace ya casi quince años creó una sociedad científica que tenía como meta el fomentar los planteamientos científicos, de orientación psicobiológica, en los trastornos adictivos. Hoy es un honor el poder, a través de este congreso, ampliar este marco a esa Europa que como entidad tiene y tendrá, cada día, más relevancia en nuestra vida cotidiana.
En nuestro país, en estos quince años, se ha establecido una red que, esté integrada o no, abarca desde la Atención Primaria a la Salud Mental, y que va, necesariamente, a normalizar la asistencia de estos trastornos. Los avances en estos años son importantes, la prueba es el gran número de comunicaciones científicas que estamos recibiendo, así como la calidad de las mismas. Quizá, para terminar, es aquí donde debemos de poner un esfuerzo mayor. En el abordaje de calidad de estas patologías, sobre las que cada vez sabemos más y frente a las que cada vez disponemos de mejores estrategias.