Introducción
La investigación en drogodependencias y la correcta aplicación de los nuevos avances científicos a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos asociados al consumo de drogas es imprescindible para mejorar el estado de salud de los afectados. La investigación en este campo se ha ido consolidando gracias a la ardua labor de los profesionales del área y al impulso de numerosas instituciones públicas y privadas. Estos organismos no se limitan únicamente a aportar recursos a la investigación, sino que además actúan integrando las experiencias de clínicos e investigadores para optimizar eficientemente las dotaciones de recursos económicos1.
Ejemplo reciente de esta actuación es la creación del Instituto Nacional de Investigación y Formación sobre Drogas (INIFD), órgano de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPND) al que corresponde el ejercicio de las competencias estatales que tiene ésta atribuidas en materia de investigación y formación sobre drogas. Una de sus competencias más importantes es la de coordinar y racionalizar las distintas prácticas que se desarrollen en España, tanto en el ámbito público como privado en este campo, sin menoscabo de las competencias que correspondan a las Administraciones Públicas de las Comunidades Autónomas2. Además, debe fomentar la integración y la participación de los profesionales españoles en las redes de investigación internacional.
El apoyo económico a la investigación de la DGPND y de otras entidades como el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), el Ministerio de Educación y Ciencia y los organismos equivalentes en las Comunidades Autónomas se lleva a cabo mediante la convocatoria regular de ayudas a proyectos de investigación, si bien también se contemplan otras acciones como la subcontratación de servicios o el establecimiento de convenios de colaboración con organismos públicos como las Universidades. Estas dotaciones van destinadas a la financiación de grupos de investigación emergentes y consolidados, a proyectos coordinados y a la creación de redes de investigación como, por ejemplo, la Red de Trastornos Adictivos, creada al amparo de la convocatoria de Redes Temáticas de Investigación Cooperativa (RETIC) del Instituto de Salud Carlos III3. Con esta tipología de redes se pretende la creación de esquemas de cooperación científica más potentes, que permitan alcanzar objetivos que difícilmente podrían plantearse en un contexto de ejecución más restringido4.
Una faceta de la colaboración entre los profesionales, la más directamente relacionada con la investigación, se manifiesta en forma de publicaciones científicas compartidas. La colaboración científica puede ser analizada utilizando técnicas bibliométricas encaminadas a representar mediante mapas o redes de coautorías los grupos y redes de trabajo que constituyen el frente de investigación de un área científica, en este caso, el de las drogodependencias. En estas redes, los grupos de investigadores más activos constituye el frente de investigación del área, disponen de crédito científico y se benefician de su posición en las concesiones de fondos destinados a la investigación. El frente no está formado por autores individuales, sino que éstos se acompañan de un importante número de colaboradores y pueden, a su vez, establecer relaciones de colaboración con otros grupos temáticamente emparentados5.
El objetivo del presente trabajo es analizar la colaboración entre los autores y entre las instituciones españolas en los artículos científicos sobre drogodependencias, aplicando metodologías procedentes del análisis de redes sociales. Las redes sociales son el conjunto de relaciones sociales o interpersonales que ligan y agrupan a individuos y organizaciones. El análisis de redes permite identificar y representar gráficamente las relaciones existentes entre los actores sociales responsables de la producción científica en drogodependencias, cuantificando cuántos miembros componen la red, cuál es la intensidad de las relaciones existentes entre ellos y quiénes son los miembros más relevantes de la misma en función de un amplio conjunto de medidas o indicadores6,7. Por otra parte, este análisis permite establecer la correspondencia entre las redes de investigación establecidas por los organismos financiadores y las que resultan del análisis de su productividad y colaboración en términos de coautoría en las publicaciones científicas.
Método
En este trabajo se utiliza el término coautoría para hacer referencia a la firma conjunta de un trabajo científico por dos autores, el término sajón clúster en su acepción relacionada con los modelos de grafos para referir el conjunto de nodos o vértices (autores) altamente conectados entre sí mediante arcos o enlaces (relaciones de coautoría), pero con conexiones esporádicas hacia el exterior8 y el término umbral o intensidad de colaboración, el valor utilizado para formar los clústeres de autores, que hace referencia a la frecuencia de coautoría entre las parejas de autores y que refleja las relaciones más o menos consolidadas entre los mismos a la hora de publicar los resultados de sus investigaciones de forma conjunta. Este valor ha sido utilizado en diversos estudios bibliométricos como criterio para considerar los clústeres identificados como grupos de investigación9. Cuando en lugar de autores se hace referencia a la firma conjunta de un trabajo por dos o más instituciones se utiliza el término colaboración institucional, siendo igualmente aplicables en este caso los términos clúster y umbral o intensidad de colaboración, representando en este caso los nodos las instituciones y los enlaces las relaciones de colaboración.
Los indicadores propios del análisis de redes sociales utilizados son: rango o grado de centralidad (degree en inglés), término que refiere el número de nodos con los que se encuentra conectado un autor o una institución, es decir, el número de autores o instituciones distintas con las que ha colaborado; grado de intermediación (betweenness), que indica la frecuencia con la que aparece un nodo en el tramo más corto que une otros dos nodos, es decir, se trata de una medida que cuantifica si una persona o una institución actúa como intermediaria permitiendo la conexión entre otras al estar situada o «hacer de puente» entre ambas; y cercanía (closeness), medida que hace referencia a la capacidad y proximidad de un nodo para llegar al resto de nodos que integran la red. Estas y otras muchas medidas gozan de una larga tradición en los estudios de redes sociales10, si bien no son infrecuentes las confusiones terminológicas o los usos polisémicos de un mismo concepto, especialmente al ser traducidos a otros idiomas como el español11, de ahí la importancia de precisar el significado de los términos empleados. Todas estas medidas resultan de gran utilidad para complementar el análisis de clústeres, conociendo cómo están conectados unos nodos con otros y la posición que ocupan en el conjunto de la red.
La información para la realización del estudio se ha obtenido seleccionado los trabajos recogidos en las bases de datos Índice Médico Español (IME) y Science Citation Index (SCI). Ambas bases de datos permiten el estudio de las coautorías múltiples, tanto de autores como de instituciones, pues recogen todos los autores e instituciones firmantes de los trabajos12,13.
El proceso seguido ha sido el siguiente:
Identificación y selección de los trabajos
Para la recuperación de las referencias pertinentes de la base de datos IME se ha construido un perfil de búsqueda similar al empleado en otros trabajos previos14, compuesto por 33 lexemas y términos. Se han tomado en consideración sinónimos, variantes ortográficas que no afectan al significado aportado por las raíces y la existencia de términos no asociados exclusivamente con el ámbito de las drogodependencias, por lo que han sido empleados en combinación con otros para precisar el ámbito temático de su utilización. La búsqueda se ha realizado sobre los campos Título y Descriptores y se ha limitado cronológicamente a un sexenio (1999-2004). Los lexemas con sus correspondientes truncamientos, sinónimos y términos empleados en la búsqueda son los que se recogen en la tabla 1.
En la base de datos SCI se han considerado 46 términos y lexemas truncados para construir el perfil de búsqueda. Además, en este caso se han tomado en consideración once términos que generaban «ruido» en los resultados de la búsqueda, por lo que han sido excluidos los registros que los contenían (tabla 2). Posteriormente, se ha procedido a la supervisión manual de los registros resultantes, lo que ha servido para depurar los resultados de la búsqueda, eliminando por ejemplo aquellos documentos relacionados con el ámbito de la anestesiología y considerando el ámbito de las drogodependencias desde un punto amplio que incluye estudios sobre receptores y fisiopatología. La búsqueda se ha realizado sobre el campo Topic (TS) tomando en consideración únicamente aquellos trabajos firmados por, al menos, una institución española, mediante la inclusión en el perfil de búsqueda del término Spain en el campo Address (AD) y se ha limitado cronológicamente a un sexenio (1999-2004). Finalmente es importante advertir que se han eliminado de los resultados los registros correspondientes a las revistas incluidas en el IME, a fin de no analizar una información duplicada y posibilitar la comparación de los patrones de coautoría y de colaboración institucional entre los trabajos publicados en revistas nacionales y extranjeras.
Normalización de los autores e instituciones
Uno de los principales problemas del análisis bibliométrico de los registros descargados de las bases de datos es el de la falta de normalización de los nombres de los autores y de las instituciones15, de ahí que resulte fundamental efectuar un proceso de normalización. En relación con los autores, el criterio fundamental que se ha utilizado para la normalización ha sido la coincidencia en la adscripción de la firma institucional asociada a las diferentes variantes de los nombres y apellidos. En lo referente a las instituciones, se han unificado las diferentes variantes de hospitales y centros de salud según la denominación recogida en el Catálogo Nacional de Hospitales 2005 del Ministerio de Sanidad y Consumo16 y según la recogida en el Registro Nacional de Universidades, Centros y Enseñanzas del Ministerio de Educación y Ciencia en el caso de este tipo de instituciones17. En lo referente a otro tipo de organismos y a las instituciones extranjeras, se ha recurrido a la denominación oficial recogida en la página web de los mismas o, en su defecto, a la forma más frecuente por la que son citadas. En relación con las instituciones es importante señalar que en muchos registros bibliográficos se recogían dentro de una única adscripción institucional de los autores firmantes dos o más instituciones (por ejemplo, en el caso de institutos, hospitales universitarios o agencias de salud vinculadas a universidades). En estos casos, a fin de no perder información, se ha procedido a diferenciar estas firmas, consignando para cada registro bibliográfico tantas firmas como instituciones se podían individualizar.
Cálculo de indicadores bibliométricos, aplicación de un algoritmo de identificación de clústeres y construcción de las redes de coautorías y de colaboración institucional
Se ha construido una base de datos relacional utilizando el software Microsoft Access a partir de la cual se han obtenido algunos indicadores bibliométricos tradicionales de uso generalizado, puestos en relación con otros indicadores basados en el análisis de redes sociales. Entre los primeros se pueden mencionar la cuantificación del número de trabajos publicados, el número de trabajos firmados en colaboración y el índice de firmas/trabajo (IFT) o índice de colaboración, que es la media del número de firmas por trabajo. Como indicadores basados en el análisis de redes sociales se han recogido el número de integrantes, el número de firmas, el número de coautorías y el valor de la colaboración más intensa de la red personal de cada uno de los autores (indicadores calculados tomando en consideración únicamente los trabajos en los que han intervenido cada uno de los elementos objeto de estudio, autores o instituciones). Asimismo se recoge el índice autores/trabajo, es decir, la media del número de autores por trabajo considerando únicamente los autores distintos. Finalmente se aportan otras medidas como el grado de intermediación y la cercanía.
Para la formación de los clústeres de autores se han identificado y cuantificado todas las combinaciones de pares de autores existentes. El número de combinaciones de pares de autores de cada uno de los trabajos (en lo sucesivo coautorías) está en relación con el número de firmas del mismo, ya que el número de combinaciones posibles de m elementos diferentes (número de firmas) que se pueden obtener agrupados de n en n, no siendo relevante el orden de los elementos y tomando en este caso n un valor de dos (agrupaciones de coautorías), valor que se puede calcular con la aplicación de la siguiente fórmula:
teniendo en cuenta la condición (1 < n ¾ m)
Así, en un trabajo con una sola firma no existe ninguna coautoría, en un trabajo con dos firmas encontramos una relación de coautoría (A con B), en un trabajo con tres firmas tres relaciones de coautoría (A con B, A con C y B con C), en un trabajo con cuatro firmas seis relaciones de coautoría (A con B, A con C, A con D, B con C, B con D y C con D) y así sucesivamente. Hay que diferenciar, asimismo, el número de coautorías existentes respecto al número de coautorías diferentes, ya que muchas de ellas se repetirán al analizar una amplia colección de documentos. Respecto a la cuantificación de las coautorías, está en relación con la mayor o menor frecuencia de aparición conjunta de cada una de las parejas de autores en el total de trabajos seleccionados como objeto de estudio. Una vez identificadas las parejas distintas de autores existentes y cuantificado el número de trabajos distintos en los que aparecen, es decir, la intensidad de colaboración, se ha aplicado un algoritmo para identificar el número de clústeres y sus integrantes en función del umbral o intensidad de colaboración y del número mínimo de integrantes necesarios para considerar la existencia de un clúster, valores que son fijados con carácter previo a la ejecución del algoritmo. En este sentido, se ha ejecutado el algoritmo de forma sucesiva, estableciendo diferentes umbrales de colaboración (en un rango que oscila desde ≥ 3 hasta ≥ 7 coautorías), considerando la existencia de un clúster cuando al menos se han identificado dos autores vinculados entre sí, es decir, una relación entre una pareja de autores con igual o mayor número de las coautorías fijadas para la ejecución del algoritmo.
Como indicadores de este análisis se recogen para cada uno de los umbrales de colaboración aplicados el número de coautorías distintas existentes (parejas de autores), el número de clústeres identificados, el número total de autores incluidos en los clústeres, el tamaño del clúster con mayor número de autores y el índice autores/clúster, es decir, la media resultante de dividir el número de autores por el número de clústeres.
Los mismos conceptos, indicadores y metodología se han aplicado para analizar la colaboración institucional. Únicamente como particularidad de este análisis se ha diferenciado la existencia de diferentes tipos de colaboración, introduciendo además la variable geográfica de cara a la cuantificación y análisis de las relaciones existentes entre las distintas regiones españolas y a la colaboración con instituciones extranjeras. Entre los tipos de colaboración se ha diferenciado:
Tipo 0. Ausencia de colaboración. Trabajos con una única firma institucional.
Tipo 1. Colaboración intrainstitucional. Trabajos de una misma macroinstitución (por ejemplo, un hospital o una universidad) pero en la que se distinguen diferentes departamentos, servicios o unidades.
Tipo 2a. Colaboración interinstitucional entre instituciones con sede en una misma Comunidad Autónoma.
Tipo 2b. Colaboración interinstitucional entre instituciones de diferentes Comunidades Autónomas.
Tipo 3. Colaboración interinstitucional en la que interviene, al menos, una institución española y una extranjera.
En el caso de las instituciones, el algoritmo de formación de clústeres se ha ejecutado sucesivamente para el rango comprendido en ≥ 2 y ≥ 5 colaboraciones institucionales en el conjunto de trabajos objeto de estudio, teniendo en cuenta únicamente para la formación de clústeres las colaboraciones interinstitucionales.
Para la construcción de las redes y su representación gráfica se ha utilizando el software TextToPajek18 y los programas de análisis y visualización de redes Networks-PAJEK19, Ucinet20 y Netdraw21.
Resultados
Se han recuperado 1.748 trabajos sobre drogodependencias en la base de datos IME, de los que 1.413 (80,83%) han sido firmados en colaboración por dos o más autores y 911 trabajos en la base de datos SCI, una vez excluidos los trabajos ya recogidos en la base de datos IME publicados en revistas españolas incluidas en el SCI. De estos trabajos, 900 (98,79%) han sido firmados en colaboración por más de un autor. La media firmas/trabajo en el IME se sitúa en 3,7 y en el SCI en 6,1 (tabla 3).
Las revistas de ámbito nacional que han publicado un mayor número de trabajos sobre drogodependencias han sido Adicciones (206), Medicina Clínica (177), Trastornos Adictivos (142), Archivos de Bronconeumología (77), Revista Española de Drogodependencias (76), Atención Primaria (74) y Gaceta Sanitaria (50). Otras 28 revistas han incluido entre 11 y 49 trabajos y 123 revistas menos de 11 trabajos (tabla 4). En relación con las revistas extranjeras en las que los autores españoles han publicado sus trabajos se sitúa en primer lugar Alcoholism-Clinical and Experimental Research (30), seguida por Alcohol and Alcoholism y Drug and Alcohol Dependence y (ambas con 21 trabajos) y por Psychopharmacology (20). Otras 15 han publicado un número de trabajos comprendido entre 11 y 19, y 313 revistas menos de 11 trabajos (tabla 5).
Los autores más productivos en las revistas españolas han sido C.A. Jiménez Ruiz (28 trabajos), M. Barrueco Ferrero (26), E. Ochoa Mangado (25), M. Nebot Adell (24), E. Sánchez Hervás (23), J.R. Villalbí Hereter (22) y J. Bobes García (21); otros 20 autores publicaron más de 11 trabajos (tabla 6). En las revistas extranjeras el autor más productivo ha sido J. Fernández-Ruiz (45 trabajos), seguido por J.A. Ramos (39), R. de la Torre (33), R. Maldonado (32), M. Farre (28), J. Segura (24), P.N. Roset y J. Manzanares (ambos con 21 trabajos); otros 39 autores han publicado más de 11 trabajos (tabla 7).
Aplicando un umbral o intensidad de colaboración de cuatro o más trabajos firmados en coautoría se han identificado en las revistas españolas 36 clústeres integrados por 136 autores, siendo el clúster de mayor tamaño de 15 autores, mientras que en las revistas extranjeras se han identificado aplicando este mismo umbral de colaboración 41 clústeres conformados por 221 autores, estando integrado en este caso el clúster de mayor tamaño por 47 miembros. En las tablas 8 y 9 se pueden ver los valores calculados considerando diferentes umbrales o intensidades de colaboración, valores que se sitúan siempre de forma sensiblemente superior en las revistas extranjeras respecto a los valores obtenidos para las revistas españolas. La media autores/clúster oscila en las revistas españolas entre 3,06 y 4,62 y en las revistas extranjeras entre 3,84 y 5,41. En las figuras 1-3 (revistas españolas) y 4-8, (revistas extranjeras) se representan gráficamente los miembros integrantes de cada uno de los clústeres de autores y las relaciones de coautoría que han establecido aplicando un umbral de colaboración de cuatro o más trabajos firmados conjuntamente. Este umbral refleja una relación consolidada entre los autores que se relacionan entre sí, y es más o menos intensa en función del número de trabajos que han firmado en coautoría, valores que se indican numéricamente en cada uno de los enlaces que unen cada pareja de autores.
Figura 1. Clúster de autores sobre drogodependencias con mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas españolas 1999-2004).
Figura 2. Clústeres de autores sobre drogodependencias con un número de miembros comprendido entre cinco y nueve, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas españolas 1999-2004).
Figura 3. Clústeres de autores sobre drogodependencias compuestos por cuatro o menos miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas españolas 1999-2004).
Figura 4. Clúster de autores sobre drogodependencias con mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas extranjeras 1999-2004).
Figura 5. Segundo clúster de autores sobre drogodependencias con mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas extranjeras 1999-2004).
Figura 6. Tercer y cuarto clústeres de autores sobre drogodependencias con mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas extranjeras 1999-2004).
Figura 7. Clústeres de autores sobre drogodependencias con un número de miembros comprendido entre cinco y ocho, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas extranjeras 1999-2004).
Figura 8. Clústeres de autores sobre drogodependencias compuestos por cuatro o menos miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cuatro (revistas extranjeras 1999-2004).
En la tabla 10 se recogen las principales relaciones de coautoría en las revistas españolas. Aparece encabezada por la pareja C.A. Jiménez Ruiz y M. Barrueco Ferrero, que han firmado 19 trabajos en coautoría, seguidos por P.A. Sáiz Martínez y M.P. González García-Portilla (18), J. Bobes García y P.A. Sáiz Martínez (17), J. Bobes García y M.P. González García-Portilla (16), M. Barrueco Ferrero y M.A. Hernández Mezquita (15) y E. Sánchez Hervás y V. Tomás Gradolí (15). En la tabla 11 se muestran las principales relaciones de coautoría en las revistas extranjeras, encabezada en este caso por la pareja J. Fernández-Ruiz y J.A. Ramos, con 36 trabajos en coautoría, seguidos por R. de la Torre y M. Farré (26), R. de la Torre y J. Segura (22) y M. Farré y P.N. Roset (21).
En la tabla 12 se recogen los principales autores ordenados en función de su grado de intermediación y de cercanía en las revistas españolas. Estas medidas sirven para complementar el análisis de clústeres, ya que se consideran todas las relaciones de coautoría identificadas en la base de datos y no sólo las relaciones más intensas. J.R. Villalbí Hereter encabeza ambas medidas debido a que, aunque ocupa una posición periférica al aplicar un umbral de colabora-ción (fig. 2), ha establecido relaciones de colaboración con numerosos autores por debajo del umbral de las cuatro coautorías. Aplicando estas medidas encontramos autores de elevada productividad e intensidad de colaboración (C.A. Jiménez Ruiz, J. Bobes García, G. Rubio Valladolid, M. Barrueco Ferrero, I. Iraurgi Castillo, M.P. González García-Portilla, M. Nebot Adell, S. Nogué Xarau, E. Sánchez Hervás y E. Fernández Muñoz) que además ejercen un importante papel como intermediarios o con un elevado índice de cercanía con el resto de los autores, junto a otros autores intercalados que ejercen este papel aun no ocupando los primeros puestos en el ranking de productividad o en razón de un elevado número de coautorías. En la tabla 13 se recogen estos mismos valores referidos a las revistas extranjeras. En este caso se sitúa en primer lugar J.A. Ramos. Otros autores de elevada productividad que además ocupan los primeros puestos en el ranking de intermediación o de cercanía son E. Fernández, M. Navarro, J. Fernández-Ruiz, S. González, R. Maldonado, F. Berrendero, R. de la Torre, E. Ambrosio, J. Romero, J. Manzanares y J. Corchero.
En lo relativo a la colaboración institucional, 638 trabajos (36,5%) en las revistas españolas han sido firmados en colaboración interinstitucional por dos o más instituciones, situándose la media firmas institucionales/trabajo en 1,63. En las revistas extranjeras, 612 trabajos (67,18%) han sido firmados en colaboración interinstitucional, con una media de firmas institucionales/trabajo de 2,96 (tabla 14).
Se han identificado 40 instituciones en las revistas españolas (tabla 15) y 34 instituciones en las revistas extranjeras (tabla 16) con una productividad por encima de los quince trabajos. Las instituciones más productivas en las revistas españolas son la Generalitat Valenciana (70 trabajos), el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona (68), el Hospital Ramón y Cajal (40), el Hospital Universitario de la Princesa (39), el Hospital 12 de Octubre (38), la Generalitat de Catalunya (38), la Universidad Complutense de Madrid (35), el Ministerio de Sanidad y Consumo (34), la Universidad de Oviedo (33), la Universidad Autónoma de Madrid (32), la Universidad de Valencia, el Hospital Universitario La Paz y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, todas ellas con 31 trabajos cada una. En las revistas extranjeras, las instituciones que se sitúan en los primeros lugares del ranking de productividad son la Universidad Complutense de Madrid (156 trabajos), la Universidad Pompeu Fabra (72), la Universidad de Barcelona, el Instituto Municipal de Investigación Médica y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (con 64 trabajos cada una de ellas), la Universidad Autónoma de Barcelona (58), la Universidad de Valencia (49), el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona (48) y la Universidad de Santiago de Compostela (45).
Para la identificación de clústeres institucionales, aplicando un umbral o intensidad de colaboración de dos o más trabajos firmados en colaboración interinstitucional se han identificado en las revistas españolas 27 clústeres integrados por 185 instituciones, estando integrado el clúster de mayor tamaño por 111 instituciones, mientras que en las revistas extranjeras se han identificado para el mismo umbral de colaboración 12 clústeres conformados por 261 instituciones, siendo el clúster de mayor tamaño de 235 instituciones. En las tablas 17 y 18 se pueden ver los valores calculados considerando diferentes umbrales o intensidades de colaboración. La media instituciones/clúster oscila en las revistas españolas entre 3,07 y 6,85 y en las revistas extranjeras entre 10,4 y 21,9. En las figuras 9 y 10 se recoge la representación gráfica de los clústeres institucionales aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a dos, donde se aprecia el carácter mucho más fragmentario y disperso de las instituciones en las revistas españolas frente a la mayor homogeneidad y densidad de relaciones en las revistas extranjeras. Por otra parte, en las figuras 11-13 (revistas españolas) y 14 y 15 (revistas extranjeras) se representan gráficamente las instituciones integrantes de cada uno de los clústeres y las relaciones de colaboración institucional que han establecido aplicando un umbral de colaboración de tres o más trabajos firmados conjuntamente.
Figura 9. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a dos (revistas españolas 1999-2004).
Figura 10. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a dos (revistas extranjeras 1999-2004).
Figura 11. Clúster de instituciones sobre drogodependencias con un mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a tres (revistas españolas 1999-2004).
Figura 12. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias con un número de miembros comprendido entre cuatro y nueve, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a tres (revistas españolas 1999-2004).
Figura 13. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias compuestos por tres o menos miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a tres (revistas españolas 1999-2004).
Figura 14. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias con mayor número de miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a tres (revistas extranjeras 1999-2004). Dada la densidad de la red, las intensidades de colaboración se indican mediante diferentes grosores de los enlaces.
Figura 15. Clústeres de instituciones sobre drogodependencias compuestos por cuatro o menos miembros, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a tres (revistas extranjeras 1999-2004).
Las relaciones de colaboración institucional más intensas en las revistas españolas son las establecidas entre la Generalitat Valenciana y el Hospital Clínico Universitario de Valencia, instituciones que han firmado conjuntamente 15 trabajos, la Universidad de Zaragoza y el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (11) y el Instituto Municipal de Investigación Médica y el Hospital del Mar (10). En la tabla 19 aparecen recogidas todas las relaciones entre parejas de instituciones que han firmado conjuntamente cinco o más trabajos. En las revistas extranjeras, el ranking de la colaboración interinstitucional está encabezado por la Universidad Pompeu Fabra y el Instituto Municipal de Investigación Médica, que han firmado 39 trabajos en colaboración, la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona (33) y el Instituto Municipal de Investigación Médica y la Universidad Autónoma de Barcelona (31). En la tabla 20 aparecen recogidas todas las relaciones entre parejas de instituciones que han firmado conjuntamente siete o más trabajos en las revistas extranjeras.
En las revistas españolas, el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona encabeza el ranking del grado de intermediación, seguido por el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital 12 de Octubre, la Universidad Autónoma de Madrid, la Generalitat Valenciana, Hospital Vall d'Hebrón, el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Universitario La Paz, instituciones que también ocupan los primeros puestos en el ranking de cercanía (tabla 21). En el caso de las revistas extranjeras, es la Universidad Complutense de Madrid la que encabeza el ranking del grado de intermediación, seguida por el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Barcelona, el Instituto Municipal de Investigación Médica, la Universidad de Granada y el Hospital Clínic y Provincial de Barcelona, ocupando en este caso el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale el primer puesto en el ranking de cercanía, seguido por la International Agency for Research Cancer y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (tabla 22).
En cuanto a los tipos de colaboración institucional, en las revistas españolas (tabla 23) predomina la colaboración entre instituciones de una misma comunidad autónoma (tipo 2a), con 459 trabajos (26,27%), seguida de la colaboración intrainstitucional (tipo 1), con 166 trabajos (9,5%). A continuación se sitúa la colaboración entre instituciones de diferentes comunidades autónomas (tipo 2b), con 141 trabajos, (8,07%) y la colaboración entre instituciones españolas y extranjeras (tipo 3), con 38 trabajos (2,17%). En cambio, en las revistas extranjeras (tabla 24) encontramos en primer lugar la colaboración entre instituciones españolas y extranjeras (tipo 3) con 318 trabajos (34,91%), seguida por la colaboración entre instituciones de la misma comunidad autónoma (tipo 2a), con 214 trabajos (23,49%), la colaboración entre instituciones de diferentes comunidades autónomas (tipo 2b), con 80 trabajos (8,78%), y la colaboración intrainstitucional, que se ha identificado en 65 trabajos (7,13%).
La Comunidad de Madrid (tablas 25 y 26) es la que encabeza el ranking de productividad por comunidades autónomas en las revistas españolas, con 448 trabajos, habiendo colaborado principalmente con Cataluña y Castilla y León (28 trabajos en colaboración con cada una de ellas), con el País Vasco (19), la Comunidad Valenciana (15) y Andalucía (14). A continuación se sitúa Cataluña, con 400 trabajos, habiendo colaborado mayoritariamente, además de con Madrid (28), con la Comunidad Valenciana (12), con Castilla y León y con el País Vasco (9). A cierta distancia se sitúan la Comunidad Valenciana y Andalucía (con 198 trabajos cada una de ellas) y Castilla y León (122). En las revistas extranjeras (tablas 27-29) se observa que la Comunidad de Madrid ha establecido 98 colaboraciones con otras comunidades autónomas españolas y 170 colaboraciones con instituciones de países extranjeros, fundamentalmente de Estados Unidos, Inglaterra e Italia, mientras que Cataluña ha establecido 83 colaboraciones con otras comunidades autónomas españolas y 308 colaboraciones con instituciones de países extranjeros, encabezados en este caso por instituciones de Italia, Francia y Estados Unidos. En la figura 16 se representa gráficamente la colaboración interautonómica en las revistas españolas y en la figura 17 la colaboración interautonómica en las revistas extranjeras, reflejando mediante el mayor grosor de los enlaces la intensidad de las colaboraciones.
Figura 16. Colaboración interautonómica en los trabajos sobre drogodependencias publicados en revistas españolas entre 1999-2004. El tamaño de los nodos refleja el número total de colaboraciones y el grosor de los enlaces la intensidad de la colaboración con las diferentes comunidades autónomas.
Figura 17. Colaboración interautonómica en los trabajos sobre drogodependencias publicados en revistas extranjeras entre 1999-2004. El tamaño de los nodos refleja el número total de colaboraciones y el grosor de los enlaces la intensidad de la colaboración con las diferentes comunidades autónomas.
En relación con las colaboraciones institucionales internacionales de España, analizadas a través de los trabajos publicados en las revistas extranjeras (tabla 30), se observa que ha colaborado con instituciones de 50 países, si bien solamente con 21 de ellos se ha colaborado en cinco o más trabajos (fig. 18). En primer lugar se sitúa Estados Unidos (112 trabajos firmados en colaboración), seguido por Italia (77), Francia e Inglaterra (60 trabajos con cada uno de ellos), Alemania (39), Suecia (25), Suiza (24), Países Bajos (17), Dinamarca y Bélgica (14 trabajos con cada uno de ellos), Canadá (12) y Hungría (10). Con Portugal, Finlandia, Austria, Japón, Grecia, Brasil, Escocia, Noruega y Australia, España ha colaborado en un número que oscila entre los 5 y los 9 trabajos, situándose las colaboraciones con los 29 países restantes por debajo de los 4 trabajos. En la figura 10 se aprecia la orientación marcadamente anglófona y centroeuropea de las colaboraciones establecidas.
Figura 18. Colaboración internacional en los trabajos sobre drogodependencias publicados en revistas españolas 1999-2004, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cinco. El grosor de los enlaces refleja la intensidad de la colaboración con los diferentes países.
Discusión
Entre las limitaciones de este estudio se encuentran:
-- El diseño y desarrollo de las bases de datos. En la base de datos IME no es posible determinar con precisión el tipo de artículo que se quiere recuperar, por lo que han sido analizados todos los documentos resultantes de la búsqueda realizada, sin tener en cuenta su tipología. No obstante, hay que señalar que no se suelen incluir en la base de datos editoriales y cartas al editor, pues se trata de trabajos que no contienen, por norma general, información resultante de las investigaciones. En la base de datos SCI sí que se ha limitado la búsqueda por tipo de documento, analizando únicamente los artículos de investigación. Otra de las limitaciones, en este caso común a ambas bases de datos, es que no existe una correspondencia entre autor y firma institucional, sino que estas últimas están referidas al conjunto de autores firmantes del trabajo sin discriminar qué autor hay que relacionar con cada una de las instituciones citadas en el caso de que se haya consignado más de una, lo que impide vincular el análisis de los autores con el de las instituciones, además de plantear otros problemas en relación con la normalización de los autores. Dado que uno de los objetivos del estudio era analizar el grado de colaboración interinstitucional, valorando más positivamente la cooperación internacional e interregional, se han primado éstas en el análisis del tipo de colaboración, contabilizando en un trabajo en el que concurran varios tipos de colaboraciones, por este orden, la existencia de colaboración internacional, la colaboración entre instituciones de diferentes comunidades autónomas, la colaboración entre diferentes instituciones pero dentro de la misma comunidad autónoma y, finalmente, ante la ausencia de las anteriores, la colaboración intrainstitucional. Por último, es importante resaltar el hecho de que se ha aplicado un perfil de búsqueda sobre todos los registros de las bases de datos y se ha supervisado posteriormente mediante un panel de expertos la pertinencia temática de los trabajos recuperados, con lo que es posible que se haya descartado algún trabajo relevante en relación con el tema objeto de estudio. Pese a que esto supone una limitación, se ha preferido aplicar esta metodología a realizar una selección a priori en función del título o temática de las revistas a estudiar, lo que habría dejado fuera del trabajo un gran número de estudios pertinentes, según se ha puesto de manifiesto en los resultados obtenidos, caracterizados por una gran dispersión de los documentos en revistas de carácter general o en revistas de otros campos de la biomedicina.
-- La normalización de los autores y de las instituciones. En relación con los autores, a pesar de la cuidada supervisión manual de la información bibliográfica manejada, en algunos casos ha sido imposible discriminar con una absoluta fiabilidad si se trataba del mismo o de diferentes autores, ya que el criterio seguido ante dos o más variantes de un mismo nombre y apellidos ha consistido en comprobar la coincidencia en los lugares de trabajo de las diferentes variantes y no existe, según se ha mencionado, una correspondencia unívoca autor-institución, aunque este criterio ha servido para solventar la gran mayoría de las dudas acerca de las distintas variantes onomásticas. En relación con la normalización de las firmas institucionales, no es infrecuente el caso de que en una misma firma se engloben dos o más instituciones. En estos casos se ha optado por duplicar estas firmas institucionales, a fin de no perder información sobre la institución consignada en segundo lugar, y que su productividad científica quede infravalorada en el estudio. El mismo criterio de duplicar las firmas se ha seguido en el caso de los institutos de investigación, en muchos casos dependientes administrativamente de una macroinstitución, con lo que se ha obtenido como resultado la existencia de una colaboración interinstitucional «ficticia» (como los casos del Instituto de Química Médica, del Instituto de Neurobiología Ramón y Cajal o del Institut d'Investigacions Químiques i Ambientals de Barcelona, adscritos todos ellos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas o el caso del Centro Nacional de Epidemiología, adscrito al Instituto de Salud Carlos III), si bien existen otros muchos casos de institutos mixtos como el Instituto de Bioquímica (Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Universidad Complutense de Madrid), el Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación López Piñero (Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Universidad de Valencia) o el Instituto de Neurociencias de Alicante (Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Universidad Miguel Hernández), con lo que es necesario duplicar las instituciones para recoger las dos macroinstituciones de la que dependen. Asimismo, de haber optado únicamente por adscribir los trabajos firmados por estos centros a sus respectivas macroinstituciones, se perdería la posibilidad de analizar la producción científica de los institutos de investigación, como organismos con sus propias políticas científicas, recursos y personal adscrito, aunque dependientes administrativa y jerárquicamente de macroinstituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o universidades.
-- Las características del estudio de coautorías. Los análisis basados en las referencias y las citas bibliográficas entre trabajos científicos gozan de una larga tradición en los estudios bibliométricos22. Sin embargo, los análisis de las coautorías con el fin de construir redes de autores han sido objeto de estudio más recientemente23 y aún no existen unos criterios uniformes para identificar comunidades o grupos de investigación dentro de las redes previamente construidas, lo que supone una dificultad de cara a la interpretación de los resultados obtenidos, especialmente en lo relativo a la comparación con estudios previos realizados aplicando otras metodologías24.
La metodología aplicada en este trabajo ha permitido identificar los autores y las instituciones más productivas y la composición de los clústeres de autores e instituciones de intensa colaboración en el área de la producción científica sobre drogodependencias en biomedicina en España a lo largo del período 1999-2004. La representación de las relaciones de coautoría ha permitido obtener una imagen estructural del campo y de sus conexiones intra e interdisciplinares que puede servir para la toma de decisiones tanto a los Organismos Públicos de Investigación (OPI) como a los coordinadores de las redes a la hora de disponer de información fiable sobre los grupos de investigación consolidados y sus miembros.
La identificación de las redes de coautoría en los trabajos científicos tiene una serie de ventajas: proporciona una información de gran valor para la comunidad, ya que ofrece a los profesionales noveles la posibilidad de integrarse en alguna de las redes identificadas e incrementar sus capacidades; a los investigadores más consolidados les permite ampliar su círculo de contactos científicos y participar de manera más amplia en foros de discusión e intercambio de ideas sobre temas de interés en sus correspondientes áreas; permite conocer el estado de la colaboración en todos sus niveles (regional, nacional e internacional) y los vínculos existentes entre los centros (qué centros colaboran entre sí, cuáles ocupan los lugares más centrales o destacados de la red y cuáles permanecen en la periferia), lo que constituye una información de gran valor para analizar el grado de eficiencia de los recursos destinados a la investigación; en definitiva, pueden contribuir a evitar el aislamiento científico que impera en buena parte de los investigadores, sobre todo en las comunidades con escaso desarrollo científico25.
Dos tercios de la producción científica española sobre drogodependencias durante el sexenio 1999-2004 se han publicado en revistas españolas, mientras que el tercio restante lo ha hecho en las extranjeras (fig. 19). Las revistas españolas con mayor número de artículos fueron de ámbito general y específicas de drogodependencias y psiquiatría. Cabe destacar que de las doce revistas con más de 30 artículos, cinco tienen actualmente factor de impacto en SCI-JCR (Medicina Clínica, Archivos de Bronconeumología, Revista Clínica Española, Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y Actas Españolas de Psiquiatría). En lo que se refiere a las revistas extranjeras, todas ellas con FI, predominan las incluidas en las áreas de abuso de sustancias, farmacología, neurología y psiquiatría.
Figura 19. Representación sobre mapamundi de la colaboración internacional en los trabajos sobre drogodependencias publicados en revistas extranjeras 1999-2004, aplicando un umbral o intensidad de colaboración mayor o igual a cinco. El grosor de los enlaces refleja la intensidad de la colaboración con los diferentes países.
La mayor parte de los parámetros de colaboración entre autores tiene valores más intensos en los artículos publicados en las revistas extranjeras. Así, mientras que el 81% de los artículos publicados en las revistas españolas están realizados en colaboración, en las revistas extranjeras esta característica está presente en casi todos los artículos (99%). Por su parte, el índice de colaborarción es de 3,7 en las revistas españolas frente a 6,1 de las extranjeras. Como patrón general, los autores más productivos suelen tener un índice de colaboración superior a la media, independientemente del tipo de revista en el que publiquen (nacional o extranjera). Un índice de colaboración similar, aunque algo inferior (3,24) ha sido encontrado en un reciente estudio acerca de la producción científica sobre alcohol y drogas en los países de la Unión Europea, analizada a partir de los trabajos indizados en la base de datos PsycINFO26.
Tanto en las revistas españolas como en las extranjeras, las principales coautorías suelen corresponder a autores de una misma especialidad y de un mismo centro, a pesar del importante componente multidisciplinar de las drogodependencias. Solamente se sale de esta tendencia la colaboración entre psiquiatras y psicólogos. Para un mismo umbral de colaboración, existen más clústeres en los artículos publicados en las revistas extranjeras que en las españolas.
En lo que respecta a la colaboración entre instituciones, cabe destacar que la productividad absoluta de las instituciones fue menor en las revistas españolas y suele tener como actores a los hospitales y otros centros asistenciales, mientras que en las extranjeras predominaron las universidades y los centros de investigación, ya sean multidisciplinares (como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto Municipal de Investigación Médica) o específicos de drogodependencias. Además, ha existido un mayor porcentaje de artículos realizados en colaboración entre instituciones que publicaron en revistas extranjeras que entre las que publicaron en revistas españolas. Paralelamente, el índice de colaboración entre instituciones que publicaron en revistas extranjeras también ha sido mayor que el de las instituciones que publicaron en revistas españolas (3 frente a 1,6). Para un mismo umbral de colaboración, se identificó un mayor número de clústeres diferentes en las revistas españolas que en las extrajeras (16 frente a 8, para un umbral de colaboración mayor de 3). Sin embargo, incluyeron más instituciones los clústeres de las revistas extranjeras que los de las españolas (84 frente a 61, para un umbral de colaboración mayor de 3). La colaboración entre las instituciones más productivas se ha establecido fundamentalmente entre centros de una misma provincia. En las revistas extranjeras merece destacarse los grupos pertenecientes a la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona. Las principales colaboraciones interregionales las estableció la Comunidad de Madrid con Cataluña, Castilla y León, País Vasco, Comunidad Valenciana y Andalucía.
La estructura de la red de enlaces entre las instituciones que desarrollan trabajos en drogodependencias ha mostrado que está más centralizada en las revistas extranjeras que en las españolas y que solamente un número reducido de instituciones están conectadas con un amplio número de centros. En el caso de las publicaciones en revistas españolas, los vínculos entre centros asistenciales y de investigación han sido casi inexistentes, lo que pone en evidencia la falta de integración y de cooperación entre la investigación clínica y la básica, algo constantemente comentado en las reuniones científicas del área27.
Los diferentes patrones de colaboración observados en este trabajo estarían relacionados con el sistema español de investigación, en el que la medicina clínica está relacionada con los centros sanitarios (hospitales y centros de salud de atención al drogodependiente), mientras que la básica se produce en mayor medida en universidades y centros de investigación28. A este respecto, Frame y Carpenter29 y posteriormente otros autores30 han observado que cuanto más básico es el campo, más internacional es la colaboración. Este aspecto corrobora los resultados obtenidos en el presente trabajo, donde la colaboración es mayor en las revistas extranjeras, pues son más internacionales. Los investigadores básicos tienden a colaborar más que los clínicos, por su necesidad de compartir equipos31.
Además de los aspectos abordados en el presente trabajo, debería profundizarse en el análisis de la producción científica de los grupos identificados, así como en su repercusión e impacto científico (medido a partir del número de citas recibidas), y en la calidad o excelencia científica de los trabajos que han publicado32. Además, dado el carácter dinámico de la ciencia y de los grupos de investigación, sería interesante observar su evolución temporal para ver si se incrementa el número de participantes, si permanece estable o, por el contrario, se extinguen y surgen nuevas coaliciones entre autores, instituciones o campos, así como analizar los «agujeros negros» de las redes, es decir, los autores o instituciones que permanecen en la periferia o aislados de la red33. El análisis de las redes también podría ampliarse a otras bases de datos internacionales y a establecer comparaciones con los patrones obtenidos con los de otras áreas de la ciencia.
Agradecimientos
El presente estudio se ha llevado a cabo gracias al apoyo de las siguientes instituciones: Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia, Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y el Programa I3P cofinanciado por el Fondo Social Europeo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Correspondencia:
J.C. VALDERRAMA ZURIÁN
Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación López Piñero.
Avda. Blasco Ibáñez, 15.
46010 Valencia. España.
Correo electrónico: Juan.Valderrama@uv.es
Recibido: 02.03.06
Aceptado para su publicación: 18.04.06