El artículo titulado «Papel de las imágenes en el diagnóstico y tratamiento intravascular de la disfunción eréctil por fuga venosa en un paciente joven» de los doctores Alfonso Spath Spath, Fernando Meléndez Negrette y Jaime Fandiño Romero, amerita un comentario editorial. Según la historia, trata de un paciente de 21 años que tiene una disfunción eréctil «de varios años de evolución», sin otros datos clínicos. En estos pacientes es importante precisar si se trata de una disfunción primaria o de una disfunción secundaria no estándar (es decir, que siendo secundaria comenzó antes de los 40 años). Teniendo en cuenta la edad del paciente, la primera posibilidad diagnóstica es una fuga venosa de la vena dorsal profunda que suele ser un problema congénito con diversas teorías que intentan explicarla1–3.
Ni la ecografía Dopler del pene, ni la cavernosografía realizadas a este paciente anotan la existencia de fuga en localización dorsal. Sin embargo, el resultado de la cavernosografía que documentó una «fuga venosa periprostática de predominio derecho». Como puede observarse claramente en el esquema de la figura 1, los escapes periprostáticos suelen estar originados en una incompetencia de la vena dorsal profunda, por ser este el sitio de drenaje natural. Esto genera una discusión que no es de poca monta. En las revistas de radiología hay un notable entusiasmo por realizar procedimientos de embolización del plexo periprostático utilizando diferentes materiales y vías; un tratamiento vigente en el que se deben tener en cuenta, sin embargo, factores de costo-beneficio y riesgo de complicaciones4–8.
En urología el tratamiento estándar de este tipo de fugas es de vieja data, la ligadura venosa (fig. 2), procedimiento ambulatorio, muy buena relación costo-beneficio, de buenos resultados clínicos en los pacientes adecuados y que incluso puede ser realizado con anestesia local9–12.
En pacientes con cavernosografías que muestran fugas masivas hacia venas periprostáticas se ha propuesto un novedoso abordaje laparoscópico extraperitoneal, semejante en puertos al de la prostatectomía radical, para hacer una ligadura directa sobre el plexo de Santorini que es fácilmente accesible. El Hospital Pablo Tobón Uribe está montando un protocolo con este fin.
Interesante revisar el abordaje que le aportan 2 especialidades a un tema de la medicina sexual (Cavernosal veno-occlusive dysfunction [CVOD]) que todos los días tiene nuevas visiones, cuya resolución redundará en un mejor manejo de los pacientes.