Después de una larguísima travesía por el desierto, en lo que a proyección internacional se refiere, Endocrinología y Nutrición finalmente ha sido aceptada en MEDLINE, lo que viene a colmar nuestra vieja aspiración y es el inicio de una nueva etapa. Todo ello ha seguido un proceso largo y difícil, conocido por todos nosotros a través de la información que se proporciona a los socios, sobre todo en el congreso anual de nuestra sociedad, así como a través de algún comentario editorial1. Dentro del mencionado proceso se han realizado múltiples planes, se ha dudado de la Revista como proyecto de futuro, dada la situación actual de las revistas situadas en los índices y bases de datos internacionales, así como de su verdadera razón de ser. Crónicamente los informes sobre la Revista han constituido una lista de proyectos inacabados, ilusiones frustradas, lamentos por su situación de aislamiento, etc., pero todo ello sin menoscabo del significado tanto científico como sentimental que la Revista comportaba para los socios. No en vano es el órgano de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y muchos socios así la perciben, pero no de forma testimonial, sino como un verdadero instrumento de comunicación cercano y querido.
La trayectoria seguida ha estado llena de escollos y llegar hasta aquí ha sido el fruto del esfuerzo tanto de muchos socios y colaboradores que han aportado sus contribuciones como de diferentes miembros que han pertenecido sucesivamente al Comité Editorial de la Revista. Las últimas dos presentaciones de la Revista al Comité de expertos que decide su idoneidad para entrar en MEDLINE son recientes y casi seguidas, dado que en la primera de ellas quedó bien clasificada pero con algunas carencias, lo que nos permitió volver a optar a un nuevo examen en un plazo más corto. Tanto para una como para otra presentación, los primeros cambios que realizamos fueron modificar y adecuar el formato, dándole el de las revistas internacionales y así ampliamos e internacionalizamos el Comité Asesor, los resúmenes se estructuraron, las normas de publicación se adecuaron, dando la importancia que merece a los aspectos éticos tanto en estudios en humanos como en los experimentos con animales, etc., y además se intensificó una campaña de difusión acerca de la importancia y el interés que para el futuro podría tener la Revista en MEDLINE; incluso —como éramos conscientes del gran número de consultas y visitas que recibía la página web de la Revista, especialmente desde Latinoamérica— intentamos que pudiese llegar a ser el órgano de expresión de esa vasta región; el esfuerzo fue infructuoso por las dificultades inherentes al proyecto mayúsculo que nos habíamos planteado, así como a la heterogeneidad de países, intereses, etc. Tras la primera evaluación, quedó claro que la Revista era candidata a un nuevo examen, y en el informe escueto que nos enviaron se observaron las carencias que comentábamos, especialmente la falta de artículos de investigación básica, artículos de interés multidisciplinario (p. ej., para médicos de familia, de medicina interna, endocrinólogos pediátricos, enfermería y otros) y artículos sobre enfermedades o situaciones propias de nuestro país, como es el caso de la deficiencia de yodo y algunas otras. Entre tanto, Doyma pasó a ser Elsevier Doyma, lo que supuso estar dentro del grupo editorial internacional que más revistas proporciona a MEDLINE, por una parte, y por otra a modificar todo el proceso editorial con el de Elsevier Editorial System, tanto para los que envían artículos como para los que actúan como revisores dentro del proceso y para el propio Comite Editorial, que ha visto cómo su labor es más fácil, eficiente y ordenada. Todo ello llevó también a crear una revista con un formato actual y homologable formalmente a las revistas internacionales.
El último acto tuvo lugar tras la decisión de volver a presentar la Revista para su nueva evaluación y se realizó de acuerdo con la Junta Directiva de la SEEN tras una reunión conjunta en la que se llegó a una serie de compromisos de colaboración y de apoyo decididos al intento, así como de conexiones con miembros de la SEEN científicamente muy activos. Hay que considerar que la evaluación dura un año y acabó en junio pasado, lo que comportó un número importante de contribuciones y de calidad contrastada. La respuesta final a esta demanda no fue la esperada, lo que supuso un sobreesfuerzo para el Comité Editorial, buscando originales, ideando soluciones para cubrir nuestras limitaciones, ya que el tiempo corría inexorablemente y se acercaba la evaluación. Nos salvó una "inmensa minoría" de socios y colaboradores que mantuvieron la fe íntegra en el proyecto y contibuyeron a él. El resultado final podemos decir que es merecido tanto para nuestra sociedad, que tiene un peso específico considerable en todas las áreas de capacitación que la conforman pero a la que le faltaba la Revista, como para el propio Comité Editorial ya que, sin querer pecar de inmodestia, ha debido realizar un esfuerzo considerable y a la vez exitoso.
Deseamos que el resultado obtenido sea en beneficio de todos, de los socios y de la SEEN, y que a partir de ahora las contribuciones a la Revista aumenten, así como las referencias bibliográficas dirigidas a artículos de la Revista en otros publicados por nuestros socios en revistas que estén incluidas en MEDLINE. Todo esto nos permitirá presentarla al Science Citation Index (ISI) en un futuro próximo, lo que nos llevará a que además posea “factor de impacto”.
En suma, estamos en un gran momento tanto para nuestra sociedad como para nuestra Revista, lo que inevitablemente llevará a ésta a éxitos ulteriores, y creemos, por lo tanto, que todo ello será la base de su normalización definitiva como órgano de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.
