En primer lugar se renovó el Comité Editorial tanto en sus miembros como en su estructura. Para modernizarlo y tratar de hacerlo más eficiente, lo primero que se llevó a cabo fue nombrar un grupo de «editores de sección» que estuviesen a cargo de cada una de las subespecialidades de la cardiología. La idea, aunque atractiva, no funcionó debido a que algunas áreas tenían una sobrecarga de trabajo y otras prácticamente no recibían artículos. Debido a esta disparidad, hubo necesidad de conformar entonces un grupo de «editores asociados» entre los cuales se pudiese dividir la labor editorial de manera más equitativa. Esta iniciativa sí prosperó y se logró así conjuntar un excelente grupo de colaboradores a los que quiero expresar mi agradecimiento por su apoyo incondicional en mi gestión. En mi opinión el Comité Editorial debe estar constituido por un grupo selecto de médicos e investigadores que apoye en las tareas fundamentales de la revista, que se encargue de la revisión de los manuscritos y que aporte ideas innovadoras. En todo esto conté con el apoyo de mi equipo de editores asociados. Para afianzar aún más nuestro Comité Editorial, se constituyó un Consejo Consultivo con un grupo de reconocidos investigadores que aportan a nuestra revista su experiencia en la labor editorial. Son gente de muy alto nivel y cuyo prestigio internacional realza la labor que hacemos en la revista. Desafortunadamente, uno de ellos, el Dr. Ignacio Chávez Rivera, falleció hace 2 años. De los demás, Dr. Fernando Alfonso, Dr. Mario Delmar, Dr. Valentín Fuster y Dr. José Jalife, espero que sigan colaborando con el nuevo Editor en Jefe para que nos señalen el camino hacia dónde dirigir la revista, que nos ayuden a visualizar los obstáculos que enfrentamos y que aporten sus ideas para mejorar la revista.

Durante este período se hizo un gran esfuerzo por disminuir los tiempos de revisión y aceptación de manuscritos, tarea muy difícil debido a que en ello intervienen múltiples variables humanas, desde los editores asociados y los revisores hasta los propios autores. Gracias al esfuerzo de todos ellos se ha logrado reducir dichos tiempos pero estos todavía se pueden mejorar aún más. Para ello resulta indispensable la participación tanto de los editores asociados como de nuestro prestigioso equipo de revisores quienes son finalmente los responsables de los tiempos de publicación a través de la entrega puntual de sus comentarios y sugerencias. Quiero exhortar a todos ellos a continuar con este compromiso.

La implementación del sistema electrónico de manuscritos (EES por las siglas en inglés de Elsevier Electronic System) también fue una tarea importante que nos tocó llevar a cabo durante este período y representó una ruptura paradigmática al terminar con la práctica de toda la vida de los autores de la revista de enviar directamente los trabajos en forma impresa (para el anecdotario se puede decir que incluso había autores acostumbrados a llevar personalmente sus manuscritos a las oficinas de la revista). Como es habitual que ocurra en estos casos, hubo mucha oposición al cambio por parte de aquellos habituados al sistema tradicional pero puedo decir que finalmente ya se venció la resistencia y ahora casi todos nuestros autores envían su trabajo en forma electrónica (aunque no dejan de quejarse por ello, lo cual es condición humana y la entiendo como tal) siendo excepcional quien pide que se le exima de esta responsabilidad. Porque al final del día, el hecho de que sea el propio autor el encargado de subir su trabajo al sistema no es por otra razón más que para hacerlo responsable de lo que está enviando. Así de sencillo de explicar pero a la vez así de difícil de entender.

Es así que gracias a nuestra alianza con Elsevier, Archivos cuenta con el mismo sistema de gestión electrónica de manuscritos que utilizan revistas como American Journal of Cardiology, Revista Española de Cardiología y Heart Rhythm. Con él se disminuye la posibilidad de errores debido a que se maneja desde un principio toda la información en formato digital, permite el envío de manuscritos desde cualquier parte del mundo y también permite llevar un mejor control del proceso editorial. Además, esto facilita que autores acostumbrados a publicar en otras revistas del grupo Elsevier conozcan de antemano el sistema de Archivos de Cardiología de méxico. También le da la posibilidad al mismo autor de supervisar la labor editorial (actualmente todo autor puede revisar y hacer el seguimiento personalmente del estado de su manuscrito en línea), detectar cuando esta parece detenerse y disparar las señales de alerta correspondientes. Esta retroalimentación es básica para el mejor flujo de la labor editorial.

Con la ayuda de Elsevier hemos logrado implementar varias herramientas tecnológicas que ayudan en la labor editorial pero que también servirán para aumentar la calidad de las publicaciones de Archivos. Una de ellas es el sistema denominado «find reviewers» que permite al editor o editor asociado buscar revisores de acuerdo al título del trabajo. La lista de revisores posibles se basa en lo que hayan publicado sobre el tema en cuestión y se puede ordenar por país; de esta manera hemos conseguido ampliar en forma importante nuestra base de revisores para la revista. Otra herramienta de reciente adquisición es «eXtyles» (Inera Inc.) (fig. 1) la cual agrega 2 funciones clave al proceso editorial del manejo de las referencias. La primera es que permite validar la bibliografía de cada manuscrito enviado para posible publicación. De esta manera, desde que se forma el archivo PDF por el autor, el sistema revisa en forma automática cada una de las referencias incluidas por el autor (fig. 2). El sistema detecta si la referencia existe o no en las principales bases de datos bibliográficas y, en caso de que aparezca, es capaz de identificar si está descrita en forma correcta o incorrecta. La automatización de esta labor sin duda ayudará a evitar errores en las referencias. La segunda función permite a los revisores ir directamente al artículo citado a través del sistema «CrossRef» (Publishers International Linking Association, Inc.) (fig. 1). De esta manera, el revisor puede chequear todos y cada uno de los artículos que cite el autor y así validar que se trata de una referencia pertinente. Con todos estos avances Archivos se encuentra a la vanguardia en tecnología editorial.

Figura 1.

Resultados de la herramienta CrossRef.

(0.48MB).

Figura 2.

Revisión de referencias bibliográficas.

(0.1MB).

En este período se aumentó considerablemente tanto el número de artículos publicados directamente en inglés como el número de autores cuya residencia se encuentra fuera de la República Mexicana. En la tabla 1 se puede ver la lista de los 10 países que más publicaron en Archivos en el período del 2011 al 2013, en orden decreciente. Me enorgullece que hubo incluso un número en donde todos los artículos de investigación original publicados provenían de autores del extranjero. Este es un gran logro porque significa que la revista vuelve a ser reconocida fuera de nuestro país y que resulta nuevamente de interés para los colegas que se encuentran más allá de nuestras fronteras. Es conveniente que todo el Comité Editorial continúe con la labor de contactar y convencer a los investigadores extranjeros de publicar en Archivos para mantener este ritmo.

Para aumentar la visibilidad de Archivos tenemos 2 plataformas donde se pueden consultar las publicaciones a texto completo del 2009 hasta la fecha, una institucional y una alojada en la página web de Elsevier España. Ambas fueron modernizadas recientemente para que tuviesen una presentación más agradable y fácil para cualquiera que desee consultar los artículos de nuestra revista. Aunque la actualización de la página de Elsevier no fue mi responsabilidad, estoy especialmente orgulloso de la modernización de la página institucional que sí corrió a mi cargo; espero les agrade cuando la visiten (archivos-cardiologia.org.mx). Un avance importante en relación con los sitios web: desde el número 3 del 2012 se cuenta con un enlace a texto completo («full text link») en la página web de PubMed/MEDLINE para todos los artículos que se publican en la revista. De esta manera, con un solo clic se puede acceder al texto completo en PDF de las publicaciones de la revista alojadas en la página web de Elsevier España. Esto sin duda ayudará a aumentar la descarga de los archivos originales y con ello, esperamos, a incrementar la visibilidad de Archivos.

Cuando llegué a la revista en el 2009 hice la siguiente pregunta: «¿Por qué publicamos este material?» y recibí por respuesta: «porque es lo único que recibimos». Esta contestación implicaba que no teníamos muchas opciones; se enviaban pocos trabajos, así que había que publicar la mayoría, casi sin poder seleccionar o elegir entre ellos. Gracias a la ardua tarea que nos impusimos desde el Comité Editorial, logramos ir mejorando nuestra revista para que recibiera más y mejores trabajos. Como mencioné, la difusión de este trabajo dio frutos ya que cada vez se reciben más trabajos del extranjero. De esta manera Archivos ha logrado una de las metas más importantes para poder aspirar al factor de impacto y que es aumentar nuestro índice de rechazo que ya es del 28%. Según las recomendaciones de Thomson-Reuters, la compañía encargada de proporcionar el factor de impacto, las revistas con alto impacto generalmente tienen un índice de rechazo mayor del 30%.

Aunque Archivos no está indexada en Journal Citation Reports (JCR) y por ello no tiene como tal un factor de impacto, Elsevier realiza estudios bibliométricos de todas sus revistas y nos proporciona un factor de impacto «virtual». Elsevier conoce los datos que se necesitan para calcular el «factor de impacto» y con ello nos indica que si estuviésemos en el JCR tendríamos un factor de impacto de 0.389 (tabla 2). La mejor manera de entender este resultado es ponerla en el contexto de otras revistas mexicanas que sí tienen factor de impacto. Así, Gaceta Médica de México tiene un factor de impacto de 0.22 y Revista de Investigación Clínica de 0.443.

Es interesante conocer otros datos bibliométricos proporcionados por Elsevier como, por ejemplo, las 10 revistas que más citan a Archivos (tabla 3) y que muestra que los artículos publicados en Archivos son citados no solo en revistas de habla hispana sino en muchas que se publican en idioma inglés.

Gracias al esfuerzo de todo el equipo secretarial de la revista hemos logrado mantener a Archivos como revista de excelencia dentro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Quiero agradecer por ello a mis asistentes, Susana Baez, Diana Krystel García, Yolanda Bautista y Mónica Torres que me apoyaron en esta labor durante mi gestión. Un agradecimiento especial a Rebeca Roldán que se echó a cuestas la ardua labor de corrección de estilo durante casi toda mi gestión. En su lugar nos está ayudando de manera muy profesional el Dr. Pablo Faudrin. De esta manera, el CONACyT reconoce que nuestra revista es de excelencia y coloca a Archivos en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica. Debemos sentirnos orgullosos de este hecho y debemos difundirlo entre la comunidad médica y científica puesto que no es un logro menor, actualmente solo hay 3 revistas de Medicina en dicho Índice (las otras 2 son Annals of Hepatology y Salud Pública de México). Para aquellos investigadores mexicanos que utilizan como argumento para no publicar en Archivos el mito de que nuestra revista no tiene ningún valor en la evaluación del Sistema Nacional de Investigadores les tengo una noticia. En el marco legal del Área III (Medicina y Ciencias de la Salud) del Sistema Nacional de Investigadores, en el apartado ii.a se establece: «a. El dictamen se basa, en primer término, en la evaluación de la productividad del período, con particular atención a las publicaciones presentadas, de acuerdo con los criterios de impacto y calidad listados más adelante. Se considera también el papel del investigador en la autoría (primer autor, autor intermedio, autor correspondiente), así como la cronología de las publicaciones en el período.» (El subrayado es mío). Y luego en el apartado 3.1 («Productos de investigación y desarrollo tecnológico») se aclara lo siguiente: «1) Se consideran como productos de investigación los artículos científicos originales publicados en revistas que están incluidas en el Journal Citation Reports, en sus 2 versiones (Sciences y Social Sciences). A juicio de la Comisión se podrá considerar la producción adicional de artículos originales de investigación publicados en otras revistas científicas de circulación periódica con comité editorial, como las incluidas en el Índice de Revistas Científicas y Tecnológicas del CONACyT, así como las revistas publicadas exclusivamente en línea.» (Nuevamente, el subrayado es mío). Así que, queda claro que, por pertenecer Archivos a dicho Índice, sí tiene un valor para aquellos investigadores que pertenezcan o quieran pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores.

Gracias al apoyo de la Fundación Mexicana del Corazón hemos logrado establecer el premio al mejor artículo de investigación original publicado en nuestra revista durante 2 años consecutivos1. Este año se hicieron modificaciones pertinentes a la convocatoria para hacerlo todavía más atractivo para los investigadores básicos. Estoy convencido de que este puede ser un estímulo importante para conseguir mejores trabajos para nuestra revista por lo que se debe difundir su existencia entre toda la comunidad científica.

Al inicio de mi período como Editor en Jefe tuvo lugar la conformación de la «Red de Revistas Cardiovasculares Iberoamericanas», una iniciativa de la Revista Española de Cardiología liderada por el Dr. Fernando Alfonso, en aquel entonces Editor en Jefe de la Revista Española de Cardiología2. Gracias a la participación de Archivos en dicha red se logró una mayor difusión de nuestra revista en el resto de los países de nuestro continente. Posteriormente, y gracias a que Archivos es la revista oficial de la Sociedad Mexicana de Cardiología y a que esta firmó con convenio de colaboración con la Sociedad Europea de Cardiología, Archivos fue incluida en la Red de Editores de la Sociedad Europea de Cardiología con lo cual se consiguió tener una participación activa con nuestros colegas europeos. Gracias a esta colaboración se consiguieron varias publicaciones secundarias en Archivos provenientes de la revista inglesa Heart. Estoy seguro de que con el tiempo esta colaboración madurará y traerá todavía más beneficios para nuestra revista.

SciELO Citation Index es una novedosa estrategia liderada por la Scientific Electronic Library Online (SciELO) en asociación con Thomson-Reuters, la compañía que, como ya había mencionado, publica todos los años el JCR que es el listado de las revistas que tienen factor de impacto. Este nuevo índice estará conformado por la información bibliográfica de 651 revistas provenientes de las colecciones de la red SciELO3. La red SciELO está formada por más de 1,150 revistas contenidas en las colecciones nacionales de los 15 países que constituyen la red. Para ser incluidos en dicho índice hemos alineado la producción editorial de Elsevier con los requerimientos de SciELO México, y gracias a eso, a partir de octubre 2014 Archivos ha sido incluida en el SciELO Citation Index. Estoy seguro de que este hecho contribuirá a aumentar la visibilidad de Archivos y en un futuro podrá servir de referencia para Thomson-Reuters para cuando se lleve a cabo la aplicación al JCR.

Para la consecución del factor de impacto he diseñado un plan estratégico que ha sido presentado ante las autoridades correspondientes, tanto del Instituto Nacional de Cardiología como de la Sociedad Mexicana de Cardiología4. Uno de los puntos más importantes de dicho plan es la necesidad de la traducción de la revista en forma integral al inglés (tal como hacen la Revista Española de Cardiología o los Arquivos Brasileiros de Cardiologia) para aumentar su visibilidad entre los autores cuya lengua nativa no sea el español. Se han establecido múltiples conversaciones con los dirigentes del Instituto Nacional de Cardiología y de la Sociedad Mexicana de Cardiología para conseguir los recursos económicos necesarios y las cosas van por buen camino; estoy convencido de que con el apoyo de estas instituciones se logrará concretar este objetivo en un futuro cercano. No puedo dejar de mencionar que existen muchas críticas al factor de impacto y que incluso parece haber una corriente nueva que aboga por derogar su uso para la calificación (y por lo tanto la asignación de recursos) de autores o investigadores5.

Espero que toda la labor que se ha hecho por mis antecesores y la que vendrá después de mí sirva para volver a colocar a Archivos en su justo lugar dentro del contexto internacional de las revistas cardiovasculares. Es importante recordar que tenemos una obligación histórica debido a que se trata de la tercera revista más antigua en cardiología aún en publicación, solo después de Archives des Maladies du Coeur et des Vaisseaux et du Sang (fundada en 1908 y que ahora se publica únicamente en inglés bajo el nombre de Archives of Cardiovascular Diseases) y del American Heart Journal (fundada en 1925 por la American Heart Association). Como nota al margen me gustaría señalar que Heart, fundada en 1909 por Sir Thomas Lewis, cambió su nombre a Clinical Science desde 1933 (se sigue publicando por la Biochemical Society), la actual revista Heart en realidad proviene del British Heart Journal que se fundó en 19396. Debe ser nuestra meta perseverar en tener una revista de excelencia ya que gracias a este esfuerzo y como resultado del mismo estoy convencido de que se podrá conseguir ingresar en el JCR de Thomson-Reuters, antes ISI-Thomson. Es mi mayor deseo que se cumpla el objetivo de nuestro Director General, el Dr. Marco A. Martínez Ríos, de conseguir este tan anhelado factor de impacto. Aprovecho para agradecerle al Dr. Martínez Ríos el apoyo incondicional que me brindó y quiero despedir este editorial agradeciendo a mi familia por el tiempo que les robé durante mi gestión como Editor en Jefe.