metricas
covid
Buscar en
Atención Primaria
Toda la web
Inicio Atención Primaria Detección precoz de conductas adictivas en atención primaria: utilización del...
Información de la revista
Vol. 41. Núm. 1.
Páginas 25-32 (enero 2009)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
10754
Vol. 41. Núm. 1.
Páginas 25-32 (enero 2009)
ORIGINAL
Acceso a texto completo
Detección precoz de conductas adictivas en atención primaria: utilización del MULTICAGE CAD-4
Early Detection of Addictive Behaviour in Primary Health Care. Use of MULTICAGE CAD-4
Visitas
10754
M. Teresa Rodríguez Monjea,
Autor para correspondencia
maitelias@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, Eduardo J. Pedrero Pérezb, Mercedes Fernández Giróna, Fernando Gallardo Alonsoa, Teresa Sanz Cuestac
a Centro de Salud M, Ángeles López Gómez, Área 9 de Madrid, Salud Madrid, Leganés, Madrid, España
b Centro de Atención a Drogodependencias, CAD 4. San Blas, Instituto de Adicciones, Madrid Salud, Ayuntamiento de Madrid, Madrid, España
c Técnico de Salud, Área 9, Servicio Madrileño de Salud, Leganés, Madrid, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (3)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (4)
Tabla 1. Prevalencias de conductas adictivas encontradas en la literatura
Tabla 2. Distribución de los sujetos estudiados según edad y sexo
Tabla 3. Frecuencia de sujetos con puntuación criterio para el total y según grupos de edad
Tabla 4. Coeficiente de correlación de Spearman entre las distintas escalas de conductas adictivas
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Objetivo

conocer las frecuencias de determinados trastornos de control de los impulsos con riesgo adictivo en la población consultante en atención primaria.

Diseño

estudio descriptivo transversal.

Emplazamiento

centro de salud urbano del Área 9 del Servicio Madrileño de Salud.

Participantes

457 pacientes que acudieron a consultas de atención primaria (AP) seleccionados mediante muestreo consecutivo.

Mediciones principales

autocumplimentación de la encuesta MULTICAGE-CAD4 (que mide ocho escalas correspondientes a los comportamientos de riesgo que se estudian).

Resultados

el 46,4% tenía al menos una de las escalas alterada. Mostró comportamiento de riesgo en la escala del alcohol el 17,3% (13,7-20,9) y en la de otras drogas, el 9% (6,2-11,7); en el juego, el 4,4% (2,4-6,4); en la de internet, el 9,4% (6,6-12,2) y en los videojuegos, el 4,8% (2,7-6,9); en la conducta alimentaria, el 18,8% (15,1-22,5); en el gasto compulsivo, el 16% (12,5-19,4) y en el sexo compulsivo, el 5,5% (3,3-7,7). Las escalas de alcohol, ludopatía y adicción al sexo están más frecuentemente alteradas entre los varones y los trastornos de la alimentación más entre las mujeres.

Conclusiones

los comportamientos de riesgo adictivo son frecuentes en la población consultante; casi la mitad de la muestra tiene puntuaciones con criterio para estimar como problemática al menos una de las conductas exploradas. Las conductas de riesgo más frecuentes fueron los trastornos de la alimentación, el consumo de alcohol y el gasto compulsivo. Entre los jóvenes menores de 25 años, el gasto compulsivo y el abuso de internet.

Palabras clave:
Trastornos del control de los impulsos
Comportamientos adictivos
Cuestionario
Detección precoz
Atención primaria
Abstract
Objective

To find out the frequency of specific disorders within the general population using primary healthcare relating to the control of impulses with addictive risk.

Design

A cross-sectional descriptive study.

Location

Urban health centre, Area 9 of the Madrid Health Service (Spain).

Participants

A total of 457 patients who came to primary care (PA) were selected by consecutive sampling.

Method

Self-completion of the MULTICAGE-CAD4 survey (which measure eight scales for the risky behaviour being studied).

Results

There was a risk in at least one of the scales in 46.4% of the sample, of which 17.3% (13.7-20.9) showed risky behaviour on the alcohol scale; 9% (6.2-11.7) for other drugs; 4.4% (2.4-6.4) for gambling; 9.4% (6.6-12.2) for addiction to the Internet; 4.8% (2.7-6.7) for addiction to videogames; 18.8% (15.1-22.5) for eating disorders; 16% (12.5-19.4) for compulsive shopping and 5.5% (3.3-7.7) for addiction to sex. The occurrence of addiction to alcohol, gambling and sex were higher for men, while eating disorders were more prevalent in women.

Conclusions

We are facing a widespread set of problems related to addictions that are often hidden; this study shows that these addictions can be detected within primary healthcare by effective screening tools such as MULTICAGE CAD-4, which is both economic, and easy to implement within primary healthcare centres.

Keywords:
Primary health care
Control of impulses
Risky behaviour
Survey
Early detection
Texto completo
Introducción

Muchas personas acuden a las consultas de atención primaria (AP) por estados depresivos recurrentes, que motivan elevadas tasas de absentismo laboral, mala calidad de vida e importantes repercusiones en su ambiente familiar y social. Detrás de estos estados, en muchas ocasiones, se ocultan hábitos de índole adictiva, como consumo de sustancias (alcohol u otras drogas), juego patológico u otros, menos estudiados, como el uso compulsivo de internet y videojuegos, el gasto o el sexo compulsivos. Estos comportamientos potencialmente perjudiciales pueden pasar inadvertidos tras una imagen social de «normalidad».

Por otro lado, los trastornos del control de los impulsos se relacionan con el desarrollo de adicciones múltiples y no es rara la coexistencia con otros procesos psicopatológicos, fundamentalmente trastornos de la personalidad y del estado de ánimo1. La investigación indica que tratamientos dirigidos a una conducta no son tan efectivos como aquellos que son más amplios en su enfoque2.

La prevalencia de estas conductas no es bien conocida (salvo en juego patológico y adicción a sustancias) debido a la heterogeneidad de los diferentes estudios3–21 (tabla 1). Sólo hay criterios diagnósticos tipificados para los trastornos por abuso de sustancias (drogas y alcohol) y el juego patológico22; el trastorno por atracones se ha propuesto para su estudio en el DSM-IV-TR. No hay criterios consensuados para los que se relacionan con tecnologías emergentes en los últimos años (videojuegos o internet), aunque hay propuestas para su futura consideración como categoría clínica23.

Tabla 1.

Prevalencias de conductas adictivas encontradas en la literatura

Escala  Autor, año de publicación  Población  Instrumento  Resultados 
Alcohol  Martínez Vizcaíno et al3, 1992  n=499, pacientes > 18 años. CAP urbano. Cuenca  CAGE  6,7% (IC del 95%, 4,2–9,1); 13,63% V; 1,33% M 
  Álvarez et al4, 1994  n=2.500, población general, 14-70 años. Castilla-León  CAGE  5,4%; 14,3% V; 3,6% M 
  Escobar et al5, 1993  n=698, pacientes > 15 años. CAP Albacete  CAGE  17,18% (el 90% V) 
Ludopatía  Welte et al6, 2001  n=2.638, población general > 18 años. Estados Unidos  SOGS  1,9% 
  Becoña7, 1993  n=1.028, población > 16 años. Galicia  SOGS  1,36% juego patológico; 2,04% juego problema 
  Legarda et al8, 1992  n=598, población adulta. Ciudad de Sevilla  SOGS  1,67% juego patológico; 5,18% juego problema 
Drogas  Estudio EDADES9  n=13.906, población española, 15-64 años  Cuestionario con dos secciones: oral y escrita  Cannabis, 11,2%; cocaína, 3%; éxtasis, 1,2% 
Alimentación  Toro10, 2000  12-25 años, población general. Madrid, Zaragoza, Navarra  Criterios DSM-IV  4,5% 
  Luck et al11, 2002  Mujeres, 18-50 años. CAP Londres  SCOFF  3,8% 
Internet  Ha et al12, 2006  455 niños+836 adolescentes  Escala de Young  13,8% niños; 20,3% adolescentes 
  Leal Quiñones et al13  n=316, población universitaria de Cádiz  Escala de Young  3,1% 
  Petry14, 2006  n=1.414, adultos. Sala de espera de clínica médica y dental  SOGS+Short Form 12  2,8% jugadores regulares (65% patológicos) 
Videojuegos  Griffiths et al15, 1998  387 adolescentes, 12-16 años  Escala adaptada de los criterios para ludopatía del DSM-III-R  20% 
  Append16 2001  Población adulta de Álava  Cuestionario confeccionado y validado por la Fundación Bartolomé de Carranza de Pamplona  14,4% de población adulta; 37,2% de 18-29 años 
  Phillips et al17, 1995  429 chicos+387 chicas, 11-16 años. Reino Unido    5,7% patrones adictivos 
  Tejeiro Salguero et al18, 2002  n=223, 13-18 años. Granada y Algeciras  PVP  56% una vez/semana 
Gasto compulsivo  Koran et al19, 2006  n=2.513, población general adulta. Estados Unidos  CBS  5,8% (6% M y 5,5% V) 
  Faber et al20, 1992  Población general adulta. Estados UNidos  CBS  2–8% (80–95% M) 
Sexo  Schaffer et al21, 1990  Población general. Estados Unidos    5–6% 

CAP: centro de atención primaria; CBS: Compulsive Buying Scale; IC: intervalo de confianza; M: mujeres; PVP: Problem Video game Playing; SOGS: South Oaks Gambling Screen; V: varones.

Las actividades recomendadas sobre hábitos tóxicos por el programa de actividades preventivas de AP (PAPPS) se limitan al cribado del consumo de alcohol y tabaco cada dos años. Si se sospecha un consumo de alcohol excesivo, se valora la posible dependencia mediante el CAGE, test breve, con una alta sensibilidad, validado para la población española24 y ampliamente utilizado en AP.

Disponemos de encuestas para la detección de ludopatía (Cuestionario Breve de Juego Patológico25 y South Oaks Gambling Screen26), trastornos de la alimentación (Bulimic Investigatory Test Edinburgh27 y SCOFF, este último validado en España en el ámbito de la AP28), adicción a Internet29, consumo de drogas (Composite International Diagnostic Interview – Substance Abuse Module30), en su mayor parte, complejas y largas. Hay escalas útiles no estandarizadas para la detección de adicción a videojuegos (Problem Video-game Playing31), compras compulsivas (Compulsive Buying Scale14) o la adicción al sexo.

Por su aplicabilidad, se ha intentado reproducir el esquema del CAGE para la detección de otras conductas adictivas, como consumo de drogas32 o juego patológico33. Recientemente se ha desarrollado una encuesta, el MULTICAGE CAD-4, también basada en el esquema CAGE, cuyas propiedades psicométricas han resultado aceptables34, y que estudia ocho comportamientos de riesgo: abuso/dependencia de alcohol, juego patológico, adicción a sustancias, trastornos de la alimentación, adicción a internet, adicción a videojuegos, gasto compulsivo y adicción al sexo.

El objetivo principal de nuestro estudio es conocer las frecuencias de estas conductas en la población consultante en atención primaria. Los objetivos secundarios son comparar estas frecuencias según la edad y el sexo, y estudiar las correlaciones entre las distintas conductas problemáticas.

Material y métodoDiseño

Estudio descriptivo transversal en un centro de salud (CS) urbano del Área 9 del Servicio Madrileño de Salud. Se incluyó, por muestreo consecutivo, a todos los usuarios mayores de 14 años que acudían a consulta médica durante el período de noviembre de 2006 a febrero de 2007 y que aceptaban participar. El cuestionario, disponible en un espacio habilitado en la sala de espera, se autocumplimentaba de forma anónima.

Se calculó el tamaño muestral para una proporción esperada del 8% (obtenida en estudio piloto), seguridad del 95% y precisión del 2,5%; la muestra necesaria mínima fue 453 pacientes.

El MULTICAGE CAD-434 se cumplimenta en 1-3min, tiene una elevada fiabilidad (todas las subescalas presentan una alfa de Cronbach > 0,7) y validez (el análisis factorial muestra una solución de 8 componentes que explican el 63,8% de la variancia total del test). La sensibilidad diagnóstica también fue alta para las escalas en que se pudo estudiar: alcohol (92,4%) y otras drogas (heroína, 100%; cocaína, 94,1% y cannabis, 100%). Cada escala se compone de 4 ítems que se responden en forma dicotómica sí/no. En caso de dos o más respuestas afirmativas por escala, se considera puntuación criterio de comportamiento problema.

Se recogen las variables demográficas edad y sexo.

Estrategia de análisis

Se describen las variables cuantitativas mediante la media y el intervalo. Se calculan los intervalos de confianza del 95%. Para valorar la relación entre variables se ha utilizado la prueba de la χ2 de Pearson o el test exacto de Fisher en los casos que no se cumplían las condiciones de aplicación del primero. Para las correlaciones entre las distintas escalas se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman (esquema 1).

Esquema 1.

Esquema general del estudio Estudio descriptivo, transversal, de población atendida en un centro de salud para realizar una aproximación a la prevalencia de los trastornos del control de impulsos mediante el cuestionario MULTICAGE CAD-4.

(0.26MB).
Resultados

Se recogieron 461 cuestionarios, de los que 4 no se incluyeron por estar incompletos. De los 457 sujetos que cumplimentaron correctamente el cuestionario, el 38,1% eran varones y el 61,9%, mujeres, cuya media de edad fue de 46 (intervalo, 14-84) años y de 39 (intervalo, 14-90) años, respectivamente. En la tabla 2 se expone la distribución de los sujetos estudiados por edad y sexo.

Tabla 2.

Distribución de los sujetos estudiados según edad y sexo

Edad, años  Varones, n (%)  Mujeres, n (%)  Total, n (%) 
<18  3 (1,7)  4 (1,4)  7 (1,5) 
18–24  17 (9,8)  31 (11)  48 (10,5) 
25–34  31 (17,8)  89 (31,4)  120 (26,3) 
35–44  22 (12,6)  61 (21,6)  83 (18,2) 
45–54  36 (20,7)  52 (18,4)  88 (19,3) 
55–64  47 (27)  39 (13,8)  86 (18,8) 
>64  18 (10,3)  7 (2,5)  25 (5,5) 
Total  174 (100)  283 (100)  457 (100) 

El porcentaje de sujetos que presentan puntuaciones criterio para cada uno de los comportamientos problema se presenta en la tabla 3. En el 46,4% hay al menos una escala alterada y más de una en el 22,8%. Las conductas adictivas que presentan mayores frecuencias son los trastornos de la alimentación, el consumo de alcohol y el gasto compulsivo. En la misma tabla se describe la distribución de frecuencias por grupos de edad, con diferencias estadísticamente significativas para drogas, internet y gasto compulsivo.

Tabla 3.

Frecuencia de sujetos con puntuación criterio para el total y según grupos de edad

  TotalGrupos de edad (años), n (%)
  n (%)  IC del 95%  <25  25–34  35–44  45–54  >54   
Alcohol  79 (17,3)  13,7–20,9  11 (20)  19 (15,8)  12 (14,5)  13 (14,8)  24 (21,6)  0,597 
Juegos  20 (4,4)  2,4–6,4  3 (5,5)  2 (1,7)  2 (2,4)  7 (8)  6 (5,4)  0,199 
Drogas  41 (9)  6,2–11,7  11 (20)  14 (11,7)  3 (3,6)  9 (10,2)  4 (3,6)  0,003 
Alimentación  86 (18,8)  15,1–22,5  12 (21,8)  30 (25)  17 (20,5)  15 (17)  12 (10,8)  0,081 
Internet  43 (9,4)  6,6–12,2  16 (29,1)  14 (11,7)  4 (4,8)  8 (9,1)  1 (0,9)  <0,001 
Videojuegos  22 (4,8)  2,7–6,9  6 (10,9)  7 (5,8)  5 (6)  2 (2,3)  2 (1,8)  0,077 
Gasto  73 (16)  12,5–19,4  17 (30,9)  26 (21,7)  16 (19,3)  7 (8)  7 (6,3)  <0,001 
Sexo  25 (5,5)  3,3–7,7  5 (9,1)  6 (5)  3 (3,6)  3 (3,4)  8 (7,2)  0,498 
Al menos 1 escala alterada  212 (46,4)  41,7–51,1  40 (72,7)  57 (47,5)  37 (44,6)  38 (43,2)  40 (36)  <0,001 
2 o más escalas alteradas  104 (22,8)  18,8–26,7  22 (40)  33 (27,5)  16 (19,3)  16 (18,2)  17 (15,3)  0,003 

IC: intervalo de confianza.

Teniendo en cuenta el sexo, el comportamiento más frecuente en los varones es el consumo de alcohol y en las mujeres, los trastornos de la alimentación (fig. 1); son significativas las diferencias en las escalas de alcohol, ludopatía, adicción al sexo (más frecuentes entre los varones) y trastornos de la alimentación (más frecuentes en las mujeres).

Figura 1.

Frecuencia de alteración de las escalas de conductas adictivas según sexo.

(0.14MB).

La figura 2 muestra la distribución de la frecuencia de alteración de la escala de alcohol por edad y sexo. Las frecuencias son mayores para los varones en todos los grupos de edad. Las diferencias encontradas en los menores de 25 años y los mayores de 45 años han resultado estadísticamente significativas.

Figura 2.

Frecuencia de alteración de la escala de adicción al alcohol por edad y sexo.

(0.12MB).

Al analizar la correlación entre las distintas escalas, aunque muchos coeficientes resultaron significativos desde el punto de vista estadístico, su magnitud en la mayoría de los casos es baja (tabla 4). La relación más alta se encuentra entre internet/videojuegos, alcohol/drogas, alcohol/ludopatía, drogas/ludopatía y gasto compulsivo/trastornos de la alimentación.

Tabla 4.

Coeficiente de correlación de Spearman entre las distintas escalas de conductas adictivas

  Juegos  Drogas  Alimentación  Internet  Videojuegos  Gasto  Sexo 
Alcohol  0,38a  0,38a  0,28a  0,17b  0,20a  0,23b  0,23a 
Juegos    0,36a  0,14b  0,14a  0,19b  0,14a  0,21a 
Drogas      0,18a  0,15b  0,20a  0,25a  0,23a 
Alimentación        0,19a  0,14a  0,36a  0,21b 
Internet          0,48a  0,20a  0,18a 
Videojuegos            0,20a  0,18a 
Gasto              0,21a 
Sexo               
a

p<0,01.

b

p<0,05.

Discusión

En el presente trabajo se encuentra que las escalas más frecuentemente alteradas son la conducta alimentaria, el consumo de alcohol y el gasto compulsivo; así se aprecia que el 17,3% de la población encuestada presenta alteración en la escala del alcohol, tasa similar a la del estudio de Albacete, la más elevada de las encontradas en la literatura (17,2%)5. Ocurre en todos los grupos de edades en porcentajes elevados. Es más frecuente en varones, y es llamativo en que se dé en intervalos de edad extremos: hasta el 35% de los varones menores de 25 años y más del 32% de los mayores de 50 años.

Sorprende la alta prevalencia de trastornos de la alimentación (19%) en relación con otros estudios (4,5-3,8%)10,11 que además suelen limitarse a población en la que la prevalencia sería mayor (adolescentes y/o mujeres); esta elevada prevalencia ocurre en todos los intervalos de edad. Un estudio más pormenorizado reveló que el ítem 13 (provocación del vómito), más relacionado con anorexia-bulimia, es más frecuente en mujeres de 15 a 30 años, mientras que los ítems 14 y 16 (pérdida de control en la ingestión de la comida y obsesión por las dietas), que exploran culpabilidad, son más frecuentes en varones de mayor edad, lo que podría estar relacionado con la dificultad que experimentan estos sujetos para cumplir las dietas específicas del tratamiento de sus enfermedades crónicas; por lo tanto, no serían indicativos de un trastorno del control de los impulsos.

El hecho de que los comportamientos relacionados con internet y videojuegos sean menores que en otros trabajos (el 13,8% de los niños y el 20,3% de los adolescentes coreanos12, para internet, y entre el 20%15 y el 37%16, para los videojuegos) se justifica porque la mayoría de los estudios se realizan en jóvenes10–12,15, mientras que en nuestra muestra sólo el 1,8% es menor de 18 años. Además, la falta de criterios estandarizados para el estudio de estos comportamientos los hace poco comparables. No obstante, si analizamos a la población menor de 25 años, el abuso de internet mostró una frecuencia más cercana a los otros estudios (29%).

La prevalencia de gasto compulsivo es alta (16%) en comparación con los estudios identificados (hasta el 8%)19,20, realizados en Estados Unidos; no hemos encontrado estudios de ámbito español.

Casi la mitad de la muestra tiene puntuaciones criterio para estimar como problemática al menos una de las conductas exploradas.

Como conclusión, se ha realizado un estudio para explorar una serie de problemas que, aunque afectan de forma importante a la calidad de vida, son infradiagnosticados o difícilmente detectados al permanecer ocultos o ser considerados «normales». Quizá por este motivo, o por la relativa novedad de algunos de ellos, los pocos estudios que existen son muy heterogéneos. Hay que tener en cuenta que se ha estudiado a la población consultante, y que ésta podría no ser representativa de la población general en los aspectos estudiados. Los datos obtenidos en el presente trabajo parecen indicar que nos encontramos frente a una problemática frecuente, oculta y potencialmente abordable, que puede ser detectada mediante el MULTICAGE CAD-4, instrumento de cribado eficaz, económico, fácil y rápido de administrar, capaz de generar un proceso diagnóstico en la consulta médica o de enfermería de atención primaria, cuyos profesionales desempeñan un papel crucial en la detección de estos trastornos.

Tendría interés investigar si el consejo médico podría ayudar a la reconducción de estas conductas potencialmente disfuncionales en la misma medida que ocurre con el consumo de alcohol35. Son necesarios nuevos estudios para el conocimiento más ajustado de la prevalencia de estos problemas en la población general.

Lo conocido sobre el tema

  • En muchas de las consultas por cuadros depresivos subyacen problemas de índole adictivo (trastornos del control de impulsos).

  • De los trastornos del control de los impulsos, sólo hay criterios diagnósticos tipificados para los trastornos por abuso de sustancias (drogas y alcohol) y el juego patológico.

  • La prevalencia de este tipo de trastornos no es bien conocida, si exceptuamos aquellos que se encuentran tipificados por la heterogeneidad de los criterios en los estudios y la tendencia a ser ocultados.

Qué aporta este estudio

  • Se realiza una aproximación a las frecuencias de conducta de riesgo adictivo en población consultante en atención primaria.

  • Pone de manifiesto que nos encontramos frente a una problemática frecuente y oculta.

  • Presenta un instrumento para la detección de algunos de los trastornos del control de los impulsos (el cuestionario MULTICAGE CAD-4) aplicable desde la atención primaria por su facilidad de uso y brevedad.

Bibliografía
[1]
L. Erickson, C.A. Molina, G.T. Ladd, R.H. Pietrzak, N.M. Petry.
Problem and pathological gambling are associated with poorer mental and physical health in older adults.
Int J Eat Disord., 20 (2005), pp. 754-759
[2]
S. Pallanti, S. Bernardi, L. Quercioli.
The Shorter PROMIS Questionnaire and the Internet Addiction Scale in the assessment of multiple addictions in a high-school population: prevalence and related disability.
CNS Spectr., 11 (2006), pp. 966-974
[3]
V. Martínez Vizcaíno, Y. Jarabo Crespo, F. Salcedo Aguilar, J.F. Ordoño Domínguez, S. Santiago Pérez, D. Monreal Redondo.
Prevalencia de alcoholismo en la población atendida en un centro de salud urbano.
Aten Primaria., 10 (1992), pp. 872-874
[4]
F.J. Alvarez, M.C. Del Rio.
Screening for problem drinkers in a general population survey in Spain by use of the CAGE scale.
J Stud Alcohol., 55 (1994), pp. 471-474
[5]
F. Escobar, F. Espí, M. Canteras.
Problems related to alcohol consumption in primary health care: prevalence and clinical profile.
Fam Pract., 10 (1993), pp. 424-430
[6]
J. Welte, G. Barnes, W. Wieczorek, M.C. Tidwell, J. Parker.
Alcohol and gambling pathology among US adults: prevalence, demographic patterns and comorbidity.
J Stud Alcohol., 62 (2001), pp. 706-712
[7]
E. Becoña.
Prevalencia del juego patológico en Galicia mediante el NODS. ¿Descenso de la prevalencia o mejor evaluación del trastorno?.
Adicciones., 16 (2004), pp. 173-184
[8]
J.J. Legarda, R. Babio, J.M. Abreu.
Prevalence estimates of pathological gambling in Seville (Spain).
Br J Addict., 87 (1992), pp. 767-770
[9]
Reitox National Focal Point Estudio EDADES. New Development, Trends and in-depth information on selected issues. Spain. 2006 National Report (2005 data) to the EMCDDA (European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction) [citado 24 Nov 2007]. Disponible en: http://www.emcdda.europa.eu/?nnodeid=435.
[10]
J. Toro.
La epidemiología de los trastornos de la conducta alimentaria.
Med Clin (Barc)., 114 (2000), pp. 543-544
[11]
A.J. Luck, J.F. Morgan, F. Reid, A. O’Brien, J. Brunton, C. Price, et al.
The SCOFF questionnaire and clinical interview for eating disorders in general practice: comparative study.
BMJ., 325 (2002), pp. 755-756
[12]
J.H. Ha, H.J. Yoo, I.H. Cho, B. Chin, D. Shin, J.H. Kim.
Psychiatric comorbidity assessed in Korean children and adolescents who screen positive for Internet addiction.
J Clin Psychiatry., 67 (2006), pp. 821-826
[13]
Leal Quiñones A, Leal Quiñones F, Velázquez Martínez. Estudio piloto sobre uso normal y patológico de Internet en la población universitaria de Cádiz [citado 28 Nov 2007]. Disponible en: http://www.azajer.com/azajer-archivos/20020916174750349210/UCA.doc.
[14]
N.M. Petry.
Internet gambling: an emerging concern in family practice medicine?.
Family Practice., 23 (2006), pp. 421-426
[15]
M.D. Griffiths, N. Hunt.
Dependence on computer gamesby adolescents.
Psychol Rep., 82 (1998), pp. 475-480
[16]
Estudio sobre la prevalencia de la adicción al juego en Alava. Vitoria: Diputacion Foral. Para ASAJER (Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación); 2001. Disponible en: http://www.append.es/es/estudios.asp.
[17]
C. Phillips, S. Rolls, A. Rouse, M. Griffiths.
Home video game playing in schol: children. A study of incidence and patterns of play.
J Adolesc., 18 (1995), pp. 687-691
[18]
R. Tejeiro Salguero, R. Bersabé Morán.
Measuring problem video game playing in adolescents.
Adiction., 97 (2002), pp. 1601-1606
[19]
L.M. Koran, R.J. Faber, E. Aboujaoude, M.D. Large, R.T. Serpe.
Estimated prevalence of compulsive buying behavior in the United States.
Am J Psychiatry., 163 (2006), pp. 1670-1672
[20]
R.J. Faber, T.C. O’Guinn.
A clinical screener for compulsive buying.
J Consumer Res., 19 (1992), pp. 459-469
[21]
Schaffer SD, Zimmerman ML. The sexual addict: a challenge for the primary care provider. Nurse Pract. 1990;15: 25–6, 28, 33.
[22]
American Psychiatric Association. Diagnostic and Statiscal Manual of Mental Disorders (versión española). 4.a ed. Primary care version (DSM-IV-PC). Barcelona: Masson; 1997.
[23]
E.J. Pedrero.
Recursos de tratamiento en Internet para conductas adictivas.
Trastornos Adictivos., 4 (2002), pp. 69-82
[24]
A. Rodríguez-Martos, R. Navarro, C. Vecino, R. Pérez.
Validación de los cuestionarios KFA (CBA) y CAGE para diagnóstico del alcoholismo.
Drogalcohol., 11 (1986), pp. 132-139
[25]
J. Fernández, E. Echeburía, C. Báez.
El Cuestionario Breve de Juego Patológico (CBJP): un nuevo instrumento de “screening”.
Análisis y Modificación de Conducta., 21 (1995), pp. 211-223
[26]
H.R. Lesieur, S.B. Blume.
The South Oaks Gambling Screen (SOGS): A new instrument for the identification of pathological gamblers.
Am J Psichiatry., 144 (1987), pp. 1184-1188
[27]
M. Henderson, C.P. Freeman.
A self-rating scale for bulimia. The ‘BITE’.
Brit J Psychiat., 50 (1987), pp. 18-24
[28]
J. Garcia-Campayo, C. Sanz-Carrillo, J.A. Ibañez, S. Lou, V. Solano, M. Alda.
Validation of the Spanish version of the SCOFF questionnaire for screening of eating disorders in primary care.
J Psychosom Res., 59 (2005), pp. 51-58
[29]
K.S. Young.
Internet addiction: The emergence of a new clinical disorder.
Cyberpsychol Behav., 1 (1998), pp. 237-244
[30]
R. Brown, T. Leonard, L.A. Saundersand, O. Papasouliotis.
A Two-item conjoint screen for alcohol and other drug problems.
J Am Board Fam Pract., 14 (2001), pp. 95-106
[31]
R.A. Tejeiro Salguero, R.M. Morán.
Measuring problem video game playing in adolescents.
Addiction., 97 (2002), pp. 1601-1606
[32]
Brown RL. Identification and office management of alcohol and drug disorders. En: Fleming MF, Barry KL, editores. Addictive Disorders. San. Luis: Mosby; 1992. p. 28.
[33]
B. Bombín.
El tono menor de las adicciones.
Adicciones., 6 (1994), pp. 131-134
[34]
E. Pedrero Pérez, M.T. Rodríguez Monje, F. Gallardo Alonso, M. Fernández Girón, M. Pérez López, J. Chicharro Romero.
Validación de un instrumento para la detección de trastornos de control de impulsos y adicciones: el MULTICAGE CAD-4.
Trastornos Adictivos., 9 (2007), pp. 269-278
[35]
V. López-Marina, G. Pizarro Romero, R. Alcolea García, P. Beato Fernández, E. Galindo Montané, N. Montellà Jordana.
Evaluación del cribado y la efectividad de una intervención breve en bebedores de riesgo atendidos en consultas de atención primaria.
Aten Primaria., 36 (2005), pp. 261-268
Copyright © 2008. Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados
Descargar PDF
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos