Fomentar la imagen de marca de la especialidad y de la SEEN mediante difusión en redes sociales y profesionales, y uso de canales de comunicación que impliquen la incorporación de imágenes para llegar a la población más joven de forma fácil, como, por ejemplo, Youtube o Instagram, entre otras.

Potenciar la revista Endocrinología, Diabetes y Nutrición (EDN), incrementando su factor de impacto y posicionándola como una referencia de prestigio para las enfermedades vinculadas a la endocrinología, la diabetes, la obesidad y la nutrición.

Incrementar el protagonismo y la participación de los endocrinólogos en la asistencia e investigación de otras especialidades, como por ejemplo es el caso de la Psiconeuroendocrinología y la Oncoendocrinología, entre otras.

Realizar acciones a nivel de los responsables de gestión sanitaria para poner en valor y cuantificar el impacto de los servicios de Endocrinología y Nutrición en los hospitales.

Definir los requerimientos mínimos de datos que han de tener los sistemas de información para poder cuantificar con exactitud la actividad de interconsultas hospitalarias de forma facilitada, fomentando el significado trasversal de la especialidad en el medio hospitalario.

Establecer guías y protocolos de práctica clínica, así como publicar posicionamientos de la SEEN para organizar de forma eficiente la atención clínica de los pacientes, con una adecuada composición del equipo asistencial en cuanto al personal médico, de enfermería, auxiliar y de otros profesionales sanitarios disponibles en cada centro. Se han de definir claramente los procesos y procedimientos de trabajo y su impacto, así como los indicadores de calidad. Estos documentos de referencia deben servir de guía para los profesionales, tanto en lo que respecta a las características de los procedimientos a aplicar, como de respaldo institucional para que los servicios puedan alcanzar la dotación de personal y medios necesaria para desarrollar su función.

Conseguir mayor protagonismo y mostrar la idoneidad de los especialistas en Endocrinología y Nutrición para la aplicación de la cartera de servicios de la especialidad en el marco asistencial, docente y de gestión.

Potenciar el desarrollo profesional, docente y científico de los profesionales de enfermería, dietistas-nutricionistas y otros profesionales vinculados a los servicios de Endocrinología y Nutrición.

Integrar a especialistas en Endocrinología y Nutrición jubilados en actividades de la SEEN.

Para conseguir que los endocrinólogos tengan pleno acceso a las nuevas tecnologías médicas se requieren acciones que aseguren la formación de los mismos en la utilización y gestión de estas nuevas tecnologías.

Debe promoverse la formación de los especialistas en Endocrinología y Nutrición en las nuevas tecnologías de diagnóstico molecular y de diagnóstico por imagen, fomentado su uso eficiente y cotidiano.

Debe fomentarse el desarrollo de equipos multidisciplinares traslacionales clínico-básicos que lideren y se responsabilicen del desarrollo, la formación y la actualización de estas habilidades entre los miembros de la SEEN, así como la investigación traslacional en nuestra especialidad. Estas acciones mejorarán la formación de los especialistas, facilitando la participación en proyectos de alta calidad y la realización de tesis doctorales.

La SEEN debe responsabilizarse de acreditar la formación adecuada en estas nuevas tecnologías.

Debe desarrollarse el perfil de enfermería de apoyo, experta en nuevas tecnologías.

Debe darse soporte y recomendaciones sobre la gestión de datos y establecer iniciativas para poder modificar el formato de las historias clínicas de base electrónica para facilitar la realización diferentes tipos de búsquedas que permita mejorar el análisis de datos y la gestión de pacientes.

El desarrollo de la medicina a distancia o telemedicina permitirá una organización más eficiente del tiempo asistencial y automatizar alertas clínicas relativas a la gestión de casos.

A través del uso de nuevas tecnologías audiovisuales, debe promoverse la comunicación intercentros y el intercambio de conocimiento, como sesiones clínicas o de investigación entre diferentes servicios de la especialidad, lo que facilita el funcionamiento en red y la realización de estudios multicéntricos.

En el diálogo continuado de los responsables clínicos de gestión asistencial con las direcciones médicas y las gerencias en relación con la dotación de plantilla, debe promoverse la incorporación prioritaria de personal médico y de enfermería con formación acreditada en nuevas tecnologías. La SEEN deberá tener como misión asegurar la acreditación en lo relativo a la formación en estas tecnologías.

La aparición de nuevas tecnologías (p. ej., monitorización continua de glucemia) supone un avance importante para la atención de los pacientes, pero a la vez supone también un incremento sustancial en los costes de la atención sanitaria. Es necesario realizar análisis rigurosos de coste/efectividad que ayuden a definir con claridad los criterios de selección de pacientes tributarios a beneficiarse de la utilización de las nuevas tecnologías. La SEEN puede y debe asesorar a la Administración acerca de las indicaciones de financiación.

En un contexto de medicina social y democrática en la que el paciente no es uno más, sino el sujeto dinámico en el que se centra el proceso asistencial, será necesaria una colaboración más activa y estrecha con las asociaciones de pacientes.

Ligando con el objetivo estratégico 4, es necesario potenciar el uso de las redes sociales, con el adecuado filtro e intensidad. Consecuentemente, se requerirá formar a personal experto para gestionar la conexión con colectivos específicos de pacientes, para que no se produzcan disfunciones en la misma. En este mismo sentido, habrá que formar a personal en el uso y diseño de apps, cuya utilidad es evidente.

Habrá, por tanto, que aumentar la colaboración entre la SEEN y las asociaciones de pacientes, participando y asesorando sus actividades.

A pesar de la dificultad que este tipo de acciones comporta, los endocrinólogos españoles —al igual que están haciendo otros especialistas en sus ámbitos respectivos— no podemos dejar de involucrarnos en acciones de promoción de la salud. Por ello, habrá que liderar iniciativas de realización de jornadas, difusiones, workshops, etc., en todos los estratos de la sociedad.

Es evidente que, además del intrusismo profesional, cada vez más se presentan a la sociedad en general, y a pacientes que son de nuestra competencia, opciones terapéuticas seudocientíficas y milagrosas, o en cualquier caso, sin ningún tipo de base científica rigurosa. Ante el incremento de esta dinámica, en parte favorecida por las redes sociales, tendremos que mantener —como ya hemos hecho históricamente— una actitud vigilante y activa en la lucha contra los conceptos y prácticas seudocientíficas, cuando no claramente fraudulentas.

Incorporar a especialistas en actividad física en los equipos asistenciales, facilitando que aquellos profesionales de este ámbito interesados en el tratamiento de enfermedades como obesidad, diabetes, osteoporosis o riesgo cardiovascular elevado puedan formar parte de la SEEN y de sus grupos de trabajo.

Aumentar la actividad de la SEEN en la formulación de recomendaciones o acciones preventivas de enfermedades propias del campo de la Endocrinología y Nutrición en los medios de comunicación, lo cual permitirá además una mayor visibilidad respecto a esta función ineludible para nuestra especialidad.

Para afrontar este enorme reto, habrá que fomentar la formación de los profesionales de nuestra especialidad en el abordaje y el tratamiento de las enfermedades endocrinas y nutricionales durante la vejez ya desde la etapa de residente, y también al personal de enfermería de nuestros servicios, que en esta actividad en particular tienen y van a tener un papel muy relevante. Por otra parte, muchas enfermedades endocrinas incrementan su prevalencia con la edad y durante la vejez, como la diabetes tipo 2, el hipotiroidismo, la osteoporosis, la desnutrición y la obesidad. Por todo ello, estas acciones son ineludibles y requieren de su implementación inmediata.

Habrá que desarrollar además de las acciones formativas ya mencionadas, actividades de prevención que tengan por objetivo minimizar el efecto de enfermedades endocrinas en la vejez.

Finalmente, habrá que definir de forma precisa las características y los contenidos de la gerontoendocrinología y habrá que establecer protocolos asistenciales con otros colectivos profesionales muy relevantes en la atención de estos pacientes, como son los médicos de familia, internistas y, por supuesto, geriatras.

Habrá que liderar desde nuestra especialidad, la generación de guías y protocolos asistenciales, así como rutas asistenciales que tengan por objetivo gestionar al paciente subclínico, teniendo muy en cuenta el papel a desempeñar por los profesionales de la asistencia primaria. Estas acciones ya se han llevado a cabo en el pasado, pero no siempre se han ejecutado adecuadamente en los distintos ámbitos territoriales, por lo que se requiere de un trabajo continuo de seguimiento de su implementación.

Incrementar el bagaje informativo dirigido a la sociedad civil con relación a las enfermedades subclínicas facilitará el adecuado tratamiento y seguimiento de las mismas.

Adicionalmente, la información debe alcanzar también a los profesionales sanitarios que tengan más contacto con estos pacientes, como son los médicos de Atención Primaria.

La SEEN ha venido llevando a cabo a lo largo de su historia acciones formativas que han sido y siguen siendo muy importantes para sus afiliados. En el futuro, habrá que continuar y perfeccionar dichas acciones, sobre todo mediante cursos de formación avanzada y becas de formación. Así mismo, estos cursos pueden coordinarse con cursos internacionales de sociedades europeas de Endocrinología, Nutrición, Andrología y todas las disciplinas de conocimiento biomédico incluidas en nuestra especialidad.

A nivel de investigación, la SEEN debe continuar e intensificar su esfuerzo para crear redes y proyectos propios de investigación, capturando fondos públicos competitivos y mediante patrocinio por la industria farmacéutica y tecnológica. En el futuro, además de mantener esta línea, es conveniente consolidar estas redes de investigación incrementando la obtención de fondos públicos, tanto nacionales como internacionales.

Los resultados y el impacto de la iniciativa Registro de calidad de la SEEN (RECALSEEN) deben ser analizados en profundidad y utilizar los mismos para impulsar acciones específicas al respecto.

Para mejorar la calidad de nuestros especialistas, hay que implementar estrategias para captar a los mejores candidatos dentro de la carrera de medicina para la especialidad de Endocrinología y Nutrición. Estas acciones deben realizarse ya en los cursos de grado de Medicina por los endocrinólogos que sean profesores universitarios y por la SEEN mediante su colaboración con asociaciones de estudiantes de Medicina. Los servicios de Endocrinología y Nutrición deberán facilitar visitas a los candidatos a residentes y disponer de material informativo genérico que puede ser confeccionado por la SEEN, que explique las características de la especialidad, el futuro y sus salidas profesionales, y la proyección de futuro de la propia especialidad.

Deberán realizarse las gestiones oportunas ante la Administración, acreditando la diversidad y la complejidad de la enfermedad endocrinológica y nutricional actual y de futuro, así como las nuevas tecnologías que se están incorporando en nuestro campo para conseguir la concesión de un quinto año para el periodo de formación MIR.

Deben definirse las características que ha de tener el endocrinólogo del futuro adaptando el plan formativo a las necesidades y las previsiones de los próximos años. Para ello, la SEEN debe influir en la toma de decisiones en este sentido en la comisión nacional de la especialidad y en las diversas administraciones responsables.

Un excelente instrumento de formación propio de la SEEN son sus cursos de formación continuada. Hay que continuar manteniendo su nivel de excelencia y perfeccionarlos, y adaptarlos a las necesidades que vayan surgiendo, para que los residentes, y también los endocrinólogos de cualquier edad, puedan reciclarse con el apoyo de expertos referentes en diferentes disciplinas. Estos cursos de la SEEN deben estar reconocidos en la evaluación del desarrollo y carrera profesional de los médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición, en distintos ámbitos, mediante créditos de formación continuada, como ya hacen otras sociedades científicas.

Se debe fomentar la estancia hospitales prestigiosos, nacionales e internacionales, y en centros de investigación traslacional, para promover e intensificar la cultura innovadora, tanto a nivel asistencial como investigador. Asimismo, es importante que la SEEN establezca acuerdos con centros de superespecialización, nacionales e internacionales, que faciliten la rotación de residentes y especialistas, y conseguir incrementar el valor añadido a nuestra sociedad profesional y a sus afiliados.

La SEEN debe elaborar recomendaciones para definir la proporción de endocrinólogos con relación a la población de referencia; esta acción debe irse realizando periódicamente en función de la cartera de servicios y las necesidades poblacionales específicas de cada territorio. En consecuencia, hay que recalcular periódicamente el número de profesionales necesarios actuales y futuros. Es conveniente crear una comisión ad hoc para determinar el futuro dimensionamiento de la especialidad.

Dada la complejidad de la mayor parte de enfermedades endocrinas y, sobre todo, la casuística atendida a nivel terciario, es conveniente incluir en los congresos de la SEEN de forma sistemática, ciertas enfermedades compartidas como, por ejemplo, infertilidad y la osteoporosis, entre muchas otras. Por tanto, hay que definir áreas preferenciales para darles presencia en cursos y congresos e invitar a profesionales de las otras especialidades afectadas. En consecuencia, hay que continuar fomentando la creación de equipos multidisciplinares centrados en enfermedades compartidas y lideradas, si hubiere lugar, por un endocrinólogo.

A tenor de este nuevo escenario asistencial, hay que definir qué unidades multidisciplinares se tienen que crear o consolidar y para qué enfermedades compartidas (infertilidad, tumores, afectación del tracto digestivo, obesidad mórbida, cardiovascular, etc.) para mejorar los tratamientos y procesos asistenciales.

Liderar reuniones con otras sociedades profesionales para elaborar guías y protocolos que definan cómo se debe organizar y tratar estas enfermedades compartidas, como, por ejemplo, el abordaje conjunto de la osteoporosis con los reumatólogos. La interlocución con Atención Primaria se debe considerar de forma preferencial, habida cuenta de la bilateralidad en las derivaciones de pacientes, y la necesidad de mantener un alto nivel de coordinación.

Estratégicamente, es importante tomar la iniciativa en la generación de guías clínicas o consensos que permita mantener una posición de liderazgo que debe tener la Endocrinología en un grupo muy numeroso de enfermedades.

La SEEN ya tiene miembros que no son endocrinólogos y cuyas contribuciones son muy importantes tanto a nivel de contenido asistencial, como científico; el enriquecimiento continuado de la SEEN con nuevos asociados de otra procedencia profesional y que tengan participación en equipos multidisciplinares puede favorecer una mayor calidad tanto asistencial, como investigadora y formativa de nuestros profesionales.

En el mismo sentido, los endocrinólogos deben participar, colaborar e involucrarse con mayor implicación en otras sociedades profesionales con las que existen fuertes conexiones, para facilitar la realización de acciones estratégicas conjuntas, como ya ha sido el caso con la SEEDO, la SENPE y la SED.

Hay que definir estrategias centradas en la promoción de la prevención de la obesidad, que sean propuestas y dinamizadas por los endocrinólogos, y en colaboración con la SEEDO y la SED. Un ejemplo sería la estrategia Oklahoma, entre otras. La Alianza de Ciudades contra la Obesidad ya es una realidad que debe seguir extendiéndose por todo el país.

Los especialistas en Endocrinología y Nutrición deben liderar las estrategias, confeccionar las guías clínicas y responsabilizarse de las unidades funcionales de obesidad, que incluyan a los profesionales que se hacen cargo de esta patología.

Se deben realizar acciones a nivel de la Administración para incrementar los recursos humanos y económicos para atender de forma integral e integrada a estos pacientes y sus problemas asociados.

La creciente prevalencia y el considerable número de opciones terapéuticas que se van desarrollando para la diabetes hacen necesaria la creación de unidades funcionales específicas que faciliten la protocolización del proceso asistencial. Dado el profundo conocimiento del especialista en Endocrinología y Nutrición de todos los aspectos relacionados con la evolución y las diferentes opciones terapéuticas de la diabetes, el endocrinólogo debe asumir el liderazgo de este tipo de unidades organizativas, asumiendo particularmente un papel de coordinación con todos los profesionales implicados.

Las acciones estratégicas propuestas se sintetizan en las siguientes: realizar recomendaciones para consolidar la organización y la gestión de pacientes con tumores tiroideos mediante unidades multidisciplinares y liderar todas las acciones referentes a esta patología.

Generar los documentos modelo para la creación de comités interdisciplinares de acuerdo con las otras sociedades médicas vinculadas a esta patología.

Influir en la Dirección médica de los hospitales para la creación de comités interdisciplinares específicos de esta patología.

Incorporar a los ginecólogos y las matronas en las acciones de promoción de la ingesta de yodo en situación preconcepcional y la prescripción de suplementos de yoduro potásico en pregestación, gestación y lactancia.

Protocolizar de forma específica las derivaciones de enfermedad tiroidea desde la asistencia primaria a atención especializada y el seguimiento de algunas de estas enfermedades a largo plazo.

Deben realizarse campañas de difusión a través de los medios de comunicación y dar respuesta a todas aquellas informaciones erróneas o peligrosas para la salud que puedan incidir en la población a través de los medios de comunicación.

Hay que ejercer una dinámica de vigilancia sobre todas aquellas iniciativas claramente seudocientíficas que en los últimos años se han ido presentando como avances científicos, sin ningún rigor científico y que a veces reciben un gran tratamiento mediático. Los endocrinólogos y la SEEN como su sociedad profesional deben actuar «de oficio», por ética y responsabilidad profesional, para clarificar a la población todas las informaciones erróneas y actividades claramente fraudulentas que cada vez son más frecuentes en nuestra sociedad.

Al mismo tiempo, la SEEN y los endocrinólogos deben tener un nivel de interlocución adecuado e independiente con la industria alimentaria, evitando conflictos de interés.

Liderar las acciones organizativas y la colaboración interdisciplinar en este ámbito de enfermedades con otros profesionales del ámbito no endocrinológico. Los diferentes abordajes terapéuticos disponibles y su evolución con el tiempo hacen necesaria la creación de unidades funcionales de trastornos del metabolismo fosfo-cálcico, en el que el especialista en Endocrinología y Nutrición debe asumir un papel de liderazgo.

Para ello, hay que fomentar las redes sociales para comunicarse y captar a los endocrinólogos jóvenes. Hay que impulsar la revista EDN como herramienta de difusión científica. Es necesario crear una estrategia para acceder a las asociaciones y al colectivo de estudiantes pre-MIR. Adicionalmente, hay que ejercer de forma legítima la influencia necesaria y negociar con la Administración para definir los perfiles profesionales adecuados y la dotación numérica territorial dentro de los servicios hospitalarios. Establecer un plan para crear comisiones o áreas de liderazgo para jóvenes dentro de la SEEN, como Endojoven.

Definir protocolos de actuación transparente y de protección de datos mediante LOPD de los profesionales. Realizar consultas a los socios para conocer la opinión mayoritaria sobre este aspecto.

Crear una estrategia de lobby para que miembros endocrinólogos españoles estén en las juntas directivas al máximo nivel, en la European Society of Endocrinology (ESE) y en la European Society for Clinical Nutrition (ESPEN). Incrementar el número de socios españoles de la ESE y en la ESPEN, en particular de los miembros jóvenes.

Acordar una postura común con la ESE con relación al posicionamiento frente a la International Society of Endocrinology (ISE).

Celebrar periódicamente congresos de la ESE y de la ESPEN y actividades afines de dichas sociedades (cursos de actualización, seminarios, etc.) en España.