Varón sano de 46 años que acudió a urgencias hospitalarias por náuseas y dolor abdominal de 2 h de evolución, presentando a su llegada episodio sincopal.
En la exploración presentaba sudoración profusa, palidez cutánea y mala perfusión distal con cifras de PA 85/60mmHg y FC 115 lpm, con dolor difuso a la palpación abdominal, sin signos de irritación peritoneal.
La analítica mostró anemia (Hb 12,1g/dl) y trombocitopenia (106×109/l) leves, sin otros hallazgos significativos. Se realizó una TC abdominal (fig. 1) objetivando hepatomegalia con múltiples lesiones hipervasculares con sangrado activo (flechas azules) y abundante cantidad de líquido libre compatible con hemoperitoneo (flechas rojas).
Tras embolizar las lesiones descritas, se realizó una biopsia hepática y estudios de extensión con diagnóstico de angiosarcoma hepático estadio iv, con afectación hepática, peritoneal y en la aurícula derecha, optando por tratamiento paliativo.
El angiosarcoma es un tumor mesenquimal muy poco frecuente. Inicialmente, presenta síntomas inespecíficos y, en fases más avanzadas, ictericia y dolor abdominal. Solo la mitad de los casos muestran alteraciones analíticas y las pruebas de imagen no suelen ser concluyentes; además, presenta una alta tasa de metástasis en un corto periodo de evolución, lo que hace que se diagnostiquen en fases muy avanzadas, cuando su pronóstico es infausto.