Revisar y actualizar las últimas evidencias científicas que se han producido en los últimos años con respecto al antígeno prostático específico (PSA) para su mejor aplicación en la práctica clínica habitual.
Adquisición de evidenciaAnálisis de la evidencia disponible acerca del papel actual del PSA, según la consideración de un panel de expertos que recoge su experiencia en el tema analizado.
Síntesis de evidenciaActualmente no puede considerarse el PSA únicamente un elemento orientativo en cuanto a la presencia o no de cáncer de próstata, sino que esta determinación ayuda al urólogo a indicar cuál es el tratamiento más conveniente ante un paciente con hipertrofia prostática benigna (HPB) como criterio de progresión de la enfermedad, así como a sospechar la existencia de un tumor prostático cuando la cifra de PSA se eleva>0,3 ng/ml en pacientes bajo tratamiento con un inhibidor de la 5-alfa-reductasa sobre la cifra alcanzada a los 6 meses de haber iniciado dicho tratamiento. Sin embargo, los límites de este aumento del PSA con derivados de inhibidores de la 5-alfa-reductasa alternativos a la dutasterida están en controversia. Por otro lado, el PSA resulta clave para el seguimiento de pacientes tratados de un carcinoma prostático en cualquier estadio y con cualquier opción (cirugía, radioterapia o terapias focales u hormonoterapia), para definir recidiva bioquímica, sospechar la existencia de recidiva local o a distancia, así como para plantear o descartar tratamientos adyuvantes. Por último, recientemente se ha reforzado el papel del PSA como herramienta de cribado, demostrando unas tasas de aumento de mortalidad o de existencia de casos más agresivos de cáncer de próstata en aquellos países donde se ha disminuido el uso de esta herramienta.
ConclusionesOfrecemos nuevos datos acerca del papel actual del PSA en el manejo de pacientes tratados por HPB y/o cáncer de próstata que deben tenerse en cuenta en la práctica clínica habitual, haciendo especial hincapié en el papel relevante de este biomarcador en el cribado y seguimiento del cáncer de próstata, así como en la progresión de la HPB en tratamiento con dutasterida.
To review and update the latest scientific evidence gathered in recent years regarding prostate-specific antigen (PSA) for better implementation into routine clinical practice.
Evidence acquisitionAnalysis of the available evidence on the current role of PSA, based on the experience of an expert panel in the subject under analysis.
Evidence synthesisCurrently, PSA cannot be considered only as a guide for the presence or absence of prostate cancer. This determination can also help the urologist to decide on the most convenient treatment for a patient with benign prostatic hypertrophy (BPH) as a criterion for disease progression, and it can also suggest the suspicious existence of a prostatic tumor when there is PSA rise of>0.3 ng/ml over the level reached 6 months after having initiated treatment with 5-alpha-reductase inhibitor. However, the limits of this PSA rise with derivatives of alternative 5-alpha-reductase (5-ARI) inhibitors to dutasteride are controversial. Moreover, PSA is a key factor for the follow-up of patients with prostate adenocarcinoma at any stage who have received treatment (surgery, radiotherapy or focal therapies, hormone therapy), it acts as a guide to identify biochemical recurrence, to suspect the existence of local or distant recurrence, as well as to propose or discard adjuvant treatments. Finally, the role of PSA as a screening tool has been recently reinforced, demonstrating increased mortality rates or the existence of more aggressive cases of prostate cancer in those countries where the use of this tool has declined.
ConclusionsWe present new data about the current role of PSA in the management of patients treated for BPH and/or prostate cancer that should be implemented into routine clinical practice, with special emphasis on the relevant role of this biomarker in the screening and follow-up of prostate cancer, as well as in the progression of BPH in dutasteride treatment.