Among the many treatments for erectile dysfunction, implantation of a penile prosthesis has been associated with high patient satisfaction rates. However, patients with coexistent Peyronie’s disease (PD) and refractory erectile dysfunction and/or severe deformities may show different results. The aim of our study was to assess and to compare the level of satisfaction, with an inflatable penile prosthesis (IPP), in men with/without coexistent PD.
Material and methodsA survey study based on a five-item satisfaction questionnaire was submitted to all those live patients implanted in the period 1992–2022 at our center (n=570) and their partners. Ninety-two percent of implants were inflatable devices. Surgeries were mainly performed by two surgeons. The main outcome measure used was the level of patient and partner satisfaction with sexual intercourse after IPP.
ResultsOf the 570 eligible patients, 479 (84%) completed the survey (393 Non-PD: GROUP 1; 70 non-complex PD-Group 2; 16 complex PD). Eighty-six per cent of patients in Group 1 reported satisfactory sexual intercourse (very or moderately satisfied). Non-complex PD implanted patients (Group 2) reported a global 81% satisfactory sexual intercourse (very or moderately satisfied) (p>0.05). However, when we evaluated the PD subgroup of patients with severe PD who require incision/excision/grafting at the time of implant (Group 3: n=20), only 61% reported satisfactory sexual intercourse (p<0.01) with predominance of moderately satisfied patients over very satisfied: 78% vs. 22%). Additionally, 84% (Group 1), 80% (Group 2) and 54% (Group 3) of partners reported satisfactory intercourses, respectively (p<0.01). Overall, 84% of Group 1 implants and 79% of Group 2 reported that they would undergo the procedure again if the IPP failed (p>0.05; ns). Only 50% of Group 3 patients would do it again. With regard to cosmetic aspects, 48% of the Group 3 implant reported penile shortness or soft glans as the main causes of their dissatisfaction. Only 2.4% of total PP patients expressed difficulty in manipulating the device.
ConclusionThe presence of PD alone may not impact PP patient and partner satisfaction, but patients with more severe baseline deformity who require incision/grafting may be less satisfied with outcomes including penile length and glans sensation.
Entre los muchos tratamientos para la disfunción eréctil, la implantación de una prótesis de pene se ha asociado con altos índices de satisfacción del paciente. Sin embargo, los pacientes con enfermedad de Peyronie (EP) coexistente y disfunción eréctil refractaria y/o deformidades severas pueden mostrar resultados diferentes. El objetivo de nuestro estudio fue evaluar y comparar el nivel de satisfacción con el implante de una prótesis de pene (PPI) en hombres con/sin EP coexistente y sus parejas.
Materiales y métodosSe administró un cuestionario de satisfacción de cinco ítems a todos aquellos pacientes vivos implantados en el periodo 1992–2022 en nuestro centro (n=570), así como a sus parejas. El noventa y dos por ciento (92%) de los implantes eran dispositivos inflables, de 3 componentes. Las cirugías fueron realizadas principalmente por dos cirujanos. Principales medidas de resultado: La principal medida de resultado utilizada fue el nivel de satisfacción del paciente y su pareja con las relaciones sexuales después de la IBP.
ResultadosDe los 570 pacientes elegibles, 479 (84%) completaron la encuesta (393 No EP: GRUPO 1; 70 EP no complejos-Grupo 2; 16 TP complejos-Grupo 3). Ochenta y seis por ciento (86%) de los pacientes en el Grupo 1 reportaron relaciones sexuales satisfactorias (muy o moderadamente satisfechos). Los pacientes implantados de DP no complejos (Grupo 2) reportaron un 81% global de relaciones sexuales satisfactorias (muy o moderadamente satisfechas) (p>005). Sin embargo, cuando evaluamos el subgrupo de EP pacientes con EP grave que requieren incisión/escisión/injerto en el momento del implante (grupo 3: n=20) solo el 61% reportó relaciones sexuales satisfactorias (p<0.01) con predominio de moderadamente pacientes satisfechos sobre muy satisfechos: 78% vs. 22%). Además, el 84% (grupo 1), el 80% (grupo 2) y el 54% (grupo 3) de las parejas reportaron relaciones sexuales satisfactorias, respectivamente (p<0,01). En general, el 84% de los implantes del grupo 1 y el 79% del grupo 2 informaron que volverían a someterse al procedimiento si fallaba el IBP (p>0,05; ns). Solo el 50% de los pacientes del grupo 3 lo volvería a hacer. Con respecto a los aspectos estéticos, el 48% de los implantes del grupo 3 reportaron acortamiento del pene o sensación de glande blando/frío como las principales causas de su insatisfacción. Solo el 2,4% del total de pacientes con PP expresó dificultad para manipular el dispositivo.
ConclusionesLa presencia de EP por sí sola puede no afectar la satisfacción del paciente con PP y su pareja, pero los pacientes con una deformidad inicial más grave que requieren incisión/injerto pueden estar menos satisfechos con los resultados, incluida la longitud del pene y la sensación del glande.