To assess if the systematic use of double J ureteral catheters in kidney transplant ureteroneocystostomies reduces the rate of complications.
Materials and methodsNon-randomized prospective, comparative study of parallel groups in 194 kidney transplants. We established two equal groups, 111 patients with double J catheter and another with 83 catheter-free patients. We studied the incidence of complications between both groups by means of a univariate comparative study (X2 test) and a multivariate analysis (logistic regression).
ResultsIn the catheter group, the overall complications appeared in 22.2% as opposed to 43.3% of the catheter-free group (p=0.04). Depending on the ureteral transplant, complications appeared in 38.12% of the Paquin type reimplantation as opposed to the 20.3% in the Lich-Gregoire (p=0.09). There was evidence of 1 (0.9%) urinary fistula in the catheter group as opposed to 5 (6%) in the catheter-free group (p=0.08), and 3 (2.7%) ureterovesical anastomosis strictures in the group with catheter versus 7 (8.4%) in the catheter-free group (p=0.13). The multivariate analysis showed that not using the catheter increases the risk of suffering complications related to reimplantation (OR: 2.55; IC 95%, 1.37–4.75). The risk of fistula increased significantly when a catheter was not placed (OR 9.19, IC 95%, 1.01–84.7). There were no differences between the two groups as regards urinary tract infections; there were 3 (2.7%) in the catheter group and 1 (1.2%) in the catheter-free group (p=0,63).
ConclusionsThe placement of a double J catheter reduces complications related to ureteral reimplantation without increasing the morbidity associated with their use.
Evaluar si el uso sistemático de catéter ureteral doble J en las ureteroneocistostomías de los trasplantes renales reduce la tasa de complicaciones.
Material y métodosEstudio prospectivo comparativo no aleatorizado de grupos paralelos, en 194 trasplantes renales. Se establecieron dos grupos homogéneos: 111 pacientes con catéter doble J y otro de 83 pacientes sin catéter. Analizamos la incidencia de complicaciones entre ambos grupos, mediante análisis univariante comparativo (test de c2) y el análisis multivariante (regresión logística).
ResultadosEn el grupo con catéter las complicaciones globales aparecieron en el 22,2% frente al 43,3% del grupo sin catéter (p=0,04). En función del reimplante ureteral aparecieron complicaciones en el 38,12% del reimplante tipo Paquin frente al 20,3% en Lich-Gregoir (p=0,09). En el grupo con catéter se evidenció una (0,9%) fístula urinaria frente a 5 (6%) del grupo sin catéter (p=0,08), y 3 (2,7%) estenosis de la anastomosis ureterovesical en el grupo con catéter frente a 7 (8,4%) del grupo sin él (p=0,13). El análisis multivariante demostró que la no utilización de catéter aumenta el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el reimplante (OR 2,55; IC 95%: 1,37–4,75). El riesgo de fístula aumentó significativamente al no colocar catéter (OR: 9,19; IC 95%: 1,01–84,7). No hubo diferencias entre ambos grupos en cuanto a las infecciones del tracto urinario, produciéndose tres (2,7%) en el grupo con catéter y una (1,2%) en el grupo sin catéter (p=0,63).
ConclusionesLa colocación de catéter doble J reduce las complicaciones relacionadas con el reimplante ureteral sin aumentar la morbilidad asociada a su uso.