Según directrices de la OMS, impartir educación en diabetes requiere una serie de conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes por parte de los profesionales que se dedican a la educación terapéutica en diabetes (ETD). Para el grupo de trabajo de educación terapéutica de la SED, se debería contemplar la figura del profesional de enfermería experto, que a diferencia de otros países, en España no existe. En atención primaria debería promoverse la figura del profesional de enfermería experto y referente en DM. El principal objetivo de este trabajo es analizar y reivindicar la figura del educador en diabetes, mediante su evolución y su recorrido histórico. Conocer nuestra historia, nos ayuda a comprender el presente. Otros objetivos son conocer la situación y el reconocimiento del educador en otros países de nuestro entorno. También estudiar cuales son las repercusiones que tiene la ETD sobre los pacientes y sobre sus autocuidados. Finalmente, dignificar el trabajo del educador en diabetes, desde un punto de vista más humanístico, a través de su paralelismo con diferentes obras de la historia del arte. Metodología utilizada: búsqueda bibliográfica de la literatura reciente sobre ETD y su evolución histórica. Se utilizaron diferentes bases de datos informáticas (PudMed, Cochrane Library, Medline, Dialnet, etc.). Completamos el estudio con fuentes orales testimoniales de diferentes profesionales, pacientes y familiares o cuidadores. En cuanto a los resultados, señalar brévemente que en 1914 el endocrino norteamericano, Elliott Joslin destacó la importancia de formar enfermeros para llevar a cabo tareas de educación y control diabético. Afirmaba que especializarse en la atención diabética “ofrecía una nueva carrera para las enfermeras”. En 1936, la atención diabética de los enfermeros se amplió para enseñar a los pacientes a administrarse la insulina y hacer el recuento de carbohidratos. En la década de los años cuarenta ya se impartía educación diabética en el Reino Unido. A principios de los años 70 se extendió la figura del educador en diabetes en la mayoría de países desarrollados y se publicaron las primeras técnicas pedagógicas y específicas para la educación en diabetes. A partir de 1980 en algunos países se reconoce la educación diabética como especialidad. En la década de los años 90, las pruebas científicas respaldan la educación y el papel del equipo interdisciplinar como parte esencial de la prevención secundaria de complicaciones. Como conclusión destacar que la calidad de la asistencia a los pacientes con diabetes mejora a lo largo de la historia. Se puede constatar que el proceso de la ETD es un pilar fundamental para evitar o retrasar las complicaciones de la enfermedad.