El implante de células mononucleares de la médula ósea incluyendo células progenitoras endoteliales (CPE) con el fin de reparar áreas postinfarto de miocardio ha sido realizado en estudios preclínicos. Esta práctica en pacientes demostró ser segura y factible.
MétodosNuestra experiencia incluye diez pacientes trasplantados con CPE. Los primeros cinco pacientes (sexo masculino, edad 55 ± 9,1 años) con un promedio de seguimiento de 6 ± 1,9 meses son analizados en este trabajo. Los segmentos comprometidos fueron en total 35 (7 ± 3,1 por paciente). Se realizó cirugía coronaria concomitante en áreas remotas, viables e isquémicas. Los pacientes fueron estudiados con ecocardiografía con dobutamina, color cinesis y ventriculografía radioisotópica.
ResultadosLa suspensión celular inyectada contenía entre 0,65–1,24% de células CD34+ con una viabilidad superior al 95%. CPE fueron implantadas por 35,2 ± 6,3 inyecciones durante cirugía coronaria por vía epicárdica con un promedio de 4,7 ± 1,7ml de solución en áreas acinéticas y metabólicamente no viables. No hubo complicaciones postoperatorias. La clase funcional (NYHA) pasó de 2,4 ± 0,5 en el preoperatorio a 1,2 ± 0,4 (p=0,002) en el seguimiento, la fracción de eyección se incrementó desde 27,4 ± 8,3% a 43 ± 12,4% (p=0,05). Los estudios postoperatorios de ecocardiografía y radioisotópicos realizados por observadores independientes demostraron una recuperación funcional en el 57% de los segmentos implantados (p=0,03).
ConclusionesEstos hallazgos demuestran la factibilidad y seguridad del cardioimplante celular de CPE. La eficiencia clínica a pesar de estos auspiciosos resultados debe ser aún demostrada con evidencias tanto funcionales como histológicas.
Implantation of bone marrow mononuclear cells including endothelial progenitors cells (EPC) to repair myocardial infarction is shown to be safe and effective pre-clinically. We hypothesize that EPC in humans is safe and feasible.
MethodsOur experience includes ten patients transplanted with EPC. The first five patients (males, age 55 ± 9.1 years) with average of follow up of 6 ± 1.9 months is analyzed at moment. The damaged segments were 35 (7 ± 3.1 per patient). Coronary bypass in remote, viable and ischemic areas was performed. The patients were studied by dobutamina echocardiography, color kinesis and radioisotopic ventriculography.
ResultsThe cell suspension contained between 0.65-1.24% CD34+ cells. Cell viability was greater than 95%. EPC were implanted by 35.2 ± 6.3 injections during coronary surgery via sternotomy with an average of 4.7 ± 1.7ml of solution in akinetic and metabolically nonviable segments. All patients had uncomplicated postoperative course. The mean New York Heart Association functional class improved from 2.4 ± 0.5 preoperative to 1.2 ± 0.4 (p=0.002) postoperatively, the ejection fraction increased from 27.4 ± 8.3% to 43 ± 12.4% (p=0.05). A blinded echocardiography and radioisotopic analysis showed that 57% of the cell-implanted segments demonstrated improved kinetics changes (p=0.03).
ConclusionsThese findings demonstrate feasibility and safety in the implantation of EPC. Clinical efficiency rates must be demonstrated with histological and functional evidence.