Objetivos: La enfermedad por SARS-Cov-2 fue declarada pandemia en enero de 2020 por la OMS y ha comprometido los sistemas de salud de todos los países del mundo. Se han publicado los resultados de la cirugía en pacientes con SARS-Cov-2 y las recomendaciones para gestionar la cirugía electiva durante la pandemia; pero hay poco sobre la repercusión del confinamiento sobre la cirugía urgente. Durante los meses de confinamiento, la demanda de atención en salas de urgencias disminuyó de forma notable para patologías no COVID, posiblemente debido al temor de los pacientes por contraer el virus en los centros sanitarios. Esto ha podido traer consecuencias en el retraso del diagnóstico de patologías quirúrgicas urgentes y en su evolución tras la intervención. En este estudio, se compara el número de intervenciones urgentes y su evolución durante el período del confinamiento comparándolo con el mismo período del año anterior.

Métodos: Se incluyen todos los pacientes intervenidos de urgencias por el servicio de CGD de un hospital en Galicia en los meses del confinamiento (marzo-abril-mayo 2020) y se comparan con el grupo control de pacientes intervenidos en los mismos meses del año 2019. Se estudian las diferencias relativas al número global de intervenciones y en particular de apendicectomías y colecistectomías. Se comparan las enfermedades crónicas asociadas en los dos grupos y la evolución tras la cirugía mediante las variables relativas a la estancia en UCI, estancia postoperatoria y complicaciones.

Resultados: Se incluyen 287 pacientes, 154 intervenidos en los meses de marzo, abril y mayo de 2019 y 133 intervenidos en el mismo periodo de 2020. No se encuentran diferencias en el número global de intervenciones urgentes realizadas pero sí que hay un incremento significativo de apendicectomías en el mes de mayo de 2020 (58,1 vs 32,4%; p = 0,03); con un porcentaje mayor de apendicitis gangrenosas (30,1 vs 18,8%; p: 0,019). Llama la atención el descenso significativo de los pacientes con enfermedades crónicas intervenidos en 2020, lo que se refleja en el ASA (52,6% ASA I en 2020 vs 28,6% en 2019); con una mayor incidencia de cardiopatía (16,9 vs 6,8%), dislipemia (26 vs 5,3%) y tratamiento anticoagulante (11 vs 4%) en el 2019 respecto a los meses de confinamiento. No se intervino de urgencia ningún paciente con demencia ni institucionalizado durante la pandemia. No hubo cambios en la utilización del abordaje laparoscópico. En cuanto a las complicaciones destaca un incremento del shock séptico durante el confinamiento (8,3 vs 2,6%; p = 0,029); sin encontrar diferencias en la estancia en UCI o en la estancia hospitalaria. En cuanto a la mortalidad, no se registraron diferencias estadísticamente significativas entre los dos períodos.

Conclusiones: El confinamiento y el miedo al contagio durante la pandemia SARS-Cov-2 se han relacionado en nuestro hospital con un incremento de las apendicitis gangrenosas y del shock séptico y con una reducción de la solicitud de atención quirúrgica urgente de los pacientes con patologías crónicas asociadas o institucionalizados.