P-252 - ANÁLISIS DE NUESTRA EXPERIENCIA EN EL MANEJO DE LOS ANEURISMAS VISCERALES DIGESTIVOS: A PROPÓSITO DE 13 CASOS
Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, Valencia.
Introducción: Los aneurismas viscerales digestivos representan una patología con baja incidencia, existiendo pocas series de casos publicadas sobre este tipo de alteraciones. Su diagnóstico y manejo terapéutico debe afrontarse desde un abordaje multidisciplinar, en el que las técnicas de radiología endovascular han ido adquiriendo un mayor protagonismo por su menor invasividad y óptimos resultados.
Objetivos: Analizar y revisar nuestra experiencia en el manejo diagnóstico y terapéutico de este tipo de alteraciones vasculares viscerales.
Métodos: Estudio retrospectivo y descriptivo de los pacientes diagnosticados y tratados de aneurismas de arterias digestivas en nuestro centro desde abril 2004 a abril de 2013.
Resultados: Se han incluido un total de 13 pacientes, de los que el 61,5% eran mujeres y cuya edad mediana fue de 61 años. La localización más frecuente fue la arteria esplénica, en 9 de los casos (69,2%), seguida de la arteria mesentérica superior en 2 pacientes y tronco celíaco y arteria hepática en 1 caso respectivamente. El tamaño mediano de los aneurismas arteriales digestivos analizados fue de 23 mm y de 19 mm en los aneurismas esplénicos. El 77% de los pacientes presentaba factores de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o eran fumadores. Uno de los pacientes con aneurisma esplénico padecía la enfermedad de Rendu-Osler y malformaciones arteriovenosas en distintas localizaciones y otros 2 casos presentaban aneurismas en otras localizaciones. Un 46% cursaron de manera asintomática y fueron descubiertos casualmente en técnicas de imagen (TAC o RMN) indicadas por otros motivos. La arteriografía se realizó en el 85% de los pacientes describiendo la localización exacta y el tamaño del saco y cuello aneurismático. En 2 pacientes la clínica fue hemorrágica, debutando como una hemorragia digestiva y un cuadro de hemoperitoneo. El manejo terapéutico de esta patología depende de la clínica, tamaño de la lesión y localización de la misma. El tratamiento quirúrgico fue necesario en 5 pacientes (38.4%). Fueron tratados exclusivamente mediante técnicas endovasculares 7 casos (53,8%), empleando en 3 embolizaciones con coils asociadas a stent, en 2 casos únicamente coils, en 1 de ellos se utilizaron espirales metálicas y en otro se excluyó el aneurisma con un stent cubierto. No hubo morbimortalidad asociada al tratamiento quirúrgico y sólo existieron 2 complicaciones secundarias al tratamiento endovascular: 1 infarto esplénico segmentario de pequeño tamaño que evolucionó favorablemente sin tratamiento y otro caso de absceso esplénico que obligó a la realización de una pancreatectomía caudal con esplenectomía.
Conclusiones: Los aneurismas viscerales son un tipo de malformaciones vasculares poco frecuentes, cuyo tratamiento debe hacerse de forma individualizada y desde un punto de vista multidisciplinar, habiéndose incrementado en los últimos años las indicaciones del empleo de técnicas endovasculares como la embolización y el empleo de stent, a fin de conseguir resultados satisfactorios y disminuir la agresión quirúrgica.