O-003 - GANGLIO CENTINELA EN EL CÁNCER COLORRECTAL. SIGNIFICADO CLÍNICO DE UNA ESTADIFICACIÓN MÁS PRECISA CON ESTUDIO INMUNOHISTOQUÍMICO
Consorci Sanitari del Maresme, Mataró.
Introducción: Uno de los factores pronósticos más importantes del cáncer colon es la afectación ganglionar (AG). Hasta un 30% de recurrencias en pacientes No sugiere una inadecuada estadificación mediante técnicas convencionales (TC). La identificación del ganglio centinela (GC) y su estudio inmunohistoquímico (IHQ) detecta AG que hubiera pasado inadvertida, permitiendo una estadificación más precisa.
Objetivos: Evaluar el significado clínico en un seguimiento a 5 años de una supraestadificación mediante IHQ en pacientes que se estadificaron como N0 mediante TC.
Métodos: Procedimiento: inyección de azul de metileno en la submucosa del tumor ex-vivo; obtención de 1 trayecto linfático + 1-3 ganglios teñidos; estos se estudian mediante microsecciones (2 mm) + IHQ (queratina Cam 5.2); el resto se estudian mediante bidisección + hematoxilina-eosina. Pacientes: intervenidos por neoplasia de colon T1-T3N0M0. Se dividen en 2 grupos: Grupo A (up-stage), aquellos con AG detectada sólo en el GC mediante IHQ; Grupo B (concordancia negativa): en ninguna de las dos técnicas (IHQ ni TC) se detecta AG en el GC.
Resultados: Validez: Sensibilidad (S) = 59,6%; Tasa falsos negativos (TFN) = 40,4%; Valor predictivo negativo (VPN) = 67,8%; Up-stage (US) = 34,4%. Se estudian 87 enfermos, con un seguimiento máximo de 60meses. De estos, 54 fueron catalogados como N0 mediante TC, obteniendo así los siguientes grupos: GRUPO A = 20, de los cuales 16 siguen libres de enfermedad (80,0%), y 4 han presentado progresión de la enfermedad (20,0%); GRUPO B = 34, de los cuales 31 siguen libres de enfermedad (91,2%) y 3 han presentado progresión (8,8%).
Conclusiones: A pesar de que el estudio IHQ del GC tiene baja S y alta TFN, es una técnica que permite supraestadiar al 34,4% de los enfermos, lo que significa que es capaz de detectar AG que con TC hubieran pasado inadvertidas. En estos pacientes además se observa que, en el seguimiento a largo plazo, su pronóstico es peor, detectándose un mayor porcentaje de progresión de la enfermedad respecto de los pacientes a los que no se les ha detectado AG por ninguna de las dos técnicas.