O-201 - LA TRANSLOCACIÓN DE ADN BACTERIANO EN SANGRE SE ASOCIA CON UNA RESPUESTA PROINFLAMATORIA MANTENIDA EN PACIENTES CON OBESIDAD MÓRBIDA INDEPENDIENTE DE LA PÉRDIDA DE PESO
Hospital General Universitario, Alicante.
Introducción: La obesidad es una enfermedad metabólica que se caracteriza por un estado inflamatorio crónico de bajo nivel. Aunque diversos estudios han mostrado aumento de marcadores pro-inflamatorios (TKF-α e IL-6) en la obesidad mórbida, la pérdida de peso no siempre se correlaciona con el descenso de estos marcadores. En un estudio previo, hemos detectado presencia de ADN bacteriano de origen intestinal en sangre periférica de pacientes obesos (en mayor proporción en pacientes súper-obesos), y demostrado que tras ayuno modificado y cirugía bariátrica disminuye el porcentaje de translocación bacteriana.
Objetivos: Evaluar si la translocación bacteriana se correlaciona con la respuesta pro-inflamatoria mantenida en un subgrupo de pacientes con obesidad mórbida.
Métodos: Se incluyeron 58 pacientes obesos (40M/18H), edad media 41,7 años (rango 22-62), con índice de masa corporal (IMC) > 35 kg/m2 y al menos dos co-morbilidades asociadas, o IMC > 40 kg/m2, (IMC medio 50,1 kg/m2 [38-69,7]), que fueron intervenidos consecutivamente de obesidad mórbida entre noviembre 2010 y septiembre 2011. Tras ayuno modificado (800-1.000 kcal/día) durante 8 semanas, se realizó bypass gástrico (n = 41) o gastrectomía vertical tubular (n = 17) por vía laparoscópica. La presencia de ADN bacteriano de determinó en sangre periférica mediante reacción en cadena de polimerasa (PCR) de 16SrARN, seguida de secuenciación parcial. El nivel de citoquinas pro-inflamatorias en sangre periférica (IL-2, IL-6, TNF-α, IFN-γ) se determinó mediante citometría de flujo.
Resultados: Se detectó ADN bacteriano en sangre periférica en 19 pacientes (32,7%) en estado basal, en 8 pacientes (13,8%, p = 0,001) tras ayuno modificado. Se mantuvo estable a los 3 meses después de cirugía, y descendió a 2 pacientes (3,4%, p = 0,01 vs basal y tras ayuno modificado) a los 6 meses. En pacientes sin ADN bacteriano (fig. 1), se observó un descenso significativo de citoquinas desde el inicio del ayuno modificado, hasta los 3 meses de la cirugía, y se mantuvo a los 6 meses. Sin embargo, en pacientes con translocación de ADN bacteriano (fig. 2), el nivel de citoquinas descendió muy poco o incluso persistió elevado a pesar de una adecuada pérdida de peso. En las figuras también se incluye el nivel de expresión proteica del factor de transcripción NF-κβ en cada fase del estudio.
Conclusiones: Los niveles elevados de citoquinas pro-inflamatorias persisten en un subgrupo de pacientes con obesidad mórbida, incluso después de cirugía bariátrica, y se asocian con la presencia de ADN bacteriano en sangre.