Introducción: La continua inquietud por la mejora de los procesos asistenciales en los procedimientos quirúrgicos ha hecho necesaria la creación de escalas de medida de la morbilidad como la clasificación de Clavien-Dindo que clasifica los efectos adversos del paciente de acuerdo a las consecuencias en el curso evolutivo. Basado en la clasificación de Clavien-Dindo el CCI aporta la ventaja de dar un valor numérico a las combinaciones de efectos adversos presentados (0 sin complicaciones y 100 exitus). Actualmente sólo se ha aplicado el CCI en series cortas de cirugía de alta complejidad.

Objetivos: Nuestra intención es aplicar el CCI a una serie muy extensa de pacientes a los que se ha recogido prospectivamente todos los efectos adversos que han presentado y clasificado según Clavien. El objetivo es ofrecer una referencia para próximos investigadores y estudios del CCI esperable en cirugía de urgencias, además de su aplicabilidad en el análisis de la morbimortalidad.

Métodos: Recogida prospectiva de los efectos adversos de todos los pacientes ingresados en el servicio de Cirugía General de nuestro centro entre 2006 y 2018 que precisaron intervención quirúrgica de urgencias. De acuerdo con la clasificación de Clavien-Dindo, se calculó para cada paciente el CCI. Se ha realizado un análisis estadístico descriptivo de los resultados presentándolos como medias, medianas e intervalos de confianza del 95% o como porcentajes e intervalos de confianza, sin ningún intento de obtener inferencias.

Resultados: Se detectaron 6.240 efectos adversos en 10.790 intervenciones quirúrgicas siendo en el 60% de las ocasiones el CCI de 0, es decir, sin ningún tipo de complicación. El porcentaje de exitus fue del 6,7%. La severidad de los efectos adversos detectados según la clasificación de Clavien-Dindo fue predominantemente de carácter leve con un 78% de grados I y II. En la presentación oral, describimos las principales patologías en nuestro medio que precisaron de intervención quirúrgica urgente y se ha calculado para cada una de ellas el porcentaje de pacientes con EA, así como la media de su CCI.

Conclusiones: La valoración de los resultados de la cirugía a partir de los efectos adversos que presentan nuestros pacientes, es factible con el uso de una escala cuantitativa como el CCI. En nuestra experiencia, el uso del mismo no solo permite la comparación en el tiempo de las complicaciones de la cirugía de urgencias sino también su utilización como valor de referencia en el cálculo de la muestra necesaria para la demostración de la idoneidad de un cambio en un procedimiento habitual, estableciendo de esta manera una herramienta tremendamente útil en la mejora continua de nuestro proceso asistencial.