P-605 - DONACIÓN Y TRASPLANTE HEPÁTICO EN TIEMPOS DE COVID-19
Hospital Universitario del Río Hortega, Valladolid.
Introducción: La crisis sanitaria por COVID-19 ha impactado negativamente en la actividad de donación y trasplante en nuestro país. Sin embargo, la adaptación de nuestro SNS a la situación epidemiológica del momento a través de diversas estrategias, como la priorización de pacientes en situación más grave o el desarrollo de protocolos donde se contempla la donación en pacientes SARS-CoV-2 positivos, ha permitido continuar con los programas de trasplante y situarnos a la cabeza entre los países de nuestro entorno en cuanto a tasas de donación y trasplante.
Caso clínico: Presentamos un caso de trasplante hepático realizado a partir de un donante varón de 53 años, grupo A-, fallecido por AVCA hemorrágico. En el cribado epidemiológico resultó PCR-SARS-CoV-2 positiva con un CT de 30,31. Se aceptó el órgano para la donación, siendo el injerto válido, con un tiempo de perfusión de 12 minutos. La receptora fue una mujer de 60 años, grupo A+, con antecedentes de cirrosis hepática de origen enólico y 2 LOE hepáticas LIRADS-4, sugestivas de hepatocarcinoma. Vacunada con dos dosis contra la Covid-19 y con una PCR-SARS-CoV-2 pretrasplante negativa. El trasplante se llevó a cabo sin incidencias, con buena funcionalidad del injerto en el posoperatorio y normalización analítica de la función hepática, así como de los parámetros de coagulación y recuento de plaquetas. La paciente no desarrolló clínica compatible con enfermedad por COVID-19 y las PCR-SARS-CoV-2 de control fueron negativas. Fue dada de alta a los 15 días del ingreso.
Discusión: En nuestra experiencia, el empleo de injertos hepáticos procedentes de donantes seleccionados con infección por SARS-CoV-2 parece tener buenos resultados y consideramos que debe ser una fuente de donación a tener en cuenta dada la crisis sanitaria actual. Bien es cierto que, aunque mínimos, se han reportado casos en la literatura con transmisión donante-receptor de la infección. Por ello, ante la poca experiencia y la falta de evidencia científica de calidad al respecto, debemos ser prudentes en la selección de donantes con positividad para SARS-CoV-2.