La diabetes tipo 2 se considera una situación de riesgo cardiovascular equivalente a la de los pacientes isquémicos. Sin embargo, el grado de control de las dislipemias en los pacientes diabéticos y en los isquémicos es aún muy deficiente. La disponibilidad de nuevos agentes, como los anticuerpos monoclonales anti-PCSK9, puede suponer un notable avance para cubrir dicho déficit. Alirocumab y evolocumab, seguidos de bococizumab, son los que se encuentran en fase avanzada de investigación. Una creciente base de datos ha demostrado que existe una relación entre el metabolismo de la glucosa, el peso corporal y la función de PCSK9, pero las implicaciones clínicas de esta aún no se han definido bien. En un amplio programa de ensayos clínicos se ha demostrado que estos agentes disminuyen el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad por encima de un 60% y disminuyen también la apolipoproteína B y la lipoproteína (a), mostrando un buen perfil de tolerancia y seguridad. Por otro lado, en los análisis post hoc de los ensayos de fase II y III se ha observado que cuando estos agentes se asocian al tratamiento hipolipemiante convencional el riesgo cardiovascular disminuye más de un 50%. Actualmente están en curso 4 grandes ensayos clínicos de prevención cardiovascular en pacientes isquémicos o de alto riesgo cardiovascular dirigidos a definir el lugar de los agentes anti-PCSK9 en el tratamiento de las dislipemias y la prevención de las enfermedades cardiovasculares en los pacientes isquémicos y en los de alto riesgo cardiovascular.
Patients with type 2 diabetes are considered to have the same cardiovascular risk as patients with ischemia. However, the degree of lipid control in diabetic and ischemic patients remains highly deficient. The availability of new agents, such as anti-PCSK9 monoclonal antibodies, could represent a notable advance in meeting this unmet need. Alirocumab and evolucumab, followed by bococizumab, are currently under the advanced phase of research. A growing database has demonstrated a relationship between glucose metabolism, body weight and PCSK9 function, but the clinical implications of this relationship have not been well defined. A broad programme of clinical trials has demonstrated that these agents decrease low-density lipoprotein cholesterol by more than 60% and also decrease apolipoprotein B and lipoprotein (a), showing a good tolerability and safety profile. In addition, post hoc analyses of phase 2 and 3 trials have observed that when these agents are associated with conventional lipid-lowering they reduce cardiovascular risk by more than 50%. Currently, 4 large clinical trials of cardiovascular prevention are underway in patients with ischemia or high cardiovascular risk. The aim of these trials is to define the role of anti-PCSK9 agents in the treatment of dyslipidemia and the prevention of cardiovascular disease in patients with ischemia and high cardiovascular risk.