O-011 - ALTERACIÓN DEL METABOLISMO HIDROCARBONADO Y EXCESO DE GRASA HEPÁTICA Y CARDIACA. IMPLICACIONES PRONÓSTICAS
Clínica Universidad de Navarra, Pamplona.
Introducción: Los pacientes con alteración del metabolismo hidrocarbonado, ya sea prediabetes (preD) o diabetes mellitus tipo 2 (DM2) e hígado graso no alcohólico (HGNA) presentan una mayor prevalencia de complicaciones cardiovasculares. Estudios recientes han demostrado relación entre la grasa epicárdica e isquemia miocárdica.
Objetivos: Determinar si la fibrosis hepática evaluada cuantitativamente mediante elastografía hepática (EH) o Fibrosis-4 (FIB-4) Score se correlaciona con el volumen de grasa epicárdica cuantificado mediante tomografía computarizada (TC) como marcador de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Material y métodos: Se llevó a cabo un estudio retrospectivo y transversal en pacientes con preD o DM2 e HGNA. Se obtuvieron datos clínicos, marcadores séricos y estudios de imagen (TC y EH) entre mayo 2016 y diciembre 2017. Se excluyeron los pacientes con otras causas de hepatopatía. En EH, se determinó la presencia de rigidez hepática aumentada si ≥ 8,2 kPa. En TC, se cuantificó la grasa epicárdica de forma semiautomática, incluyendo los vóxeles con valores de atenuación comprendidos entre -45 a -190 unidades Hounsfield. Un FIB-4 Score ≥ 2,67 sugiere la presencia de fibrosis: (edad en años × AST)/(recuento plaquetario x#vALT).
Resultados: Veinticinco pacientes cumplieron los criterios de inclusión. La edad promedio fue de 61,52 ± 13 años. Un 84% (21/25) eran hombres, con un IMC medio de 31,44 ± 3,15 kg/m2 y grasa corporal (CUN-BAE) de 36,04 ± 4,75%. Un 72% (18/25) eran hipertensos, 76% (19/25) dislipemia, 36% (9/25) SAOS, 20% (5/25) hiperuricemia y 60% (15/25) exfumadores o fumadores actuales. Se constató una insulinorresistencia moderada-severa (HOMA-IR de 9,47 ± 5,263). El 52% (13/25) tenían DM2 con una hemoglobina glicosilada promedio de 6,68 ± 1,67%. Un 24% (6/25) presentó rigidez hepática aumentada valorada por EH. En promedio, los pacientes presentaron una rigidez hepática de 7,36 ± 3,53 kPa y grasa epicárdica de 200,19 ± 113,79 cm3, evidenciando una correlación positiva significativa entre ambos parámetros (r = 0,45; p ≤ 0,05). De igual forma, se encontró una correlación positiva significativa entre grasa epicárdica y FIB-4 Score (r = 0,410; p = 0,05). Los pacientes con rigidez hepática aumentada presentaron mayor grasa epicárdica en comparación a los pacientes con rigidez hepática < 8,2 kPa (289,83 ± 119,93 cm3 frente a 171,89 ± 98,72 cm3; p = 0,023). Todos los pacientes con rigidez hepática aumentada tenían más de 3 criterios de síndrome metabólico. Adicionalmente, se constató una correlación positiva entre el volumen de grasa epicárdica y los niveles de AST (r = 0,411; p ≤ 0,05) y triglicéridos (r = 0,49; p ≤ 0,05), así como con la presencia de dislipemia, obesidad y el consumo ocasional de alcohol (r = 0,429; p ≤ 0,05, r = 0,468; p ≤ 0,05 y r = 0,708; p ≤ 0,01, respectivamente). Se encontró una correlación negativa significativa entre la grasa epicárdica y los niveles de HDL (r = -0,434; p ≤ 0,05).
Conclusiones: En los pacientes con alteración del metabolismo hidrocarbonado, la fibrosis hepática valorada mediante EH o FIB-4 Score se correlaciona positivamente con el volumen de grasa epicárdica. La identificación precoz de estas situaciones permite instaurar medidas preventivas que reduzcan el elevado riesgo cardiovascular.