Introducción: La menor actividad física y baja ingesta de líquidos son factores que se han asociado a estreñimiento. La emergencia sanitaria que implica la pandemia por COVID-19 ha lleva adoptar conductas como el aislamiento (menor movilidad) y cambios en la dieta por lo que creemos que este escenario representa un modelo adecuado para explorar la aparición de síntomas de estreñimiento y sus factores asociados, el cual fue nuestro objetivo.

Métodos: Estudio transversal y descriptivo realizado en población abierta a la cual se aplicó una encuesta en línea (4 semanas después del confinamiento obligatorio por COVID-19 en México) para valorar: características demográficas, actividad física, consumo de agua y fibra, aparición de síntomas de estreñimiento (incluido consistencia de las heces) y calidad de vida con cuestionarios validados.

Resultados: Se recibieron 772 cuestionarios de los cuales se excluyeron 94 (respuestas repetidas, provenientes de otros países diferentes a México, evaluaciones incompletas, etc.), de tal forma que se analizaron los datos de 678 sujetos. Cuatrocientos cinco fueron mujeres (59,7%) y 273 (40,3%) hombres, con una edad promedio de 31,21 ± 11,9 años (rango 18-74). 170 (25%, IC95% 21,7-28,4%) desarrollaron síntomas de estreñimiento de “novo” y en estos, el número de evacuaciones por día (p < 0,05) y la consistencia de las heces disminuyó de forma significativa (p < 0,05) durante el confinamiento. En el análisis multivariado (regresión logística), encontramos que el género femenino (p = 0,001), el consumo de agua (p = 0,039) y la realización de actividad física (p = 0,012) se asociaron al desarrollo de estreñimiento de “novo”.

Conclusiones: Los hallazgos encontrados en nuestro estudio son novedosos, en el sentido de que por primera vez se demuestra que 1 de cada 4 (25%) sujetos que tuvo que someterse a disminución de la actividad física como consecuencia de la pandemia por COVID-19 desarrollaron estreñimiento de “novo”. El confinamiento y la restricción de la movilidad instauradas a raíz de la pandemia por COVID-19 representaron un modelo “natural” en donde, de acuerdo a nuestros resultados la disminución de la actividad física y el menor consumo de agua fueron determinantes para la aparición de estreñimiento. En los pacientes con estreñimiento de “novo” demostramos que el número de evacuaciones y su consistencia disminuyeron de forma significativa durante el aislamiento.