La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) constituye una entidad clínica en la que existe un riesgo elevado de baja adhesión al tratamiento. Nuestros objetivos fueron conocer el grado de adhesión al tratamiento en una consulta monográfica para pacientes con EII, y estudiar qué factores influyen la misma.
MétodosSe incluyeron 107 pacientes consecutivos durante 3 meses. Previo consentimiento verbal, los pacientes rellenaron en otra sala una encuesta anónima con datos demográficos (edad, sexo, nivel de estudios, situación laboral, situación personal), datos referidos a la enfermedad (tipo de EII, año del diagnóstico, numero de ingresos hospitalarios y de intervenciones quirúrgicas por su EII), datos referidos al tratamiento (medicación, dosis e intervalo de administración), declaración autoaplicada de adhesión (Sewitch MJ et al. Am J Gastroenterol 2003) y automedicación. El médico recogió en hoja aparte tratamiento prescrito e índice de actividad (Harvey-Bradshaw/Truelove).
ResultadosEdad media 41,3±11 años, 60% mujeres, años de evolución con EII 7,9±7. Padecían enfermedad de Crohn 64% (71% inactiva), colitis ulcerosa 36% (70% inactiva). El 66% tomaba aminosalicilatos, 51% inmunosupresores, 8% esteroides. El 66% de enfermos había precisado por su EII algún ingreso hospitalario y el 17% alguna cirugía. Globalmente el 69% (IC95%: 60–77%) mostraba algún tipo de no-adhesión al tratamiento. El 66% (IC95%: 57–75%) reconocía algún grado de no-adhesión involuntaria: olvidaron alguna vez tomar la medicación (63%) y/o se descuidaron en cuanto a si debían tomarla (27%). El 16% (IC95%: 9–22%) reconocía algún grado de no-adhesión voluntaria: la habían dejado alguna vez por sentirse mejor (13%) y/o peor (6%) al tomarla. El 25% (IC95%: 17–33%) olvidaban al menos una toma a la semana (media 1,6 tomas olvidadas/semana, causa más frecuente: estar fuera de casa), más frecuentemente con mesalazina (30%) que con azatioprina (17%) (p=n.s.). En el analisis multivariante, los factores de riesgo de una peor adhesión fueron la dosificación de la medicación en 3 o más tomas al día (OR 3; IC95% 1,1–8,4; p=0,03) y los pacientes poco informados sobre su EII (OR 4,9; IC95% 1,1–23,8; p=0,04); por el contrario, la terapia con inmunomoduladores fue un factor predictivo de mejor adhesión (OR 0,29; IC95% 0,11–0,74; p=0,01). La concordancia medico–paciente en la medicación administrada fue completa en 86%, en 10,3% hubo diferencias en la dosis y en 3,7% diferencias en la medicación. Un 9% de enfermos reconoció haberse automedicado en alguna ocasión debido a presentar brote.
ConclusionesEn nuestro medio, la adhesión al tratamiento en enfermos con EII es insuficiente. Los pacientes en tratamiento con inmunosupresores presentan una mejor adhesión al tratamiento. Debemos intentar optimizar la información que proporcionamos al paciente sobre su EII y administrar la medicación en una o dos tomas al día para conseguir mejorar el cumplimiento terapéutico.