La endometriosis es una patología benigna crónica, frecuente entre las mujeres en edad fértil1. La endometriosis infiltrativa profunda es una entidad infrecuente y puede tener manifestaciones graves. Su diagnóstico es difícil cuando no hay antecedentes ginecológicos de endometriosis2.
Presentamos el caso de una paciente de 45 años que consulta en Urgencias por episodios recidivantes de dolor abdominal, con distensión y vómitos, de unos 10 meses de evolución. Refiere empeoramiento en los últimos días, con náuseas, vómitos y ausencia de tránsito intestinal.
A la exploración presenta un abdomen distendido y timpánico, doloroso a la palpación de forma difusa, sin signos de irritación peritoneal. Los ruidos hidroaéreos están disminuidos.
La analítica sanguínea no presenta alteraciones. En la radiografía abdominal se observa dilatación de asas de intestino delgado, sugestiva de cuadro oclusivo. Se completa el estudio con TAC abdominal (fig. 1), en el que se observa una invaginación intestinal ileo-ileal, con marcada distensión de asas proximales, observándose neumatosis intestinal y líquido libre en el fondo de saco de Douglas.
La paciente es intervenida mediante laparotomía urgente, con resección del segmento de intestino delgado invaginado (20cm) y posterior anastomosis, presentando un postoperatorio sin complicaciones. La histología de la pieza quirúrgica es compatible con un foco de endometriosis intestinal como causante de la invaginación.
La endometriosis intestinal supone un reto diagnóstico dada la inespecificidad de los síntomas que produce. La ausencia de tratamiento o el uso de un tratamiento erróneo empeora la calidad de vida, conduciendo en ocasiones a la aparición de complicaciones que pueden incluso comprometer la vida de la paciente3.
Conflicto de interesesLos autores declaran no presentar conflicto de intereses.