Mujer de 66 años con cuadro de vómitos en posos de café y melenas, sin otra clínica relevante. Entre sus antecedentes destacaba síndrome ansioso con trastorno de la personalidad, a tratamiento con fluoxetina y olanzapina. Analíticamente se evidenció una hemoglobina de 9,4g/dl, lo que suponía una anemización de hasta 4 puntos respecto a sus valores habituales, así como urea 110mg/dl, con creatinina normal. Se realizó gastroscopia evidenciando una hernia de hiato de gran tamaño con erosiones lineales múltiples compatibles con úlceras de Cameron, con escaso sangrado activo (fig. 1). Se instauró tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP) a altas dosis.
Las úlceras de Cameron son lesiones únicas o múltiples de la mucosa gástrica que aparecen en el saco de una hernia hiatal, sobre todo si esta es de gran tamaño1. Este tipo de lesiones son habitualmente un hallazgo incidental y constituyen una causa poco frecuente de hemorragia digestiva alta con repercusión hematimétrica o hemodinámica, lo que la convierte en una entidad infradiagnosticada2. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han asociado clásicamente a un aumento del riesgo de sangrado gastrointestinal; un metaanálisis reciente parece confirmar dicha sospecha, demostrando un aumento del riesgo de sangrado de al menos un 36% con este grupo de fármacos3. Además cabe recordar que los ISRS asociados a AAS/AINE son una indicación de profilaxis con IBP.