Como consecuencia del envejecimiento de la población las alteraciones de la función cognitiva y las demencias están aumentando. El 90% corresponden a la enfermedad de Alzheimer y a las demencias vasculares. Para la primera, constituyen factores de riesgo la edad, los antecedentes familiares de demencia y el alelo e4 del gen de la apolipoproteína e. Para la demencia vascular lo son la edad, el género masculino, la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria, la diabetes, la aterosclerosis generalizada, el tabaquismo, una concentración elevada de lípidos e historia previa de ictus. El diagnóstico de demencia y deterioro cognitivo está basado en criterios clínicos y pruebas que adolecen de una precisión adecuada, en este sentido las modernas técnicas de neuroimagen (tomografía axial computarizada y resonancia magnética) están aportando valiosísima información al relacionar los infartos lacunares y las lesiones de la sustancia blanca no sólo a la hipertensión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular, sino también a la aparición de demencia. En base a la información actualmente disponible se ha postulado que una presión arterial sistólica inicial elevada conduciría a múltiples infartos lacunares y a lesiones de la sustancia blanca cerebral que conducirían a un deterioro cognitivo progresivo y a una posterior reducción de la presión arterial. Aunque los beneficios del control de la presión arterial sobre la longevidad están firmemente establecidos, los costes que pueda tener sobre la función cognitiva no están determinados. Los estudios observacionales en general han demostrado una mejoría de la función cognitiva al tratar la hipertensión arterial. En cuanto al tratamiento farmacológico, los resultados se han de interpretar con precaución. En general, los diuréticos y betabloqueantes no empeoran o mejoran la función cognitiva. Los antagonistas de la angiotensina ii, los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina y los calcioantagonistas tienen una influencia positiva sobre la función cognitiva. Los grandes ensayos clínicos (grado de evidencia A), con unas muestras poblaciones y un tiempo de duración más apropiados, han mostrado una reducción de la demencia con calcioantagonsitas dihidropiridínicos (nitrendipino) y con la combinación inhibidor de la enzima conversora de la angiotensina y diurético (perindopril más indapamida).
As a consequence of aging of the population, cognitive function disorders and dementias are increasing. A total of 90 % correspond to Alzheimer’s disease and vascular dementias. For the former, the risk factors are age, family background of dementia and e4 allele of the apolipoprotein e gene. For the vascular dementia one, they are age, male gender, hbp, coronary disease, diabetes, generalized atherosclerosis, smoking, elevated lipid concentration and previous history of stroke. Diagnosis of dementia and cognitive deterioration is based on clinical criteria and tests that lack adequate accuracy. In this sense, modern neuroimaging techniques (Ct scan and Mri) are supplying very valuable information, as it relates lacunar infarction and white substance lesions not only to hbp and other cardiovascular risk factors but also to the appearance of dementia. Based on the presently available information, it has been hypothesized that an initially elevated systolic BP would lead to multiple lacunar infarctions and to lesions of the brain white substance that would lead to progressive cognitive deterioration and to a later reduction of bp. Although the benefits of controlling bp on longevity are firmly established, the costs that it may have on cognitive function have not been determined. Observational studies in general have demonstrated improvement of cognitive function when Hpb is treated. Regarding drug treatment, the results must be interpreted with care. In general, diuretics and beta blockers do not worsen or improve cognitive function. The antagonists of angiotensin ii, Ace inhibitors and calcium antagonist have a positive affect on cognitive function. The large clinical trials (evidence A grade), with more appropriate population samples and duration time have shown a reduction of dementia with dihydropyridine calcium antagonists (nitrendipine) and with the Ace inhibitor and diuretic combination (perindopril plus indapamide).