Evaluar los efectos de la reducción de la ingesta de sodio en la dieta sobre los eventos cardiovasculares a partir de la información de dos ensayos clínicos aleatorizados completos, Trial of Hypertension Prevention (TOHP) I y TOHP II.
DiseñoEstudio de extensión, con seguimiento de 10-15 años tras finalizar ambos ensayos clínicos originales.
ÁmbitoDiez centros no hospitalarios, con visitas basales en 1987-90 (TOHP I) y 9 centros con visitas basales en 1990-95 (TOHP II). Seguimiento centralizado, por correo y por teléfono. Pacientes. Adultos entre 30 y 54 años con criterios de prehipertensión.
PacientesAdultos entre 30 y 54 años con criterios de prehipertensión.
IntervenciónReducción del sodio de la dieta, mediante una detallada educación y consejo individualizado, a lo largo de 18 meses (TOHP I) o de 36-48 meses (TOHP II).
Variable principal de medidaEnfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, ictus, revascularización coronaria o muerte cardiovascular).
ResultadosSe incluyeron 744 sujetos del TOHP I y 2.382 del TOHP II, que se aleatorizaron a una intervención para reducir la ingesta de sodio o a grupo control. Las reducciones netas de sodio en los grupos de intervención fueron 44 mmol/24 h y 33 mmol/24 h, respectivamente. El estatus vital se pudo obtener de todos los pacientes; sin embargo, la información sobre la morbilidad se obtuvo en 2.415 (77 %) sujetos, con 200 eventos cardiovasculares reportados. El riesgo de un evento cardiovascular fue un 25% inferior en la rama de intervención (riesgo relativo: 0,75; intervalo de confianza 95 %: 0,57- 0,99; p=0,04), tras ajustar por ensayo, clínica, edad, raza y género, y un 30% inferior si además se ajustaba para la excreción basal de sodio y el peso (0,70, 0,53-0,94), con resultados similares en cada ensayo. En el análisis secundario de mortalidad (67 fallecidos) se encontró una reducción no significativa del riesgo en la rama de intervención (0,80, 0,51-1,26; p=0,34).
ConclusiónLa restricción de sodio, además de haber demostrado reducir la presión arterial, también puede disminuir a largo plazo el riesgo de eventos cardiovasculares.