Los inhibidores del SGLT2 tienen como efecto principal una acción glucosúrica y logran revertir el efecto deletéreo del aumento de la reabsorción tubular de glucosa en las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2). En términos de eficacia producen una reducción de HbA1c promedio del 0,8%, aunque si se parte de una HbA1c más elevada se pueden tener reducciones mayores. Además de los efectos glucémicos, como efectos complementarios se obtiene la reducción de peso y de presión arterial sin aumentar las hipoglucemias. Por su mecanismo de acción independiente de la insulina se pueden utilizar en monoterapia, en pacientes intolerantes a la metformina o en combinación con otros medicamentos hipoglucemiantes, incluyendo la insulina. Los efectos secundarios son pocos y los más frecuentes están relacionados con su mecanismo de acción. Destacan las infecciones genitourinarias, las más frecuentes son las micóticas. Por otro lado, su perfil cardiovascular (CV) es adecuado y queda por aclarar la aparición de cetoacidosis (CAD), en posible relación a su uso en pacientes insulinopénicos. En un ensayo clínico aleatorizado de un iSGLT2 en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad CV de base, se ha podido observar que el uso de este en asociación a la terapia estándar logra enlentecer la progresión del daño renal y disminuir eventos renales relevantes, como la duplicación de los valores de creatinina sérica y el inicio de diálisis. Estos efectos, probablemente se fundamentan en sus efectos favorables sobre la hemodinámica glomerular disminuyendo la hiperfiltración, en la reducción de la toxicidad tubular de la glucosa, así como sus efectos beneficiosos sobre la glucemia, la presión arterial, el peso y la uricemia.
The main effect of SGLT2 inhibitors is their glycosuric action. These drugs reverse the deleterious effect of increased glucose reabsorption by the renal tubule in persons with DM2. In terms of efficacy, SGLT2 inhibitors produce a mean HbA1c reduction of 0.8%, although higher initial HbA1c levels can show a larger decrease. In addition to these glycaemic effects, this drug class also favours weight loss and blood pressure control, without increasing hypoglycaemic episodes. Due to their insulin-independent mechanism of action, SGLT2 inhibitors can be used in monotherapy, in patients with metformin intolerance, or in combination with other glucose-lowering drugs, including insulin. These drugs have few secondary effects and most are related to their mechanism of action. The most frequent adverse effects are genitourinary infections, usually mycotic infections. SGLT2 inhibitors have an adequate cardiovascular safety profile. The development of ketoacidosis remains to be elucidated, and may be related to use in patients with insulinopenia. A randomised clinical trial of an SGLT2 inhibitor in patients with DM2 and underlying cardiovascular disease showed that its use in association with standard therapy slowed the progression of renal damage and reduced significant renal events such as doubling of serum creatinine values and initiation of dialysis. These effects are probably due to the favourable effects of SGLT2 inhibition on glomerular haemodynamics, by reducing hyperfiltration, to the reduction of glucose-induced tubular toxicity, as well as its beneficial effects on glycaemia, blood pressure, weight, and uricaemia.