Traumatic brain injury (TBI) is an important health and social problem. The mechanism of damage of this entity could be divided into two phases: (1) a primary acute injury because of the traumatic event; and (2) a secondary injury due to the hypotension and hypoxia generated by the previous lesion, which leads to ischemia and necrosis of neural cells. Cerebral edema is one of the most important prognosis markers observed in TBI. In the early stages of TBI, the cerebrospinal fluid compensates the cerebral edema. However, if edema increases, this mechanism fails, increasing intracranial pressure. To avoid this chain effect, several treatments are applied in the clinical practice, including elevation of the head of the bed, maintenance of normothermia, pain and sedation drugs, mechanical ventilation, neuromuscular blockade, controlled hyperventilation, and fluid therapy (FT).
The goal of FT is to improve the circulatory system to avoid the lack of oxygen to organs. Therefore, rapid and early infusion of large volumes of crystalloids is performed in clinical practice to restore blood volume and blood pressure. Despite the relevance of FT in the early management of TBI, there are few clinical trials regarding which solution is better to apply.
The aim of this study is to provide a narrative review about the role of the different types of FT used in the daily clinical practice on the management of TBI. To achieve this objective, a physiopathological approach to this entity will be also performed, summarizing why the different types of FT are used.
El traumatismo craneoencefálico (TCE) es un importante problema sanitario y social. El mecanismo de daño de esta entidad se podría dividir en dos fases: 1) una lesión aguda primaria a causa del evento traumático, y 2) una lesión secundaria por la hipotensión e hipoxia generada por la lesión anterior, que conduce a la isquemia y necrosis de las células neurales. El edema cerebral es uno de los marcadores pronósticos más importantes observados en el TCE. En las primeras etapas de TCE, el líquido cefalorraquídeo compensa el edema cerebral. Sin embargo, si aumenta el edema, este mecanismo falla, aumentando la presión intracraneal. Para evitar este efecto en cadena, en la práctica clínica se aplican varios tratamientos, entre ellos la elevación de la cabecera de la cama, el mantenimiento de la normotermia, los fármacos para el dolor y la sedación, la ventilación mecánica, el bloqueo neuromuscular, la hiperventilación controlada y la fluidoterapia (FT).
El objetivo de la FT es mejorar el sistema circulatorio para evitar la falta de oxígeno a los órganos. Por lo tanto, en la práctica clínica se realiza una infusión rápida y temprana de grandes volúmenes de cristaloides para restablecer el volumen sanguíneo y la presión arterial. A pesar de la relevancia de la FT en el manejo temprano del TCE, existen pocos ensayos clínicos sobre qué solución es mejor aplicar.
El objetivo de este estudio es proporcionar una revisión narrativa sobre el papel de los diferentes tipos de FT utilizados en la práctica clínica diaria en el manejo del TCE. Para lograr este objetivo, también se realizará un abordaje fisiopatológico de esta entidad, resumiendo por qué se utilizan los diferentes tipos de FT.